Una pareja juninense, Facundo Forte y Melina PIquillou, se había propuesto unir Junín con Alaska a bordo de una motocicleta. Era un sueño que los jóvenes querían concretar desde hacía tres años y, finalmente, ayer partieron desde la Ciudad hacia el norte del continente americano.
La hazaña la están realizando en una moto de alta cilindrada –Yamaha 1200- con algo de dinero ahorrado, en busca de nuevas experiencias, y sabiendo que no hay una fecha de regreso (condicionamiento) a la rutina.
Con un sol radiante en una mañana brillante, alrededor de las 10.30, arrancaron el vehículo de dos ruedas y salieron hacia nuevos horizontes. Democracia fue testigo de ese momento en el que estuvieron presentes los familiares, amigos y los vecinos de la calle 9 de Julio al 450.
“Habíamos pensado pedirnos una licencia en el trabajo, pero serían unas vacaciones más largas de lo normal y la idea no era condicionarnos con el tiempo. La idea es conectar con los lugares y las personas que vayamos conociendo”, expresó Facundo a este diario.
El proyecto se llama “Moteo” y en unos meses estarán creando varias redes sociales en las que irán subiendo videos e imágenes de los lugares.
“El destino es Alaska, pero no el objetivo, ya que es un cambio de vida total para romper con los esquemas a los cuales estamos acostumbrados. Los tramos más largos calculo que serán de seis horas por día, pero entre tres y cuatro sería lo ideal”, dijo el motociclista.
“Fueron tres años de preparación. Hace unos meses dejamos de trabajar en una empresa de telefonía celular en la que estuvimos 11 años. Hace cinco me empezaron a dar las ganas de querer hacer algo en moto porque soy fanático de estos vehículos, junto a mi compañera de vida que al principio no le convencía la idea”, afirmó.
En ese sentido, Melina aclaró: “Nunca había viajado en moto y, como trabajábamos juntos, nunca nos coincidían las vacaciones, hasta que cambiaron al jefe y nos dio la posibilidad de empezar a hacer algunos viajes. En el primero nos fuimos hasta Chile cruzando la cordillera en dos ruedas. Desde ese momento no me quise bajar nunca más”.
“Desde mis 18 años, yo siempre viajé a Buenos Aires en moto por trabajo, y me terminé comprando una más grande con la que hice unas cuatro travesías. Y ahora, cuando decidimos hacer este recorrido hacia Alaska, hicimos un esfuerzo y compramos una más grande y los demás elementos para realizar el sueño”, confirmó el joven.
“No hay una ruta definida”
Más allá del destino final, la idea, que tienen los aventureros, es conocer América “todo lo que podamos. Ahora vamos a empezar a ir al sur argentino, luego Brasil, Paraguay y no hay una ruta definida. Bajar, nos gustaría por Chile a través de la Ruta Austral”, destacó PIquillou.
“Tenemos unos ahorros para tener una transición de algunos meses. Después vamos a ofrecer servicios de fotos y videos a hostel u hoteles; o hacer intercambios para conseguir un sustento y encontrarle la vuelta”, dijo Forte.
“Por ahora sabemos que vamos a ir a San Luis donde está la familia de Melina y después estaremos en Córdoba hasta que pase el frío, ya que queremos llegar hasta Ushuaia para empezar a subir desde ahí por la Ruta 40”, indicó.
Intercambio cultural
“Somos muy fanáticos de encontrar paisajes que no son conocidos turísticamente. Este año nosotros empezamos a recibir viajeros en nuestra casa y todos nos dejaron muchas experiencias lindas”, dijo Melina.
“Hay una aplicación en la que la gente ofrece su casa para los viajeros que también están en busca, simplemente por un intercambio cultural y sin costo”, explicó Forte.
“Va a ser un cambio en nosotros también, ya que hace siete años que vivimos juntos en la misma casa. Será una nueva etapa que será para bien y creo que la mente se alinea con eso, con mejor energía hacia uno mismo y al resto de la personas”, subrayó.