Sobre la recta final a las Primarias del 11 de agosto próximo, el miembro del directorio del Bapro afirmó: “Creo que el trabajo previo a las elecciones no difiere mucho en cada elección. Para mí hay una sola táctica que es la cercanía con la gente y no hay otra manera. Hace 30 años el mensaje se multiplicaba a través de los diarios, radios y televisión, mientras que hoy se agregan los medios digitales y las redes sociales. Pero lo mejor es escuchar a los vecinos transmitiendo nuestra inquietud y preocupación de lo que es la realidad de cada uno, proponiendo soluciones para lo que nosotros entendemos se podría hacer en Junín a partir de diciembre”.
“Indudablemente que el marketing político existe y tiene su influencia, como lo ha hecho Cambiemos, ya que si no le hubiera sido muy difícil ganar las elecciones en 2015 e inclusive en 2017. Más que políticas públicas hace ficción permanentemente, que para aquella persona que está en otro lugar le parece real”, señaló el ex jefe comunal juninense.
Y amplió: “A través de ese marketing veo cantidades de obras magnificas y lo que ‘nunca se hizo’ y eso a mucha gente le entra. Cuando uno mira los presupuestos nacional, provincial o local, dista bastante de lo que se ha ejecutado efectivamente y en relación a otros años. El de Cambiemos es un muy mal gobierno, que gobierna para hacer marketing y no para cambiarle la vida a la gente. Hay algo que supera a la ficción y es la realidad de las personas”.
“Todos los gobiernos hacen obras”
“Por supuesto que cuando uno mira las obras ejecutadas en la Provincia son un tanto más de las que hizo Scioli. Yo creo que todo tiene que ver con una presentación de que se está desbordando la Provincia de obras, pero cuando vamos a Arenales o a Viamonte vemos la situación en la que están las rutas. Todos los gobiernos hacen obras, pero no creo que ahora haya muchas más. Por ejemplo, en la autopista Junín – Luján, de 200 kilómetros tenemos 34 kilómetros que se han realizado en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. Hay siete que se han inaugurado recientemente, en la variante de San Andrés de Giles. La obra había que hacerla y es extraordinaria, pero que no nos mientan diciendo que están haciendo una autopista de Junín a Luján, cuando la realidad es que estamos en la mitad de los trabajos y falta mucho para que se complete”, sostuvo.
“Pareciera que antes vivíamos en la época colonial y que de golpe se hizo asfalto y cloacas. Lo cierto es que cada gobierno dejó lo suyo. Por ejemplo Junín, en 2017, no se inundó por la obra del Salado que se hizo en 2003 y 2005. Pero también gracias a que en la gestión de Abel Miguel se hicieron conductos de desagües pluviales importantes, como en gestiones anteriores. Cada uno de los que pasamos hemos hechos cosas”, remarcó.
“Ha habido gobiernos que tuvieron muy poca ineficiencia en ejecutar y otros que hemos tenido más, teniendo los mismos recursos”, indicó.
“A mí me parece una exageración todo esto de ‘estamos haciendo lo que no se hizo antes’, que nos lleva a pensar que antes vivíamos en chozas, que de golpe se hicieron las ciudades, las redes cloacales o de desagües pluviales, iluminación, plazas”, cuestionó.
-¿Por qué quiere volver a ser intendente?
-Creo que lo que me impulsa es mejorar la calidad de vida de los juninenses, que hoy no la tienen, ya que, más allá del asfalto, no tienen qué comer. Hay que recuperar el trabajo de mucha gente, y la vivienda. Creo que hay un déficit habitacional y no se ha hecho nada en los últimos cuatro años para darles soluciones a miles de juninenses, lo que también es una manera de generar trabajo, mejorar la actividad económica y la calidad de vida.
Tenemos la Unnoba, que ha crecido también en términos cualitativos, generando conocimiento, y eso no se ve reflejado en el trabajo y en el valor agregado. En 2013 pusimos en marcha el CITE, un polo tecnológico, y eso hoy se desarmó y no quedó ninguna empresa. No ha habido voluntad política en sostener eso. Creo que hay una visión del Estado municipal por parte del Intendente que se retrotrajo a la visión de los municipios de los años 60 y 70, con el llamado ‘alumbrado barrido y limpieza’.
El Municipio hoy es esencialmente el factor político de la ciudad, más allá de la injerencia que tenga en materia económica y judicial, vinculado con la seguridad. Nosotros por ejemplo compramos para la Fiscalía distintos elementos para que puedan hacer detección de llamadas. El municipio tiene que estar acompañando a la Justicia y a la Policía para que puedan funcionar mejor; a las pymes para que puedan desarrollarse; y a la gente para que tenga vivienda.
Creo que hay un rol que se ha dejado y hay que volverlo a tener. Estas son cosas que me motivan para volver a ser candidato, y volcar mi experiencia de todos estos años en la gestión municipal y en otros ámbitos para mejorar estas cuestiones que se han abandonado.
Junín ha dejado de ser un polo de atracción como hace 30 años atrás, cuando dejó de ser referencia en el noroeste de la Provincia, desde los espectáculos deportivos, artísticos, la producción y la prestación de servicios. Nos estamos diluyendo. Hoy vemos una ciudad que está triste. Hubo mucha gente que estuvo ilusionada en 2015 con el gobierno de Cambiemos y que hoy está decepcionada. Hoy hay que volverla a animar, a poner de pie la ciudad y creo que eso se puede hacer con determinación política.
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