¿Qué expectativas tiene con respecto al cambio de Gobierno en Nación y Provincia?
-En lo personal soy muy optimista, va a ser un nuevo desafío, no solo para mí, sino para varios intendentes que hemos renovado y hemos tenido la suerte de tener el mismo color político, en Nación, Provincia y Municipio, no tengo ninguna duda de que se va a poder trabajar muy bien. Soy un convencido de que la sociedad ha cambiado y en ese cambio no nos tenemos que olvidar que cada cuatro años tenemos elecciones y generales y legislativas dentro de dos años, y hoy la gente no te banca, no te perdona.
-La falta de alineamiento político no debería ser un problema, porque si no estaríamos hablando de discriminación política.
-Por supuesto, creo que hoy todos los dirigentes políticos tenemos que estar a la altura de las circunstancias y entender que llegamos para servir a la comunidad y no para servirnos, en lo primero que tenemos que pensar es en la gente y en cómo mejorarle la calidad de vida a la gente. Por eso tanto a nivel nacional como provincial voy a poner una cuota de confianza y de optimismo. Hay que dejar de lado las mezquindades. Hoy la Argentina, que es un país muy rico en lo productivo y en los recursos humanos, no es confiable para el mundo. Estoy convencido de que la Argentina no tiene un problema económico, si no cultural, de valores.
-¿Cree que el radicalismo debería haber sido más tenido en cuenta en Cambiemos?
-Eso depende más del radicalismo que del PRO, los espacios en política hay que ocuparlos, y se ganan; y se ganan con políticas. Creo que en el radicalismo tenemos que hacer un mea culpa de por qué llegamos adonde llegamos. Sí hay que reconocer también que con este acuerdo, que en un principio fue Cambiemos, el radicalismo ganó mucho poder y espacio territorial. Muchos intendentes son radicales, tenemos provincias radicales. El radicalismo tomó vitalidad y ahora depende de nosotros.
-¿Comienza una nueva relación de fuerzas dentro del frente Juntos por el Cambio?
-Creo que sí, y ahí también hay que hacer un mea culpa. Los intendentes también tenemos que ser protagonistas, somos muchos intendentes radicales y tenemos que aportar al partido, a nuestro comité provincial, nacional. El radicalismo tiene mucho por crecer, tiene historia, tiene equipos y tiene la capacidad para presentar candidatos propios, sobre todo a partir de la recuperación de la vocación de poder.
-¿Cree que Kicillof va a escuchar a los intendentes radicales?
-Creo que sí, porque tampoco ellos la tienen fácil. A nivel nacional nos acompañó más del 40 por ciento de la población, con 62 intendentes en la provincia de Buenos Aires, muchos legisladores. Si ellos piensan en un país desarrollado para salir de la crisis, no tengo dudas de que hay que tener diálogo y arribar a consensos básicos, en salud, educación, producción. Por nuestro lado, tenemos que ser una oposición adulta, inteligente.
-Se habla de un ajuste en la Provincia, ¿Cree que va a repercutir en los municipios?
-Nosotros lo venimos llevando a cabo, con diferentes formas de ejecutar y administrar el dinero del pueblo de una forma que nos pueda rendir. Hay ajustes en la política que hay que hacerlos, lo hizo Mauricio (Macri), lo hizo María Eugenia (Vidal). Creo que para sacar al país adelante hay que hacer ajustes en la política. En los municipios del interior no impactan con tanta fuerza. Si bien por un lado recibimos la coparticipación, nosotros tenemos una muy buena cobrabilidad de la tasa por el mantenimiento de los caminos rurales (son 3600 kilómetros de caminos rurales y es una de las redes más grandes), sobre todo porque empezamos a darle respuesta al sector. Asumimos sin ninguna maquinaria, con caminos que hacía más de una década que no se arreglaban. Invertimos más de 200 millones de pesos en maquinarias y hoy podemos decir que tenemos uno de los mejores recorridos de caminos de la Región. Se puede sacar la producción, se conectan los pueblos, viajan las maestras rurales.
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