El abuso sexual es uno de los delitos menos denunciado en el país, por lo que cuando se conocen estadísticas conviene tener en cuenta que el número de denuncias no refleja el número real de abusos, ya que son muchos los hechos que no se denuncian y permanecen silenciados e imposibles de contabilizar.
Según cifras del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires las causas contra la integridad sexual aumentaron un 41,7% en el Fuero Criminal y Correccional y un 27,7% en el de Responsabilidad Penal Juvenil, ambos del departamento judicial de Junín de un año a otro.
Sin dudas muestra un crecimiento de las denuncias, tal vez potenciado por distintas campañas y programas en los últimos años así como también por los nuevos y mejores abordajes de los casos en las distintas dependencias locales y fiscalías especializadas.
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Un 40% más de causas
Para que pueda iniciarse una investigación en casos de abusos u otros delitos sexuales, es necesario que exista una denuncia, que puede realizarse en la Comisaría de la Mujer o Fiscalía, y que permite dar curso a una IPP (Investigación Penal Preparatoria).
Durante 2017, según cifras del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires, que se conocieron este año, en el departamento Judicial de Junín se iniciaron 224 causas en el Fuero Criminal y Correccional enmarcadas como delitos sexuales.
De ellas, 33 corresponden a casos de abuso sexual con acceso carnal y 191 como “otros delitos contra la integridad sexual”.
La cifra es muy significativa si se compara con el año 2016, cuando las causas sumaron 158: 22 abusos sexuales con acceso carnal y 136 delitos sexuales de otra índole, lo que muestra un aumento del 41,7% de las IPP iniciadas.
En el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil el incremento se dio en un porcentaje menor, pero no menos relevante, del 27,7%: se iniciaron 18 causas en 2016 (dos abusos con acceso carnal y 16 delitos sexuales de otro tipo) y 23 en 2017 (un abuso con acceso carnal y 22 contra la integridad sexual).
Atención temprana
En una entrevista reciente con Democracia, la psicóloga Yamila Avagnina Iun Ferrero, referente del programa de violencia de la provincia en el Higa que interviene sobre los distintos hechos de violencia o abuso que llegan al sistema de salud destacó la importancia de la atención temprana y la celeridad en estos tipos de casos en los que “el sistema de salud entra en alerta”.
El Ministerio posee una serie de protocolos en donde en función de la situación que se presente se ponen en marcha distintos mecanismos, ya sea por casos de abuso de adultos, de niños o distintas situaciones de violencia de género o de otra índole.
Cuando una mujer refiere que fue abusada o sufrió algún tipo de violencia sexual “se pone el alerta dentro del sistema de salud para seguir el protocolo que incluye eventualmente una serie de pasos que en muchos casos incluye herramientas como medicación para protegerla de cualquier enfermedad infectocontagiosa, embarazo no deseado y acompañamiento psicológico así como la articulación de inmediato con las otras instituciones intervinientes”, entre ella Fiscalía, Comisaría de la mujer, Equipo de territorio del Municipio.
Para el caso que involucre a un menor, se toma contacto con el Servicio local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño.
Iun Ferrero hace hincapié en la celeridad en la atención ante casos de violencia sexual.
“Es muy importante que haya una atención temprana de la situación. Se evalúa caso por caso y lo primero a evaluar es la situación de la víctima. En principio nos ponemos a disposición y que la persona esté dispuesta a hablar. A veces prefiere esperar. En estos casos hay que ser muy cuidadosos y prudentes de que son situaciones extremadamente traumáticas y hay que respetar los tiempos de la víctima para que pueda hablar, contar lo que pasó”.
Abuso de menores
Un informe de Unicef sobre abuso sexual infantil arrojó datos alarmantes sobre los victimarios.
En un 75% de los casos, se producen en el seno familiar: en un 40%, el agresor es el padre; en un 16%, el padrastro. En un 12% de los casos el agresor es un conocido y en un 3% un desconocido.
Andrés Rosa, concejal por el unibloque Compromiso por Junín que formó parte del área de Asistencia a la víctima aseguró que “uno en el día a día ve, así como también lo marca la encuesta nacional de Victimización que hizo el gobierno y se publicó a mediados de este año y recabó las denuncias del 2017, que hubo un aumento en las denuncias de los delitos de integridad sexual, hablando de uno de los delitos menos denunciados”.
Según Rosa, “por el trabajo a diario uno ve que esta problemática se percibe con más nitidez. Un tema que generalmente no es denunciado porque en la mayoría se da en el ámbito intrafamiliar y muchas veces influye la vergüenza, entienden que probarlo es difícil y entonces esa es la gran dificultad. Pero se debe alentar a la gente a que denuncie. Hoy se ha incorporado mucha tecnología y no solo eso, se trabaja muy bien en los equipos, las peritos psicólogas y se puede reconstruir un delito de esas características”.
Cabe destacar que para los delitos sexuales cometidos contra menores, recientemente el Senado aprobó un proyecto que modifica el artículo 72 del Código Penal y establece que estos hechos son de “instancia pública”.
Esto significa que el Estado los puede investigar de oficio, sin que sea necesaria una ratificación de la denuncia.
El Programa “Las Víctimas contra las Violencias”, de cobertura nacional y elaborado en base a la línea telefónica 0800-222-1717 contra el abuso sexual infantil expuso una serie de cifras tomadas para el período comprendido desde el 16 de noviembre de 2016 al 28 de febrero de 2018.
Según el informe, el 68,6% de las víctimas de abuso son niños, niñas y adolescentes. Asimismo, 7 de cada 10 víctimas de abuso menores de 18 años son niñas y la proporción de víctimas femeninas aumenta en la medida que aumenta la edad, a diferencia de lo que sucede con niños varones.
Otro dato que se desprende del informe es que el 64% de los agresores son personas del círculo familiar del menor: padre, padrastro, tío, abuelo, entre otros.
“A veces hay un hermetismo que no es bueno. Estos temas hay que hablarlos, discutirlos. Siempre cuidando la privacidad de las víctimas pero en la medida que desde las instituciones esto se difunda, creo que va a contribuir a la exposición de la problemática”, destacó el concejal.
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