¿Lo sorprendió el resultado de las PASO?
-Sí, me sorprendió el resultado, no esperaba una diferencia tan grande a favor de la fórmula Fernández-Fernández; podía esperarse como ocurrió en 2015 una victoria razonable o menor en las PASO, que en aquella oportunidad se revirtió en el ballotage. Tal vez con el diario del lunes los razonamientos cambian. La preocupación de los estrategas del Gobierno era la retención del voto, pensando que con la polarización, si Macri retenía el voto, podía asegurarse el triunfo. Macri retuvo el voto pero tal vez el paso al costado que dio Cristina favoreció a su sector y la polarización perjudicó a Macri.
-Las claves de la derrota del Gobierno parecen haber sido el factor económico y la unión del peronismo.
-El tema económico fue lo que unió el voto peronista, pero el peronismo no estuvo unido, porque Pichetto es peronista, Urtubey es peronista, Lavagna es peronista, quiere decir que acá primó la cuestión económica.
-¿Cree que el Gobierno minimizó la crisis económica?
-Creo que sí, que el Gobierno en su estrategia no creyó que fuera tan importante. Creo que la explicación está en lo que pasó en 2017, cuando a pesar de la dureza de la situación económica, el voto lo favoreció a Macri. Se ve que la gente le dio dos años más y ahora no se los da.
-Gobernar la Ciudad de Buenos Aires es muy distinto a gobernar el país.
-Sí, es muy distinto. De hecho, en la Ciudad de Buenos Aires ganó Larreta (Horacio, el jefe de Gobierno porteño) y ganó muy bien –casi por la misma diferencia que le sacó Fernández a Macri-. Es un gobierno excelente. Además Larreta ha sido políticamente muy generoso en la conformación de las listas, con muchos partidos que participan de un mismo frente. Ha hecho obras muy importantes, ha hecho un muy buen gobierno, con el crecimiento de zonas postergadas.
-¿Cree que Vidal tendría que haber desdoblado los comicios en la Provincia?
-Creo que lo que hicieron fue lo correcto, siempre hay que defender al Gobierno nacional y la manera de defenderlo era tratar de que Macri subiera. Además, los últimos días antes de las PASO fueron auspiciosos desde el punto de vista económico, y tres meses antes no eran auspiciosos.
-¿Cree que el Gobierno tiene tiempo de revertir la elección?
-Es una cuesta empinada, pero nada es imposible en política, todo puede cambiar unas horas antes de la elección. No me atrevería a decir que la elección está definida. Creo que el Gobierno va a ser una mejor elección en octubre.
-¿Cree que el radicalismo tendría que haber sido más escuchado por el Gobierno?
-Sí, por supuesto, nosotros fuimos a Gualeguaychú, fuimos el bloque que perdió, ya que propugnábamos una alianza más amplia, con Massa. Esto no prosperó porque Macri no quiso, y la verdad es que gobierno de coalición nunca hubo, las decisiones de gobierno las tomó siempre Macri y el PRO con su mesa chica. Y estaba en su derecho, porque es el Presidente. Muchas de esas decisiones no las compartimos y lo hicimos público, lo que no quiere decir que no hayamos acompañado y seguimos acompañando al Gobierno hasta el último día.
-¿Faltó diálogo, consensos?
-Faltaron consensos, diálogo hubo. La conducción de nuestro partido siempre habló con el Gobierno, pero las decisiones las tomaron ellos.
-¿Cómo imagina el posmacrismo?
-Mi posición es la de fortalecer el frente Cambiemos, con una diferencia fundamental, lo debe conducir el radicalismo. Queremos que desaparezcan las grietas y que el que gane haga una convocatoria a la unión nacional para sacar al país de la varadura.
-Traducido, entiendo que el radicalismo aspira a construir un candidato propio.
-Estamos en una democracia de candidatos y no de partidos. No tuvimos un candidato para competir con Macri, y ahora debemos construir un candidato, que seguramente va a ser Martín Lousteau.
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