El Molino es uno de los barrios tradicionales de la ciudad. Renombrado por haber albergado entre sus calles a artistas del calibre de Luis B. Negreti o Delio Destéfani, está delimitado por las vías del Ferrocarril General San Martín, Rivadavia, Lilliedal, Ameghino, Bolívar y Chile.
Aquí, todos los residentes cuentan con los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural, así como el asfalto y el alumbrado público.
No obstante, hay algunas cuestiones pendientes de ser solucionadas. La principal: la problemática del tránsito, en general, y los inconvenientes que ocasiona el flujo constante de camiones en esta área, en particular.
Tránsito
El tránsito es el aspecto más preocupante para los vecinos de este barrio, que se advierte, principalmente, en la sobrecarga de tránsito pesado en algunas arterias en las que no está permitido el paso de vehículos de gran porte.
El presidente de la sociedad de fomento, José Correa, expuso esta situación al jefe comunal, en una reunión que Pablo Petrecca mantuvo esta semana con referentes de distintos barrios de la ciudad.
El tránsito está bastante complicado en el barrio, sobre todo en Uruguay, donde se suelen filtrar camiones, y también en Alberdi. José Correa. Presidente Sociedad de Fomento.
“En el encuentro le agradecimos especialmente al intendente por el semáforo de Javier Muñiz y Ameghino, por el que tanto pedimos y finalmente se llevó a cabo –comenta Correa–, y también le planteamos principalmente temas que tienen que ver con lo vial. Hoy el tránsito está bastante complicado en el barrio, sobre todo en calle Uruguay, donde se suelen filtrar algunos camiones que no deberían pasar por allí, y también en Alberdi, que es una arteria muy transitada, lo mismo que Javier Muñiz”.
La circulación de camiones en Uruguay es un reclamo que los vecinos de El Molino vienen haciendo desde hace años. En ese marco, el presidente de la sociedad de fomento pidió que se coloque cartelería que indique la prohibición del tránsito pesado en esa arteria, “de manera que se puedan labrar las multas, en caso de que los inspectores deban hacerlas”.
Correa también mostró su preocupación por el paso a nivel de Almirante Brown, “ya que ahí está la Escuela 19, las mamás vienen con los chicos, y a veces se hace engorroso”.
Las demandas respecto del tránsito en la zona no se agotan allí. Por inquietud de algunos vecinos solicitan si se pueden colocar semáforos en Alberdi, principalmente en la esquina de Uruguay, pero también en la intersección con Javier Muñiz. Además, piden un reductor de velocidad en Uruguay y Almirante Brown. “El intendente dijo que iba a tratar de ver estas alternativas, es lógico que va a llevar su tiempo, pero esperamos que finalmente se puedan llevar a cabo”, señala Correa.
Infraestructura
Como quedó dicho, El Molino cuenta con todos los servicios básicos, por lo que, en general, los reclamos pasan por otro lado.
De todas estas prestaciones esenciales, el alumbrado público es la única que presenta algún inconveniente menor, como explica Correa: “El servicio es bastante bueno. Cuando se rompe o se quema alguna luz hacemos los reclamos correspondientes y a veces se demora un poco en la reposición, pero se termina solucionando y, en general, estamos bien”.
Seguridad
Algunos meses atrás, ante una seguidilla de hechos de inseguridad, los fomentistas de El Molino –por pedido de los vecinos– propusieron que se tomara alguna medida sobre la alcantarilla de calle Chile, ya que la veían como una vía de escape para los delincuentes. La eventualidad de cerrarla generó críticas hacia el presidente de la entidad barrial.
“Nosotros entendemos que es un paso para otros barrios y no queremos que haya ningún litigio ni problema con eso, pero es una preocupación de los vecinos. Tal vez fuese conveniente reforzar los patrullajes en esa zona”, señala Correa.
Con todo, asevera que el barrio está “bastante bien” en materia de seguridad. “No hemos tenido eventos últimamente, y siempre están los rondines de la Policía local”, concluye.
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