Un juninense de 14 años pudo escuchar por primera vez gracias a una cirugía
Tras 10 años de lucha, David fue intervenido quirúrgicamente. Luego de varias terapias se le activó el implante auditivo. “Cuando escucha música, o los dibujitos en la televisión, se pone muy contento”, explicó la madre en diálogo con TeleJunín.
Llorar, sentir miedo o mostrar emoción son las reacciones más comunes de los niños y adolescentes que escuchan por primera vez el sonido de su alrededor mediante el implante coclear.
A tres años de su nacimiento en Junín, David fue diagnosticado con sordera y, tras 10 años de lucha de su madre Rosana, hace cuatro meses pudo recibir esta tecnología para poder oír y apreciar los sonidos del mundo, su respiración y el cantar de los pájaros.
“En la gestación dentro del vientre, no pudieron desarrollarse los oídos de mi hijo, por lo que nació sin audición. Me enteré que era sordo a los 3 años en el Hospital Garrahan donde fui muchas veces, y me hablaron del implante cloquear y que existía una posibilidad de recuperar la audición”, explicó la madre, en una entrevista con TeleJunín.
“Para David es un nuevo mundo: está en un proceso de reeducación y readaptación aprendiendo a hablar. Tiene mucho entusiasmo. Cuando escucha música, o los dibujitos en la televisión, se pone muy contento. El otro día me decía que oía las bocinas de los autos, y las motos. Además sabe cuándo golpean la puerta y la abre”, destacó.
“Los equipos que tiene incorporados tienen un vencimiento. Para eso, luego, tengo que generar un trámite y me los mandan de nuevo desde Buenos Aires, en una clínica de Caballito. Ahora está yendo a la escuela especial IPS y hace una vida normal”, subrayó.
Diez años después
“El tiempo de los trámites llevó unos 10 años, por lo que ahora pudieron operarlo, más allá de que finalmente IOMA me cubrió los gastos, ya que no me los querían reconocer y hace 14 años trabajo como empleada municipal”, afirmó Rosana.
El doctor Pablo Malabia (otorrino) fue quien “comenzó a hacerle los estudios a David, por lo que empecé a contactarme con la mutual que continuamente me rechazaba la operación, ya que siempre le encontraban una falla a mi papelerío”, destacó la madre.
“Hasta que un día pude comunicarme con una abogada y pude hacer un recurso de amparo. Tras un tiempo de idas y venidas, el médico Dr. Daniel Orfila lo operó en la Clínica La Pequeña Familia hace cuatro meses”, indicó.
“Hoy, David es como un niño que tiene que empezar a hablar y ahora está yendo a la fonoaudióloga. Todo el tratamiento entra en la cobertura, gracias al recurso de amparo”, concluyó.
El implante cloquear
Desde que en 1957 los doctores franceses André Djourno y Charles Eyrés insertaron por primera vez un hilo de cobre dentro del oído interno de un paciente, logrando que fuera capaz de percibir el ritmo del lenguaje, cada 25 de febrero (fecha de la implantación) se conmemora el Día internacional del Implante Coclear.
Se trata de una técnica cada vez más efectiva y desarrollada con la última tecnología que puede describirse como un “milagro científico”, y que permite a personas que nacen o padecen una sordera grave, poder escuchar. Muchas veces, en su primera vez, con todo lo emocional que significa para la persona o sus seres queridos.
En Argentina, la operación de implantación coclear se realiza desde 1986 con miles de casos exitosos. Sin embargo, aún hay decenas de padres que no saben que cuentan con esta solución tecnológica -dispositivos de audición- que pueden cambiar la vida de sus hijos.
“El implante coclear es una solución efectiva para personas con pérdida auditiva de grado severa a profunda. El aparato que hace posible la audición consiste en un dispositivo electrónico que consta de dos partes: un implante interno que se coloca debajo de la piel mediante una cirugía y un procesador de audio externo situado detrás de la oreja o por encima de ella que es sujetado por medio de un imán a la parte interna”, explicó el doctor Santiago Luis Arauz, director del Instituto Otorrinolaringológico Arauz.
Según detalló Arauz, el procedimiento se realiza con anestesia general en una incisión de cinco centímetros detrás de la oreja, para colocar en forma interna un dispositivo con un cable de electrodos dentro del oído interno o cóclea, el lugar donde se perciben los diferentes tipos de tonos, agudos, medios y graves.
“El procesador externo capta los sonidos y el implante los transmite directamente al nervio auditivo a través de una guía de electrodos implantados quirúrgicamente en la cóclea”, agregó el especialista,º miembro de la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología (Faso).