Como cada año, para la celebración de Pascuas, en el comedor Los Totoreros, que se sostiene con el esfuerzo de Silvina Arán y quienes colaboran desinteresadamente realizaron huevos de pascuas para los chicos que cada sábado, domingo y feriado asisten al lugar a almorzar y merendar.
Aparte de agradecer las donaciones que distintas personas acercaron al comedor, así como las colaboraciones diarias para darle de comer a los 45 chicos que almuerzan en Los Totoreros, Silvina y algunas mamás del barrio realizaron cincuenta huevos de pascuas, luego los decoraron y los envolvieron para entregar a cada chico. Además también hicieron figuras de chocolate.
3 años de solidaridad
La historia de Los Totoreros, ubicado en el barrio del mismo nombre, en cercanías de la Escuela 17, se remonta a tres años atrás cuando de la mano de una mamá del barrio, Silvina, que también es mamá de cuatro hijos, comenzó a trabajar para brindarles el almuerzo a los chicos del barrio.
Poco a poco se sumaron más chicos y más comidas ya que si bien se realiza el almuerzo, muchas veces se suma la merienda.
Luego lograron realizar mejoras al salón donde hoy son 45 chicos los que se acercan a comer lo que prepara Silvina y los voluntarios que colaboran.
Un galpón
La historia del comedor empezó a forjarse en un galponcito de chapa y piso de tierra, sin agua y sin servicios pero que hoy ha cambiado por completo y planea seguir mejorando con la ayuda de los voluntarios que acompañan y el paso firme de Silvina, la joven mujer de 37 años que sostiene y lleva a delante el comedor.
De a poco y con gran esfuerzo, el comedor se fue ampliando: hoy cuentan con agua, electricidad y se colocaron mesadas y piso en todo el salón.
50 sonrisas
En el transcurso de la semana pasada, Silvina y algunas mamás comenzaron a elaborar los huevos y figuras de chocolate para los chicos, con quienes hoy celebrarán la Pascua.
Del mismo modo lo hacen con cada día especial como Navidad, llegada de Reyes y Día del Niño para el que puedan aportar no solo pan dulce o roscas sino juguetes y golosinas para los agasajados.
Los chicos pasan varias horas en el comedor y es por eso que tanto Silvina como los voluntarios buscan generar actividades para que ellos sean partícipes.
Amasan, hacen tortas, pastafrolas.
Hoy se trata de un día diferente, en el que estos huevos de pascuas, elaborados con amor y solidaridad en manos de estas mamás, van a provocar 50 sonrisas en los rostros de los chicos del comedor. Sin dudas será un día distinto. Un día especial para todos.
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