Agroinvest exportó inoculantes a Paraguay y Brasil para 120 mil hectáreas de soja y maíz
A través de Biomen, la empresa está pronta a recibir la habilitación de ANMAT de una innovadora propuesta en el campo de la salud.
La firma Agroinvest que funciona en el Parque Industrial de nuestra ciudad realizó ayer la exportación de inoculantes para soja y maíz por un total de 120 mil hectáreas que fueron despachadas rumbo a Paraguay y Brasil.
En una entrevista exclusiva con TeleJunín, su titular, Juan Francisco Menéndez destacó el trabajo que realizan desde hace 18 años y la innovadora propuesta para el ámbito de la salud que será prontamente habilitada por el ANMAT: el tercer sistema de hemocultivo del mundo para detectar septicemias.
En el evento que se realizó en el marco de la exportación de los productos, Menéndez estuvo acompañado por Hugo Tolosa, gerente comercial de la firma Puerto Seco y el secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Albarello, quien asistió en representación del Gobierno de Junín y quien recibió una carta para ser remitida a Carlos Chiale, director de ANMAT y a los ministros de Salud de la Provincia y la Nación.
El comienzo de Agroinvest
En las propias palabras de Menéndez, “Agroinvest es una empresa que hace biológicos, inoculantes básicamente. Biomen es una empresa netamente de tecnología que comenzó hace cinco años”.
Agroinvest comenzó como proyecto innovador en el programa Incubadora de Empresas, a cargo de la universidad y el gobierno de Junín.
Una anécdota que parece particular, pero que sin dudas fue clave, es que como el proyecto no había sido aprobado, Menéndez decidió ir a la casa de cada uno de los que habían desaprobado la idea para buscar las razones. Según contó, la respuesta fue que el proyecto era “muy irrealista, muy soñador”.
Y luego de convencerlos de que se podía hacer, comenzaron en Incubadora de Empresas.
“Soy farmacéutico y dormía en la planta por si se quedaban sin aire los fermentadores y porque si eso pasa se contaminan, se despresurizan. En ese momento dormíamos en la planta y era muy loco, nos despertábamos si no había ruido. Ese fanatismo por lograr un producto, la excelencia del producto nos llevaba a dormir en la planta”, contó.
“Veníamos muy bien con Agroinvest, los inoculantes eran considerados de los mejores del país y una firma cordobesa que no tenía planta nos pide inoculante de soja para 500 mil hectáreas. Pedimos un anticipo de 600 mil dólares y comenzamos a hacer en tiempo récord la planta. Una planta de inoculantes lleva normalmente dos o tres años, nosotros teníamos la planta andando en seis meses y un convenio de abastecimiento que había que cumplir”. A los de soja se le suman luego los inoculantes para trigo y también las exportaciones.
“Aparte de soja nos piden para trigo y con los años, visitamos otros países y empezamos a exportar que es un poco lo que nos reúne, una exportación de conocimiento. La exportación de un biológico, un producto que tiene mucho valor intelectual”, aseguró.
Biomen, expandirse en el campo de la salud
De las entrañas de Agroinvest nace Biomen, que como explica Menéndez, “nace a pedido de otras empresas, una de ellas Dupont que precisaba compatibilidad de semillas entonces hicimos un estudio de compatibilidad. Luego Monsanto, e hicimos la máquina para detectar soja intacta”.
A ella se suma una empresa de origen australiano, que solicita el desarrollo de un coadyuvante especial. Así surge Biomen.
“La frutilla del postre y lo que estamos haciendo desde hace cinco años es el tercer sistema de hemocultivo del mundo que es para ver si hay septicemias”, explica el titular de la firma, lo que significa un gran avance en el campo de la salud.
“La ventaja del sistema es que el frasco es de detección visual: consta de un equipo que ve el cambio de color. El frasco que hicimos nosotros, y por lo que ganamos premios y fue catalogado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, es que cambia de color el sensor de dióxido de carbono y no hace falta un equipo asociado. Ello lo hace inclusivo porque un equipo de hemocultivo cuesta más de 10 mil dólares y en el caso de Junín hoy hay funcionando nada más que en el hospital”.
El sistema, según Menéndez, “propone un diagnóstico precoz ante la terapia antibiótica y disminuye la mortalidad antes de dar el antibiótico”.
El antecedente en el mundo es que hay dos sistemas de hemocultivo automáticos.
“No hay antecedentes de que haya un sensor de dióxido de carbono que cambie de forma visual”, aseguró.
El ANMAT propuso inspeccionar para habilitar la planta en 45 días, en lugar de 8 meses, por considerarlo innovador en el diagnóstico in vitro de detección precoz de infecciones hospitalarias.
Los productos exportados
Para 100 mil hectáreas, los productos que se exportaron fueron FullBacter Soja con APM y Fungicida: Fullbacter Soja es un inoculante para el tratamiento de semilla de soja. Las bacterias específicas para la inoculación de las distintas leguminosas varía de acuerdo a la especie en cuestión, en soja la bacteria se llama BradyrhizobiumJapónicum. Su formulación es totalmente líquida, y contiene dentro de la misma un protector bacteriano específico para proteger a la bacteria, este protector le confiere resistencia a las altas temperaturas y a la desecación.
Para 20 mil hectáreas de trigo se exportó FullBacter Trigo con APM: es un inoculante líquido formulado con bacterias específicas de Azospirillum basiliense, y contiene dentro de la misma un protector bacteriano específico para proteger a la bacteria, este protector le confiere resistencia a las altas temperaturas y a la desecación.
Hugo Tolosa, titular de la firma Puerto Seco destacó sobre la exportación: “Es mucha satisfacción, hace ya 20 años que estamos brindando servicios de logística nacional e internacional, aparte somos despachantes de aduana, agente de transporte aduanero y operamos el Puerto Seco que es una herramienta fundamental para las pymes que facilita las exportaciones. Facilita las cargas y es un valor agregado en la entrega, con la aduana en el lugar de fábrica”.
Asimismo, Tolosa destacó “la seguridad jurídica, ya que el exportador al ser liberado en el Puerto Seco de Rojas, la mercadería ya está exportada como si hubiera salido del país, como si hubiese cruzado la frontera argentina y eso es muy valorado por el cliente del exterior”.
Fijar las metas, más allá de lo económico
“Los que logramos hacer cosas tenemos una épica o un sueño más allá del dinero. Muchos nos ayudan y sin plata. Precisamos una épica y un objetivo común más allá de lo partidario, de lo personal y en este caso son motivadores los desarrollos como salvar vidas y tener un sistema de diagnóstico in vitro”, destacó Menéndez.
“La política debe ayudar porque uno puede hacer ciencia pero si esa ciencia no es adoptada y no tiene visibilidad queda en desarrollo. Lo principal es darle visibilidad.