Qué es la septicemia

La septicemia, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se produce cuando el sistema inmunológico, o la forma en la que el cuerpo responde ante los organismos infecciosos, se sobrecarga.
El problema inicial puede ser leve y comenzar en cualquier parte, desde un corte en un dedo hasta una infección urinaria, por ejemplo. Pero cuando el sistema inmunológico exagera su respuesta, puede causar un ataque indeseado y catastrófico en el cuerpo.
Afecta a unas 20 millones de personas al año y si no se trata, puede generar reacciones como shock, falla de los órganos, e incluso la muerte.

Más mortal que el cáncer de mama y próstata
La sepsis causa la muerte de al menos ocho millones de personas en el mundo anualmente. Las ocho millones de muertes a causa de la septicemia en el mundo revelan que es más letal que el cáncer de mama, por ejemplo, que se cobra la vida de unas 500.000 mujeres al año. Además, es la principal causa de muerte por infección en el mundo.
En América Latina, no existen datos generales sobre la mortalidad a causa de la septicemia, pero sí hay una constante en los informes que se publican sobre el tema: una alta tasa de mortalidad entre mujeres se da por casos de sepsis en el momento de dar a luz."Hay datos que apuntan a que la septicemia y las infecciones generalizadas graves podrían ser más frecuentes y acarrear mayor mortalidad en países de América Latina que en países desarrollados", anotó el médico investigador de la Universidad de Antioquia de Colombia, Fabián Jaimes. Un estudio en Inglaterra reveló que la septicemia mata a más gente que los tres tipos de cáncer más frecuentes juntos.

Difícil detección
La septicemia puede causar la disminución de la presión sanguínea o la aceleración del pulso. Los expertos dicen que la base del problema es que la septicemia, a menudo descrita como una asesina silenciosa, puede tener numerosas caras. En algunos casos, puede ser muy obvio que el paciente tiene presión baja y temperatura alta.
Los pacientes pueden respirar rápidamente y tener un pulso acelerado, por ejemplo. Pero al inicio, estos síntomas pueden ser confundidos con influenza u otras infecciones.