La película Delfín, escrita y dirigida por Gaspar Scheuer, tiene a las ciudades de Los Toldos y Junín como locaciones principales de rodaje y contó con la participación de los actores juninenses Carolina Chaves, Luis Diez, Enzo Varela, Javier Mattioli y Alejandra Bosa.
En diálogo con Democracia, Carolina Chaves manifestó su deseo de haber logrado una mayor repercusión a nivel local, ya que Junín ocupa un lugar destacado en el largometraje.
- ¿Qué repercusión tuvo la película Delfín que se proyectó a nivel internacional, nacional y regional?
- La película tuvo muy buena repercusión, incluso estuvo seleccionada para el Festival de Cannes y se estrenó el 30 de mayo en el exterior. En julio se estrenó en Argentina, en los espacios INCAA y en cines privados de las ciudades que no cuentan con espacios INCAA. En Los Toldos estuvo tres semanas en cartelera y me quedé con ganas de que en Junín estuviera aunque sea una semana. Es una lástima porque somos seis actores que participamos de la película y gran parte de las escenas se rodaron acá. El resto en Los Toldos.
- Como cineasta, ¿cuál fue tu mayor desafío en esta experiencia?
- Yo fui convocada para dar una mano en el casting en Junín, me puse a buscar actores que pudieran participar de los personajes específicos que se buscaban. Fue hermosa la experiencia porque fue mucha gente, tenían un interés especial porque se trataba de un largometraje y es una experiencia que no se da muchas veces, por lo general, queda reducido a Capital Federal o ciudades más grandes. Entonces hubo muy buena recepción de la convocatoria. Después me eligieron para interpretar un personaje chiquito de la película y los días de rodaje fueron maravillosos porque tomar contacto como actriz, siendo cineasta, fue lindo y enriquecedor. Hacía tiempo que no hacía nada de manera profesional. Lleva mucho tiempo hacer producciones profesionales y las cosas que he hecho fueron pequeñas y muy costosas de realizar.
- El paisaje ocupa un lugar muy importante en la película, incluso hasta define a los personajes...
- Totalmente. La historia es chiquita desde la producción pero muy enriquecedora desde el personaje de Delfín y la relación con su padre. En la película está muy marcado el deseo de viajar a la gran ciudad –en este caso es Junín- y lo que implica el deseo del nene, de luchar por su sueño. Está muy bien trabajado. Hay un recorrido interesante en la ruta, cuando el nene llega a Junín, Delfín quiere ser parte de una orquesta y se ve parte de la ciudad, el centro. Se nombra todo el tiempo a Junín, porque él quiere venir para acá y llega solo, haciendo dedo.
- ¿Por qué se eligieron las ciudades de Los Toldos y Junín como locaciones?
- Se eligió porque el director es oriundo de Los Toldos. Es la segunda película que él hace en Los Toldos, pero la otra era de época. Creo que tiene que ver –pura y exclusivamente- con sus vivencias, con el amor que tiene por el lugar donde nació.
- ¿Qué temáticas se abordan en el largometraje?
- Es la búsqueda del sueño ante la dificultad de un padre muy humilde. Se busca retratar la vida en un pueblo donde no hay actividad cultural, algo tan básico desde las posibilidades. Más allá de eso, el sueño y las necesidades de cualquier persona, salir a buscarlo más allá de tu condición. Se retrata el vínculo padre e hijo porque la mamá de Delfín murió cuando él nació y la madre está presente en el espíritu de que no la conoció. Cuando el padre se da cuenta del deseo del niño, sale a buscar su sueño. Es enriquecedora, tiene mucho mensaje.
- ¿En qué te encontrás trabajando actualmente?
- Esta semana hicimos casting en Los Toldos, Rojas, Junín, Lincoln y Alem porque estamos trabajando para un largometraje que se llama “La barbarie” y se va a filmar en un campo de la zona. El personaje principal es un chico que vive en Buenos Aires y viene a buscar a su padre que vive en el campo… tienen una relación conflictiva. Es muy interesante. Estamos buscando gente porque quieren que los personajes de las personas de campo no sean estrictamente actores y que sepan de la vida rural.
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