Con el objetivo de controlar la triquinosis, el municipio de Junín realiza constantes operativos de inspección con el énfasis puesto en la prevención de esta patología y la seguridad alimentaria de las personas. Los mismos se llevan a cabo tanto en la Cabina Sanitaria (CS) con los derivados de cerdo que llegan al partido provenientes de frigoríficos y productores particulares de chacinados, como también a través del examen de muestras que tiene lugar en el Laboratorio de Bromatología e Hidrobiología. Asimismo, las autoridades del área de Salud hicieron referencia a la sintomatología que produce la enfermedad y los cuidados que hay que tener para evitar el contagio de la misma.
Precisamente, el médico Carlos Lombardi, secretario de Salud del municipio, afirmó: “Todos los años en nuestra ciudad por lo general aparecen algunos casos de triquinosis que afortunadamente son aislados y esto se debe gracias al intenso trabajo de prevención que el Gobierno de Junín lleva a cabo mediante controles en cerdos y chacinados”.
Seguidamente, sostuvo que “se trata una patología extendida en el mundo y que se vincula al faenamiento de cerdos sin control, si bien hay condiciones medioambientales y de higiene que favorecen la ingestión de estas larvas por parte de los animales”.
Una enfermedad parasitaria
Desde el punto de vista de la medicina, Lombardi explicó que la triquinosis “es una enfermedad parasitaria producida por la Trichinella spiralis que suele estar en los intestinos normalmente, pero que sus larvas tienen la posibilidad y capacidad de penetrar a través el torrente sanguíneo y alojarse en los músculos donde forman quistes”. También hizo referencia a la sintomatología de la misma al detallar que “esta patología tiene un periodo de incubación que dura entre una y dos semanas, que se manifiesta en síntomas como la mialgia, es decir, dolores musculares como también edema de párpados, hinchazón de ojos con dolor e irritación en la zona. También es posible que aparezca fiebre y otros compromisos que si no se detectan y tratan a tiempo pueden conducir a complicaciones más severas”.
El funcionario resaltó que “tanto la cocción como la refrigeración absoluta inhiben el desarrollo del parásito, pero no sucede lo mismo con los chorizos caseros, salamines, fiambres y productos que consumimos con mucha frecuencia en esta zona y que se elaboran en lugares con pocos controles”. En este marco, también afirmó que “es muy importante que la población se concientice sobre la importancia de consumir este tipo de productos fabricados en lugares con reconocidos controles; la medida más eficaz es cocinar toda la carne correctamente”.
Prevención
Por su parte, la médica veterinaria Agustina Cacheiro, coordinadora de la Dirección de Zoonosis, señaló que “como bien dijo Carlos, el trabajo fundamental está en la prevención de la enfermedad, si bien la cocción de la carne mata a la larva, igualmente un animal que ya se encuentra parasitado con triquinella no se puede consumir porque no se sabe la carga larvaria y el mecanismo de cocción utilizado, por lo tanto, no podemos estar seguros de la muerte de las larvas”.
Asimismo, Cacheiro aclaró que “no hay ningún problema con la faena domiciliaria que es muy cultural en nuestra zona y que, de hecho, se permite para autoconsumo, pero lo que pedimos es que tomen una muestra y la lleven al Laboratorio de Hidrología y Bromatología que tenemos en la Municipalidad, en donde se hace la digestión enzimática de la carne. Se toma una muestra de músculo, por lo general entraña, o de las zonas intercostales o de las masetas ya que son los músculos de mayor irrigación y que mayor actividad tienen a lo largo del tiempo”.
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