Tras la implementación del nuevo cepo en la compra de dólares para el ahorro, en el sector inmobiliario consideran que casi con seguridad la compraventa de inmuebles estará paralizada hasta diciembre próximo, cuando asuman las nuevas autoridades nacionales. Tanto en el Colegio de Martilleros de Junín como en las inmobiliarias consultadas, se indicó que todos los actores de la actividad están a la espera de ver cuáles serán las próximas medidas económicas.
En esta línea, Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros de Junín, afirmó a Democracia que “después de las elecciones, e inclusive desde las PASO en adelante, el mercado inmobiliario se vio muy resentido por el cepo cambiario que se instaló, ahora se agudizó y entendemos que estamos en la misma situación desde las PASO a la fecha”.
Y el profesional agregó: “Se suma la expectativa del mercado sobre cuáles van a ser los lineamientos económicos que desarrolle el próximo gobierno, así que estamos expectantes y viendo cuál es el devenir de esta transición en cuanto a lo institucional y en cuanto a lo económico”.
En esa línea, los martilleros y operadores inmobiliarios de la Ciudad consignaron que de acá a diciembre no hay expectativa de que se pongan en movimiento las ventas de propiedades.
“Por el momento, lo que estamos viendo es que el mercado, durante todo el año, se comportó de manera dispar y con mucha diferencia negativa con respecto a 2018”, afirmó Di Palma.
Causas
“Esto es producto de varios factores, la falta de créditos hipotecarios, la incertidumbre económica y el devenir del año eleccionario, así que ya cumplidos los plazos eleccionarios y sabiendo quién va a ser el próximo presidente, lo que espera el mercado, y la economía en general, es saber cuáles van ser las medidas económicas que se adopten”, señaló.
Y añadió: “Por el momento se sigue con un mercado expectante, y con el comprador que dispone de los dólares realizando ofertas sobre inmuebles que, en otras épocas, han sabido valer un poco más”.
De todas maneras, en las inmobiliarias coinciden en que son muy pocas las operaciones que se concretan por estos días (las caídas de operaciones en relación al año pasado son muy fuertes -ver gráfico-), algo que recrudeció después de las elecciones Primarias del 11 de agosto último.
Es que aquellos inversores que tienen dólares guardados no quieren correr riesgos hasta ver qué pasa con la política económica de la futura gestión, es que siempre los actos eleccionarios paralizan las operaciones inmobiliarias, explican en el sector.
No obstante, se mantiene la excepción al cepo por la cual quienes habían tramitado un crédito hipotecario o Procrear antes del 31 de agosto pueden acceder a comprar hasta U$S 100.000 para adquirir una vivienda.
A la espera de las nuevas medidas, se da como un hecho que la creación de un Ministerio de Vivienda abordará todas las cuestiones que son de interés para el mercado inmobiliario.
“Expectantes” es el término que define el estado de ánimo de los martilleros y operadores, que esperan que el año próximo haya más equilibrio en la actividad.
“Esperamos que el año que viene la economía no sea tan estrepitosa”, sostuvieron desde el sector.
El dato alentador fue que, a pesar de los vaivenes económicos y a diferencia de otras partes, en la Ciudad no hubo cierre de inmobiliarias y, por el contrario, ahora hay cierta expectativa de recuperación con los estudiantes universitarios de la región que por estos días se lanzan a buscar departamentos.
En ese complejo contexto, hay esperanzas de que el recambio de los alquileres “oxigene” la actividad.
Según pudo averiguar este diario, un departamento para estudiantes, de dos ambientes, en la zona cercana a la Unnoba o en el macrocentro, oscila entre los 8 mil y los 10 mil pesos.
Alquileres
En cuanto a los alquileres que se renovaron en los últimos meses, se indicó que tuvieron un ajuste del 30 por ciento promedio porque no se pudo aplicar el que hubiera correspondido al nivel de inflación ya que los inquilinos no hubieran podido pagarlo, opinaron los martilleros.
En este sentido, Di Palma afirmó que “han tenido variaciones importantes, pero no han sido superiores a la inflación reinante, se están pactando contratos nuevos con aumentos de entre un 25 y un 35 por ciento de aumento, contra una inflación del 50 o el 60 por ciento anual”.
“También vemos una pérdida de rentabilidad en lo que hace a las locaciones, los propietarios han perdido posición con respecto a la rentabilidad, y también la dificultad que siempre manifestamos de los locatarios para afrontar los gastos, por la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido en sus salarios”, aseveró.
Y se mostró confiado en que, con las nuevas políticas económicas, “se pueda tener un 2020 un poco más fluido y que nos aguarde con algunas líneas de crédito para el primer semestre del próximo año”.
Acerca de las garantías inmobiliarias, se consideró que el sistema denominado Garantía Inmobiliaria Sociedad Anónima (GISA) resulta más accesible y hasta garantiza el pago de alguna expensa o factura de gas.
En el sector aseguran que es una herramienta útil para el inquilino, el propietario y la propia inmobiliaria cuando los inquilinos no cuentan con un inmueble de terceros como garantía. El inquilino es su propia garantía, se investiga su conducta crediticia en el Veraz, y el seguro de caución está a cargo de él.
También debe pagar por única vez el monto equivalente a un mes de alquiler, que es el 4% del total del contrato.
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