Cuatro trabajadores formales que quedaron desocupados piden diariamente en la UDAI Junín de la Anses el subsidio por desempleo, según lo confirmó ayer a Democracia el titular del organismo previsional en el ámbito local, Walter Petrecca.
“Generalmente dábamos cinco turnos diarios. Ahora tenemos cuatro turnos diarios y un horizonte bajo, de dos días, o sea que si la persona pide el turno hoy, lo obtiene a las 48 horas”, señaló el funcionario. En promedio, en el mes suman más de 80 los pedidos de ayuda monetaria de juninenses que fueron despedidos de sus empleos formales.
“El monto del subsidio varía mucho, el trámite de desempleo es de lo más complejos, tiene que ver con la antigüedad, con el monto que cobraba, es bastante particular para cada personas, son hasta 24 cuotas”, dijo.
Y agregó: “La dinámica es normal, por supuesto considerando que hay un índice de desempleo a nivel nacional de 9,1% aproximado. Con estos cuatro turnos diarios se cubre perfectamente la demanda. Hoy si pedís un turno lo tenés en dos días aproximadamente, quiere decir que la demanda se cubre bien. En un momento llegamos a tener catorce turnos diarios, en 2005 el desempleo era de 17,3%, en 2011 era de 10,5% y en ese momento se daban cinco turnos diarios, que se mantuvo bastante, ahora dimos más atención a los créditos y bajamos a cuatro turnos diarios, pero la demanda se cubre perfectamente, con lo cual no hay ningún tipo de situación de desborde ni mucho menos”.
“Por supuesto que falta mucho por hacer en términos de generación de empleo, pero es muy sectorizado también, probablemente si hablás con alguien del sector agrícola ganadero te va a decir que se está trabajando bien, y quizás algún sector, que está más golpeado, como el textil, puede tener una situación más compleja por la coyuntura, pero la dinámica es normal y es la que se vive habitualmente”, afirmó.
Críticas de la oposición
Para la concejal y precandidata a intendente de Junín por Unidad Ciudadana, Victoria Muffarotto, el empleo en Junín, como en el resto del país, está pasando por un momento muy complicado. “Prácticamente no hay sector económico que no esté en crisis. Los tarifazos y la inflación resintieron muchísimo la capacidad de compra de los salarios, así que el consumo se desplomó. Hoy las familias destinan al pago de luz y de gas lo que antes destinaban a esparcimiento, comida, indumentaria, útiles para los chicos. Eso hace que los comercios vendan menos, ajusten su personal o directamente cierren. Las pymes que fabricaban para esos negocios pasan por el mismo bajón y también reducen personal u horas de trabajo. Más que el empleo, es el trabajo en general lo que está complicado, porque a los cuentapropistas o a los empleadores también se les está haciendo muy difícil”, afirmó ayer, en diálogo con Democracia.
Y agregó: “Lo que más nos desorganizó la vida durante el desastroso gobierno de Macri es justamente la pérdida de trabajo. Cuando hay trabajo, todo lo demás se va resolviendo. Por eso nosotros, como siempre lo hizo el peronismo, lo defendemos con uñas y dientes. Y vamos a volver a reconstruir al país a partir de la recuperación del trabajo”.
Santiago Aguiar, referente económico del Frente Renovador, afirmó a este diario: “Junín está sufriendo lo mismo que el resto del país en términos de crisis, si bien en Junín tenemos una estructura social donde no hay tanta marginalidad ni tampoco estratos demasiado elevados, tenemos una sociedad más bien trabajadora, de clase media, media baja, que lógicamente sufre los efectos de la crisis. En el caso laboral de Junín, el último censo laboral dio que solo uno de cada diez empleos es generado por la industria, lo que revela la terrible dependencia que tenemos del derrame de sectores como el primario hacia el comercio y los servicios y de los empleados públicos para sostener la estructura comercial que tiene Junín. En este escenario de caída del consumo tan importante, los primeros que sufren son los comercios, no solo de venta de productos, sino también restaurantes, hoteles. Junín, por su estructura particular, puede sostener un poco más esta crisis, por el nivel de ingresos, pero lo cierto es que muchas pymes locales están trabajando a pérdida y tratan de no achicar su estructura por lo que le cuesta capacitar a los empleados.
“El aumento del desempleo de los últimos tiempos no se reflejó aún en los datos del Indec, pero muy probablemente hoy estemos por encima de los dos dígitos, en un 10 o 12 por ciento y la pobreza está bastante por encima del 30%. Lo que habría que hacer en Junín es implementar políticas municipales de estímulo al sector más vulnerable de la sociedad, que es aquel estrato social o económico que no accede al sistema bancario, desde pequeños emprendimientos a pymes, con mucha capacitación para optimizar procesos productivos, articulaciones con organismos, disminuciones de tasas, pero no dejan de ser paliativos a una situación económica que es muy grave y de la cual Junín no está exento. Hoy Junín está sufriendo los coletazos de la crisis. El intendente no se pone al frente de las necesidades de las pymes y los comercios de Junín, nunca lo ha hecho, ni cuando empezaron los tarifazos, y tampoco ahora, por eso esperamos que la gestión cambie, a nivel municipal, provincial y nacional, para que el crecimiento sea posible”, añadió.
Récord en el país
Más de 50.000 trabajadores formales que quedaron desocupados pidieron, y pasaron a cobrar, la prestación por desempleo en los últimos tres meses de 2018. Así, la cantidad de trabajadores formales despedidos sin causa que están cobrando el seguro por desempleo alcanzó el récord mensual de 118.268 personas, según los datos de la Anses a diciembre pasado, de la serie que arranca en enero de 2013.
El número de desocupados que están solicitando esa prestación es récord. En noviembre se les otorgó a 17.953 trabajadores y en diciembre a 17.276, frente a 11.614 en noviembre de 2017 y 10.791 en diciembre de 2017. Esta mayor demanda de la prestación por desempleo está en línea con el aumento del desempleo que reportó el Indec, elevando a 1.750.000 el total de los desocupados urbanos.
El aumento del número de beneficiarios de las prestaciones por desempleo se nutre de la caída del empleo asalariado privado por falta de trabajo u otras causas ajenas al trabajador.
El monto de la prestación por desempleo equivale a la mitad de la mejor remuneración neta mensual, normal y habitual de los últimos 6 meses trabajados. Sin embargo, tiene un techo tan bajo que en promedio, en diciembre, los 118.268 desocupados cobraron $ 3845, un 12% del sueldo promedio de los activos. Y eso pasa porque actualmente ese beneficio, que es transitorio encuentre o no el trabajador un nuevo empleo- desde marzo pasado tiene un tope de $ 4428, que anula el de la mitad del promedio salarial semestral.
El tiempo o plazo de cobro de este beneficio depende de la antigüedad que registre el trabajador en el último empleo. Y puede percibirlo entre 2 y 12 meses como máximo. En diciembre, por ejemplo, dejaron de cobrarlo o fueron dados de baja 15.313 beneficiarios.
Se estima que el número de trabajadores que van a solicitar este beneficio debería aumentar más. Es que el Ministerio de Producción y Trabajo informó que, a febrero pasado, se perdieron 31.800 empleos y en un año hubo una disminución de 159.400 asalariados privados ocupados.
Proyectan desempleo al 11% para junio
El impacto de la volatilidad financiera hará aún más lenta de lo previsto la recuperación del crecimiento económico en la Argentina, según un reporte de un banco privado difundido hoy, que proyecta un desempleo del 11% para junio, tras el 9,1% con que cerró 2018.
"La gran pregunta es si el próximo gobierno podrá contar con el capital político suficiente para encarar las reformas del sistema tributario y del mercado laboral, necesarias para mejorar la competitividad y potencial de crecimiento de la economía argentina", sostiene el estudio.
Esto ocurrirá a pesar de que, en el plano externo, las noticias económicas evolucionaron mejor de lo esperado con una Reserva Federal que dio una vuelta en "U", indicando que finalizaría este año el ciclo de retiro de estímulos monetarios y suba de tasas de interés y alejando temores de una recesión en EEUU.
Así lo consignó un reporte presentado por BBVA Research Argentina para el segundo trimestre de 2019. El trabajo sostiene que el "crecimiento global se ha ralentizado más de lo esperado en los últimos meses, reforzando los temores de una "brusca desaceleración" de la actividad económica.
En este entorno, la Fed y el BCE han cambiado su hoja de ruta y han anunciado nuevas medidas de estímulo monetario. De manera similar, en China se han adoptado políticas expansivas adicionales, tanto fiscales como monetarias.
Según este trabajo, la pausa en el retiro de estímulos monetarios en los países centrales, sin duda favorecerá los flujos de capitales hacia mercados emergentes, pero la Argentina por el momento no se ha visto beneficiada por este cambio ya que sobre el país aún pende la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones presidenciales y la capacidad del actual programa económico para estabilizar la macroeconomía.
El estudio advirtió que el optimismo inicial sobre la efectividad del esquema monetario-cambiario se vio malogrado por los decepcionantes datos de inflación de enero y febrero (2,9% y 3,8% respectivamente) que pusieron en duda si había fundamentos para una baja tan rápida en la tasa de Leliq (más de 30 pp hasta mediados de febrero) y se reflejaron en una abrupta depreciación del peso.
El BCRA se vio obligado nuevamente a endurecer la política monetaria decidiendo sobre cumplir la meta de crecimiento de la base monetaria y las tasas de interés recuperaron rápidamente niveles superiores a 68%.
Si bien la base monetaria cayó 8% desde fin de año luego de haberse eliminado todos los factores que en el pasado provocaban expansión de dinero, todavía viene creciendo a una tasa interanual del 30% debido principalmente al desarme de las Lebac durante la segunda mitad del 2018.
Este efecto debería ir diluyéndose gradualmente, y si la política monetaria funciona con cierto rezago, la estrategia actual del Banco Central debería contribuir a reducir el factor monetario como causa de la inflación, dice el informe.
El trabajo alerta que el tímido crecimiento de la economía será insuficiente para reactivar el empleo (que se contrajo en 4T18) y la oferta de trabajadores continuará creciendo por encima de la demanda impulsada, además, posiblemente por la necesidad de suplementar ingresos familiares con un "trabajador adicional" ante la fuerte caída de los salarios reales de 2018.
"El desempleo trepará gradualmente así hasta valores cercanos al 11% en 2019 lo cual puede moderar las demandas salariales de cara al proceso de paritarias que se inicia de lleno en los próximos meses", indicó el informe.
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