Comenzaron a gestar los trabajos finales en la variante de San Andrés de Giles dentro de un campo expropiado, una obra perteneciente al proyecto de la autopista de Ruta Nacional 7 de 196 kilómetros, entre Luján y Junín (Corredor Vial C).
Se trata de un “bypass” de 8 kilómetros, transformado en autovía semi-urbana, que nace en el km 98 (donde comienza hoy, la autopista) y se acopla a la traza original en el 106, que rodea el casco urbano de esa ciudad.
Desde Vialidad Nacional informaron que ahora se están colocando las capas finales de asfalto y las barandas de seguridad. Además, en las próximas semanas iniciarán con las tareas de demarcación en la calzada.
Con el objetivo de evitar que el tránsito atraviese esa localidad, este nuevo recorrido cuenta con tres distribuidores y un cruce de alto nivel sobre la RP 41, zona crítica por el alto índice de accidentes viales que conecta con las rutas nacionales 3, 205, 5, 7, 8 y 9.
“La obra de la autopista RN7 mejorará las condiciones de vida de los vecinos de Luján, San Andrés de Giles, Carmen de Areco, Chacabuco y Junín. Disminuirá los tiempos de viaje y los siniestros viales, principalmente los frontales”, afirmaron desde Vialidad.
Bypass de Chacabuco
La obra del bypass, de 23 kilómetros en Chacabuco, se encuentra paralizada desde diciembre de 2018 por problemas financieros en la Unidad Transitoria de Empresas (UTE), que demoró una parte del plan principal de 196 kilómetros que, más allá de ese inconveniente, avanza a buen ritmo.
En una reunión, el senador provincial, Agustín Máspoli afirmó que el Gobierno nacional tomó la decisión de rescindir el contrato a esas compañías (Arroyos SA, Homaq SA y UCSA), que además estaban contratadas para el tramo Carmen de Areco - Chacabuco.
De esta manera, confirmó que los trabajos se volverán a licitar, mientras que las dos obras fundamentales para la terminación de la autopista, quedarán paralizadas.
Actualmente, están en construcción los tramos Chacabuco – Junín y San Andrés de Giles – Carmen de Areco (40 kilómetros) donde, además del continuo movimiento y compactación del suelo, se empezó a colocar brea y los distribuidores que conectarán con caminos rurales.
Solo continúa sin ejecutarse el trayecto entre Areco y Chacabuco, que -si bien ya estaba licitado y en proceso de mensura- en el plan original del año 1969 no estaba comprendido. Las empresas encargadas de hacer esos 70 kilómetros, eran las mismas que estaban construyendo la variante paralizada.
La obra consiste en labores de arte menores y ampliaciones de obras de arte existentes; construcción de distribuidores (8), de puentes sobre A° Lamela y sobre A° Ranchos; demarcación horizontal, señalización vertical e iluminación de los intercambiadores mencionados.
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