En promedio, en Junín se radican dos denuncias al día por hechos de abusos sexuales, informaron desde el Ministerio Público Fiscal. Además, entre enero y septiembre de este año se registró un aumento del 53,07% respecto a igual periodo de 2018, según el Programa Víctimas Contra las Violencias.
El 62% de las víctimas fueron niñas, niños o adolescentes, mientras que el resto fueron adultos que se contactaron por hechos sucedidos en su infancia o actuales.
Siete de cada 10 víctimas menores de 18 años fueron niñas, y el 50% de ellas menores de 11 años; como en casi todas las pocas estadísticas que existen, siete de cada 10 agresores son personas del ámbito familiar y de éstas el 34% son padres (20%) o padrastros (14%).
La forma más frecuente de victimización sexual es el tocamiento seguido por violación, y se registran casos en que una víctima sufrió más de una agresión sexual.
En diálogo con Democracia, la fiscal Paola Luján, a cargo de la UFI Nº4 -tematizada en el Delito contra la Integridad Sexual-, advirtió que “la realidad es grave y queda muy debajo de las causas que se abren. Me parecen altísimos los números que tenemos ahora: mes a mes y día a día van aumentando los hechos”.
“Es sorprendente la cantidad de declaraciones en cámara Gesell y causas que hay por día. Son hechos que requieren tiempo. Más allá de ser víctima, también tiene que ser sometida a pericias porque las pruebas salen de su propia persona. Hay que respetarla y el abordaje tiene que ser distinto”, confirmó.
“El 80% de las causas tiene imputados detenibles. Este delito contra la integridad sexual, por muchas razones, es el más grave que tenemos y no se parece a ningún otro. Las víctimas son la mayoría menores de edad (90%), que muchas veces no pueden pedir ayuda”, afirmó.
Cada año se conocen más y nuevas situaciones de abuso sexual infantil y crecen las estadísticas en este sentido. Sin embargo, los especialistas no lo atribuyen a un aumento de casos, sino al resultado de las campañas que apuntan a visibilizar la problemática y a crear espacios de denuncia accesibles.
Por ejemplo, “tras años de ocultamiento pueden contar lo que vivieron y en el ámbito escolar. Es muy importante que las instituciones estén atentas. No es que haya más casos, sino que se empezó a visibilizar y a trascender más allá del ocultamiento”, subrayó Luján.
“En relación a la psiquis, es muy dañino tanto para la damnificada, como para la familia. En el 98% de las causas tenemos al autor indicado, a diferencia de otros delitos que son ignorados”, informó.
“Miedo de hablar”
A veces el silencio se instala porque los abusos suceden dentro del núcleo familiar y provienen de una persona de confianza.
“La víctima que convive con el abusador tiene miedo de hablar y calla por estar amenazada por el victimario, o por temor a que no le crean o que se divida la familia. Hay veces que la víctima tiene contención familiar porque el abusivo está afuera de ese entorno. Es un aprendizaje para que todos se involucren”, expresó la fiscal.
“Es uno de los delitos más graves que tenemos en el código, no por los años de prisión sino porque se ve afectado uno de los bienes jurídicos más importantes, como la sexualidad de la persona”, remarcó.
“Indefensión aprendida”
El miedo, el sentimiento de culpa y la vergüenza también conducen a ocultar el abuso, según la guía que elaboraron la fundación FEIM (Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer), la AAMCJ (Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas) y Salud Activa para ayudar a las familias que deben intervenir ante una situación de abuso sexual infantil o adolescente.
Los especialistas que elaboraron el estudio explican que los niños que son víctimas de abuso sexual en forma reiterada desarrollan lo que se denomina “indefensión aprendida”: como sus intentos por evitar el abuso no surten efecto, dejan de intentarlo y con el tiempo pueden asumir el rol de pareja del agresor. Como causa de la manipulación y las amenazas a las que son sometidos guardan “el secreto” y evitan la revelación.
“El abuso sexual en la infancia es uno de los problemas de violencia más invisibilizados porque ocurre en el seno de las familias por parte de familiares directos del niño/a o por amistades directas. Además el abusador genera un pacto de confianza y de secreto con las víctimas y estas se callan por vergüenza, por temor y sentirse culpables y por lealtad a quien los abusa”, señala Mabel Bianco, una de las autoras del estudio.
En Argentina, la familia es el principal ámbito donde se da la violencia sexual, según señalan en la guía que aborda la problemática. El 55% de los abusos suceden en la propia casa o en la de los abuelos, y solo el 16% de los chicos pide ayuda. Los que callan sienten vergüenza, tienen miedo a ser señalados o a sufrir represalias de sus agresores.
De acuerdo al informe, de cada 1.000 abusos que se comenten se condena a uno solo: las penas se aplican, generalmente, cuando el agresor es de bajos recursos económicos. La mayoría de los casos que suceden en la clase media y alta permanecen en la impunidad, según señalan los especialistas, que sostienen que la problemática atraviesa a toda clase social, y no siempre es fácil de detectar.
En 2018
De 3.488 procesos penales iniciados en el Departamento Judicial de Junín durante 2018, unos 287 corresponden a delitos por abusos sexuales, un 28% más que en 2017 cuando la cifra había alcanzado los 224 casos.
Las estadísticas surgen del Informe de Femicidios y Procesos Penales de Violencia Familiar y de Género presentado por la Procuración General de la provincia de Buenos Aires.
Se observa que en las causas donde se consignan víctimas femeninas, la mayoría de los imputados son hombres (90,5%), mientras que cuando la víctima es un hombre o niño, los sindicados masculinos se encuentran en el 46,9% de los casos y las mujeres en el 53,1%.
Los datos oficiales muestran que durante 2018, en la Provincia se iniciaron un total de 116.534 procesos penales de Violencia Familiar y/o de Género (esta cifra incluye los procesos penales iniciados en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y en el Fuero Criminal y Correccional), que representa el 13,3% de un total de 877.036.
Como se puede apreciar, las cifras vienen en aumento ya que en 2015 hubo 67.685 causas, 95.557 en 2016 y 114.118 en 2017. Asimismo, en 2018 se pudo advertir que el 75 % de las víctimas registradas son mujeres, mientras que el 77,5% de los imputados/sindicados son hombres.
Los Departamentos Judiciales con mayor número de procesos penales por ViFaG fueron Lomas de Zamora (19.736) y San Martín (17.912), mientras que Necochea (971) y Dolores (1.189) tuvieron la menor cifra.
Con relación a los delitos denunciados en el marco de estos procesos, se advierte que el 33,3% se corresponde con “Amenazas”, el 30,5% con “Lesiones”, el 9,8% con “Desobediencias”; luego le siguen, en menor porcentaje, los delitos de “Daño” (4,8%), “Abuso sexual” (4,7%), “Infracción a la Ley N° 24.270 - Impedimento de Contacto” (4,1%), entre otros.
Del análisis de los casos de femicidios, surge que durante el año pasado se iniciaron 96 procesos penales por muertes de mujeres, producto de la violencia de género, con un total de 102 víctimas, que representa el 63,8% de la totalidad de homicidios en la Provincia. En 2017 se registraron 98 y en 2016, 90.
En el Departamento Judicial local hay cuatro casos por femicidio, a diferencia de 2017 con dos y 2016 (uno), lo que representa un incremento del 100%. Además se suman ocho homicidios dolosos consumados.
COMENTARIOS