La siembra de trigo en Junín y la zona va por delante de las anteriores cinco campañas y se lleva implantado alrededor de un 30% de lo previsto, con un avance lento y trabajoso, que debido a tanta humedad provoca que se trabaje unas pocas horas por día.
En este sentido, Rosana Franco, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) Filial Junín, afirmó ayer a Democracia que “venía bien la siembra, pero las últimas lluvias retrasaron mucho. Calculo que sembrado habrá un 30 por ciento, ya que hay muchos lotes con demasiada humedad. Si tenemos entre 6 y 7 días de sol y viento se retomaría la siembra”.
Y agregó: “Va a haber una siembra importante, pero falta mucho para saber si será una cosecha récord. No sabemos cómo se comportará el clima hasta diciembre y hay incertidumbre con el tema del precio también”.
Zona Núcleo
"Hay numerosas zonas con barro y excesos de agua que siguen dificultando los trabajos en el centro sur de santa fe y el este de Córdoba", sostuvo la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Allí las altas condiciones de humedad limitan la capacidad de trabajo diaria a unas cuatro o cinco horas, "pero nadie afloja, hay un febril esfuerzo en sembrar la mayor cantidad posible de lotes con ciclos largos, cuando ya se está sobre el límite de tiempo".
"Incluso se avanza sobre lotes que no tienen condiciones de siembra y empiezan a notarse graves problemas de implantación, con emergencias muy desparejas. Pero el apuro está en que nadie quiere quedarse sin sembrar lo que proyectó. Y en esta semana, muchos productores decidieron sembrar más hectáreas, aumentando la apuesta por el trigo", indicaron los autores del reporte.
Pero el problema es la semilla: "Hay que pasar a sembrar ciclos cortos y la semilla no alcanza para todos. En los últimos días de la ventana de siembra de los ciclos largos, los pronósticos de lluvias le pondrían fin a la siembra de estas variedades", dijeron.
Sin embargo, los buenos precios del cereal, la necesidad de hacer rotaciones y financiarse y la falta de disponibilidad de semillas de ciclos más cortos hará que muchas variedades del largo se siembren igual, aunque queden implantados fuera de la fecha óptima para su crecimiento.
El norte bonaerense lleva el mayor avance de las últimas campañas, se ha sembrado casi la mitad de la superficie intencionada, mientras que en los últimos ciclos el avance era de tan sólo un 15% en promedio.
En tanto las aplicaciones de nutrientes también están afectadas por la alta saturación de humedad en las capas bajas de la atmósfera. Los fertilizantes a granel no corren por las máquinas, se apelmazan, "se está aplicando igual, pero en condiciones que no son las adecuadas", añadieron.
"También hay atrasos en la aplicación de tratamientos de control de malezas en barbechos largos para maíz y soja. Se especula con la aparición de heladas para atemperar las malezas y realizar aplicaciones más eficientes", manifestaron.
Queda por cosechar la última tanda de maíces, los sembrados en diciembre que no terminan de secarse.
Presupuesto
El clima y los mercados permiten anticipar una interesante campaña de trigo 2019-2020 que algunas estimaciones anticipan será récord; sin embargo, los productores que quieran hacer el cereal de calidad deberán hacer números ya que las malezas resistentes a los herbicidas instalan un nuevo frente de gastos en el cereal.
Una de las variables más importantes a considerar es el clima, así como también los mercados, puesto que en función de cómo se anticipen las cotizaciones comenzará el armado de números para establecer la estructura de costos de cada planteo.
En diálogo con Juan Caporicci, de FMC, surgen algunas aristas que bien vienen para disipar las dudas de los productores. "Vemos un poco más de previsibilidad en la campaña de trigo que en ciclos anteriores, en especial por lo climático ya que ha llovido lo necesario para encarar la siembra, y porque los mercados internacionales parece que demandarán más trigo local, en especial Brasil. Sin embargo, hay que ser claros y considerar que este ciclo también surge nuevos contratiempos como la aparición de mayor presión de malezas en el cereal que en años anteriores", explicó el especialista de FMC.
Expresó que "hay buenas intenciones de sembrar 6,5 millones de hectáreas y creemos que están dadas las condiciones para que finalmente sea ése el número".
Por otra parte, la cebada aún no está definida por temas de precios, y eso llevará a más productores a inclinarse por el trigo", analizó Caporicci.
Respecto del precio, lo consideró en un buen nivel: "Hablamos de 180 a 200 dólares la tonelada que, si bien no es el máximo histórico, resulta un número interesante para armar un presupuesto".
Ahora bien, en un escenario en el que lluvias, precios y clientes parecen relativamente definidos, empieza el armado de costos en el que la protección del cultivo cobra importancia; los problemas de Rye Grass resistente plantean un dolor fuerte de cabeza y complican los gastos.
En palabras de Caporicci: "El trigo siempre necesita de la aplicación de fungicidas, pero ahora también se ve amenazado por el control de malezas; el que tiene problemas de Rye Grass y Conyza va a gastar unos US$ 40 adicionales por hectárea".
"Antes gastaba unos US$ 30 dólares y hoy deberá gastar entre 60 y 70 dólares por hectárea", indicó al referirse a la aplicación de herbicidas.
COMENTARIOS