“Hay un colegio agrotécnico en Castellanos que van muchos chicos de Diego de Alvear, que antes recorrían unos 20 kilómetros para llegar. Hoy tienen que dar la vuelta por Venado Tuerto y Rufino, sumando 200 kilómetros”, afirmó Duhalde.
“Hoy las familias se arreglan para ir en una combi. Pero hay que asumir el tiempo y la intranquilidad, ya que no es lo mismo hacer 20 kilómetros. Todo es distinto. La gente que se atendía con el médico en Rufino, tenía unos 60 kilómetros de distancia y hoy la ciudad le queda a 200 kilómetros”, exclamó.
“En la actualidad, la gente que viene de Buenos Aires se pierde, entra al pueblo Diego de Alvear a preguntar y cuando los mandás por Venado Tuerto se enojan. Por ejemplo, la estación de servicio ahora tiene dos o tres empleados de los 15 que había”, confirmó.
Cabe destacar que desde Capital Federal, los vehículos deben tomar la Ruta 8 hacia el sur santafesino y acoplar con la Ruta 7 en Rufino, desde Venado por Ruta 33.
Además, existe un antiguo desvío de un camino rural, que permite rodear la laguna para ir de Castellanos a Diego de Alvear, con algunos sectores difíciles, cuya circulación está habilitada. “Yo no lo recomiendo”, advirtió el presidente del Comité de Cuenca.
“La variante de tierra está muy mal cuidada y si se hace mantenimiento se puede usar. Por ejemplo estos días que está lloviendo, los que no conocen se encajan y hay que ir a buscarlos. La gente se mete con autos de ciudad que no están preparados para esa condición”, subrayó.
Seleccione Edición
COMENTARIOS