Los alquileres altos y las numerosas cargas sociales complican aún más al comercio
Referentes del Colegio de Martilleros de nuestra ciudad, Comercio e Industria y del Sindicato de Empleados de Comercio dialogaron con Democracia sobre el panorama del sector y cómo se hace frente a la situación, en muchos casos mudándose de local para achicar costos.
La baja en el consumo que se percibe en el mercado local pone en evidencia la difícil situación que atraviesa el comercio y que busca de un modo u otro sostenerse en época de vacas flacas.
Si bien esa retracción es un factor clave, es la que permite que otros factores se manifiesten como lo es el peso de los alquileres y las cargas sociales que se vuelven cuesta arriba para el comerciante.
Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros de nuestra ciudad, Diego Ruiz, presidente de Comercio e Industria y Federico Melo, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio dialogaron con Democracia sobre el panorama del sector y cómo enfrentan la situación, en muchos casos mudándose de local para achicar costos, algo que en nuestra ciudad se evidencia especialmente sobre la calle Roque Sáenz Peña, del centro de la ciudad.
Soportar alquileres
Hacer frente al canon de alquileres que se manejan en la zona céntrica es complicado.
Daniel Di Palma aseguró que “en calle Sáenz Peña hay alquileres que van desd $15000 a $50000”, y explicó: “Los locales de 50, 60 o 70 metros cuadrados rondan entre 15 y 30 mil pesos, el término medio de la zona comercial”.
Según Di Palma “son sumamente pagables en la medida de que el comercio tenga ventas y no disponga de tanta presión. Pero hoy los servicios, las tasas resultan más caros que los propios alquileres. Me refiero a luz, gas, aportes de empleados, todo ese nivel de presión contributiva y tributaria. No es sostenible si no hay ventas”.
De hecho, consultado sobre los cierres y la migración de comercios, el presidente de los martilleros explicó que “cuando se decide cerrar o mudar a áreas más económicas en cuanto a términos locativos es porque ya el lugar no está dando resultados y esto implica hacer un análisis diferente que viene un poco de la mano de lo que estamos viviendo en el sector comercial”.
Por su parte, Diego Ruiz aseguró que “el panorama que se da es que cuando las cosas van bien y hay consumo, el costo alto de alquileres y demás no se siente. En este caso el comerciante achica los costos y a veces hay que resignar el lugar y mudarse para reducir costo de alquileres”.
En coincidencia con Di Palma, Ruiz también entiende que en muchos casos “los alquileres se equiparan con los costos impositivos, servicios, y todo sumado a las situaciones de bajas ventas que lo vuelven negativo”.
Los locales en el centro de la ciudad, según Di Palma, “sostienen el mismo nivel de precio, con excepción de algunos contratos que se vencen y se pide ajuste o renovación, entre un 20 y un 30% pero esto en la medida en que haya escasas ventas es poco probable que puedan pagarlo los comerciantes. Para poder pagar los incrementos necesitamos comercios que vendan, que vendan más unidades a mejor precio y de la mejor forma”.
Cierres y “migraciones”
Según destacó Federico Melo: “No contamos con el número de comercios mudados. A veces se trasladan y no tienen empleados. Si entendemos que el costo del alquiler está sujeto al valor del dólar y obviamente aumenta significativamente al centro comercial y se observan traslados a centros comerciales como avenida República, Intendente de la Sota, buscando otra variante de clientes y alternativas de precios accesibles de alquiler”.
El secretario de los mercantiles aseguró: “Se han observado cierres de comercios y traslados, pero no te podría decir con exactitud. Pero en estos momentos de crisis, la pyme, el empleador busca ajustar en los márgenes que puede”.
El gran desafío aseguró, “es sostener el empleo. En Junín en el rubro privado de comercios altas y bajas son comunes. Es verdad que en el último tiempo han sido más significativas las bajas. Vemos un desempleo por goteo y acentuamos charlas con las grandes superficies para sostener el empleo”.
La expansión de los centros comerciales suman otras arterias como Ramón Hernández, Pastor Bauman, Rivadavia, Intendente de la Sota, Avenida República, Primera Junta y Benito de Miguel.
“Esto hace que distintos barrios dispongan de semi centros en cada zona”, aseguró Di Palma y a su vez aseguró que “cualquiera de esas arterias va a pagar seguramente un 40% y un 50% menos que en el área centro”.