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Natalia Troncoso, directora de Movilidad de la Municipalidad de Junín.
EL TRÁNSITO EN NUESTRA CIUDAD

El plan municipal de semaforización prioriza los ejes viales conflictivos

La gestión Cambiemos incrementó en casi un 24% la cantidad de indicadores lumínicos desde que asumió, ya que en 2015 había 88 y en estos casi tres años se sumaron otros 21. Proyectan incorporar más durante 2019. Especialistas en el tema advierten que, en algunos casos, el proceso de semaforización puede generar sobrecargas en calles paralelas. Remarcan la importancia de la educación y la prevención.

El plan de movilidad y tránsito que lleva adelante el municipio desde la asunción del intendente Pablo Petrecca hizo que se incrementara en más de un 23,8 por ciento la cantidad de semáforos en la ciudad.
En efecto, cuando comenzó la administración de Cambiemos había 88 semáforos repartidos en diferentes calles y avenidas, y en estos casi tres años se sumaron otros 21. Y el programa municipal incluye la incorporación de más señales en el próximo año.
El proyecto de la actual gestión en la materia prioriza los ejes viales conflictivos y las arterias con mayor demanda. No obstante, especialistas en el tema advierten sobre las consecuencias de la semaforización que, en algunos casos, puede generar sobrecargas en calles paralelas.

Diagnóstico y acción
La directora de Movilidad del gobierno de Junín, Natalia Troncoso, explica que desde un primer momento se trabajó en hacer un diagnóstico de la semaforización de la ciudad: “Vimos que los semáforos estaban ubicados, por obvias razones, en los ejes principales, en su gran mayoría en arterias de doble mano, y en otros lugares específicos por cruces complicados. Evaluamos lo que estaba, qué podíamos mejorar”.
Lo primero que se hizo fue optimizar el de Rivadavia y Libertad, en el que se le colocó la posibilidad de girar a la izquierda. Además, se estableció un plan de mantenimiento anual. También se dispuso un plan de mejoramiento y actualización donde se instalaron nuevas tecnologías, con sistemas GPS en todos los semáforos que venían de gestiones anteriores, lo que permitió regular mejor los tiempos.
También se pintaron todos de gris, se arreglaron decrementadores y se instalaron 21 nuevos dispositivos.
“La idea fue priorizar y completar los ejes viales por donde más afluencia de tránsito hay –explica Troncoso–, también de acuerdo a lo que vimos en relación a los siniestros viales y a la cotidianidad”.

Ejes trabajados
Uno de los ejes en los que se trabajó fue la avenida Benito de Miguel, que “tenía la complicación que había semáforos cada dos cuadras y había un punto en donde eso se cortaba”. Los especialistas del municipio advirtieron que allí había, además, cruces transversales de alta demanda, y los que no tenían semáforos “eran muy complicados para cruzar”. Por eso decidimos completarlo y hoy semaforización desde la plaza 25 de Mayo hasta una cuadra antes de la ruta.
Otra vía intervenida es Primera Junta. “Completamos lo que nos faltaban e implementamos uno en la esquina de Intendente Ortega porque tenemos toda la gente que va al Foetra y hacia República”, puntualiza Troncoso. Allí también se modificó el sentido de Alvear, ya que los estudios arrojaron como resultado que “la gente que giraba a la izquierda por esa calle era apenas un 5 por ciento”, mientras que muchos lo hacían por Ortega, aun infringiendo las normas de tránsito. Por eso se hizo el cambio. Esta semana se ajustó el de Primera Junta y Alem, lo que permitirá llegar hasta Ortega con onda verde.
El viernes pasado empezaron a funcionar los que se colocaron en General Paz, una calle que “se volvió un eje comercial importante con una alta demanda”, en palabras de Troncoso, por lo que se consideró necesario semaforizar.
Sobre este punto hay alguna disidencia. “Para instalar un semáforo hay que evaluar el caudal de tránsito y la secuencia, y con esos datos se puede analizar cuantos poner y qué tiempo de corte debe tener cada uno, de acuerdo a la cantidad de vehículos que pasan”, señala el presidente de la filial Junín del Automóvil Club Argentino, Edmundo Marcillla. En ese marco, considera que General Paz “tiene cunetas profundas, así que no podés andar rápido aunque quisieras”.
Sobre este punto, Troncoso sostiene que en esta arteria “no hay inconvenientes si uno lo ve desde el punto de vista del vehículo, pero sí lo hay para los peatones”, y recuerda que allí está ubicado el Colegio Santa Unión, a pocos metros de esta arteria está el Registro Civil, y que, en general, “no se respeta el flujo de peatones”.

Sectores puntuales
Troncoso admite que la colocación de un semáforo no siempre es una solución, por eso a veces se rechazan las solicitudes de los vecinos. Esta negativa tiene un porqué: “A veces la gente pide uno en algún cruce muy peligroso, pero quizás no tiene relación con el alrededor, entonces puede ser más peligroso tener un único semáforo en un entorno donde no hay otros porque, si en algún horario no hay afluencia de tránsito, la gente tiende a infringir la ley y se puede provocar un accidente mucho más grave. Por eso se empieza a correlacionar con lo que hay alrededor”.
Más allá de esto, se tomó la decisión de semaforizar algunos sectores puntuales. Uno de ellos es el de Javier Muñiz y Ameghino, que fue inaugurado este año. “Aunque no hay un semáforo anterior, en Alberdi hay un cruce bastante raro que hace que uno baje la velocidad y, de alguna manera, permitía instalarlo, algo que era necesario porque Ameghino en esa zona une dos escuelas, y está la entrada de los que vienen del otro lado de la vía”, describe la directora de Movilidad.
También se colocaron semáforos en las esquinas de Padre Respuela y Mayor López, y de Pastor Bauman y Francia. Esto está asociado a la intervención que se hizo en la rotonda de Benito de Miguel y Respuela. Para Troncoso, “era necesario hacerlo para que no nos llegaran todos los vehículos juntos a la rotonda”.
Con todo, el plan de semaforización continuará en el año 2019. Este proyecto incluye completar con estos dispositivos la avenida Pastor Bauman, desde Francia hasta Ramón Hernández, y también en Padre Respuela, aunque para esto hay que hacer algunas intervenciones porque el trazado de la calle es más irregular.
También se instalarán semáforos en San Martín y Tedín, y en Primera Junta y 25 de Mayo.
En cuanto a la avenida Libertad, donde hay instalados esquina por medio, no habrá variaciones por el momento: “Así como está, como una primera instancia está bien y es sustentable a la realidad del municipio, pero la idea es, posteriormente, completarla”.

Criterios para semaforizar
Edmundo Marcilla enfatiza que, al momento de decidir instalar un semáforo, “es importante tener en cuenta el efecto que produce en las calles paralelas”. Y en tal sentido, recuerda que cuando se pusieron en Ramón Hernández, “en la calle Guido Spano se incrementó mucho el tránsito y con vehículos que circulan rápido”. Lo mismo observa en las calles paralelas a Benito de Miguel: Mayor López y Francia. “Se le saca el ritmo rápido de Benito de Miguel y se recarga a las laterales”, opina Marcilla.
Algo similar se está empezando a ver en la calle Necochea, ya que desde que se instaló el semáforo en la esquina de Primera Junta y Ortega, en muchos momentos los vehículos que vienen en sentido sur-norte doblan, para evitarlo toman Necochea. “Y esas son calles que no están preparadas para ese tráfico”, agrega Marcilla.
Marcelo Chamut, entendido en la materia y conductor del programa “Hablemos de autos”, que se emite por TeleJunín, sostiene que “los semáforos no dan la solución, sino que ayudan a reducir la problemática”. Y, en tal sentido, profundiza: “Frente a un tema conflictivo, que nace a partir de nuestro comportamiento en el espacio público, esto es un aporte para mejorar en algo. El semáforo es la consecuencia de una normativa que, en definitiva, se utiliza para ordenar y dar prioridad de paso, y debe ser la consecuencia de un estudio previo del lugar, por eso las estadísticas juegan un rol importante en esto. De cualquier forma, el poner demasiada cantidad, o hacerlo porque se le ocurrió a un concejal, no es suficiente. Hay que ver si el entorno indica que esa es la mejor medida”.
Sobre esto, la arquitecta Natalia Troncoso asevera que el criterio para poner un semáforo “tiene mucho que ver el tipo de arteria”. Y agrega: “Los cruces de dos calles doble mano debe tener semáforo, y tiene que tener afluencia, es decir, que la demanda soporte la espera. El hecho de que realmente organice significa que la acción funciona como ordenador”.
Troncoso advierte que hay sectores en los que debería haber un semáforo, pero por determinadas condiciones la gente no los respeta y no cumplen la función que deberían cumplir. Un caso concreto de esto es el de Intendente de la Sota y Alberdi. “Si uno se para allí ve cuánto se infringe”, sentencia.
Por todo esto, la directora de Movilidad cree que se deben priorizar “las vías con más demanda vehicular, como Rivadavia, Sáenz Peña, Belgrano, General Paz”, mientras que las transversales, aunque tengan demanda en algunos lugares, “es imposible que se puedan atender de la misma manera y que haya onda verde tanto en una como en otra”.
Y concluye: “Nosotros tenemos que organizar una malla de semáforos y como es imposible que todo tenga onda verde, debemos priorizar los ejes más conflictivos y con más demanda. El manejo vial es el siguiente: las arterias doble mano son los ejes viales principales, a los que se le suman otros de mano única que, por el uso que se les da, también son prioritarias”.

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