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La variante de San Andrés de Giles ya tiene pavimento y estaría inaugurado en marzo de 2019.
UNA OBRA IMPORTANTE PARA LA REGIÓN QUE BRINDARÁ MAYOR SEGURIDAD VEHICULAR Y LA REDUCCIÓN DEL TIEMPO DE VIAJE

De Giles a Junín, un viaje que ya te permite imaginar la futura autopista

En paralelo a la actual calzada de la Ruta Nacional 7, ya se observan los avances de la doble vía con los movimientos y compactación de las tierras, la colocación de brea, la construcción de los distribuidores y la pavimentación de la primera variante en sentido al interior bonaerense.

De Buenos Aires a Junín, hoy el camino ya te permite imaginar cómo será la futura autopista de la Ruta Nacional 7. Es que desde San Andrés de Giles, en paralelo a la traza original, los movimientos y compactación de tierra, así como la colocación de los distribuidores  y puentes, provoca ansiedad y el sueño de que en los próximos años se pueda circular con mayor seguridad en una doble vía después de más de 50 años de presentado el proyecto inicial.
El plan, que abarca una longitud de 196 kilómetros y contempla una inversión de $ 8.500 millones, ya se ejecuta desde el 10 de junio de 2016 en el marco del Plan Vial Federal 2016-2019 que contempla la construcción 2.800 kilómetros de autopista, 3.200 kilómetros de rutas seguras y 11.400 kilómetros de repavimentaciones en todo el país.

La Ruta Nacional 7 es una vía radial del Área Metropolitana de Buenos Aires que une las principales ciudades agrícolas del noroeste de la Provincia. Debido a su magnitud, en algunos tramos llega a tener un tráfico cercano a los 10.000 vehículos por día. Actualmente están en ejecución los tramos Junín-Chacabuco y Carmen de Areco-San Andrés de Giles. 
Viajando desde Capital Federal, y al término de la autopista que actualmente llega hasta el kilómetro 98, lo primero que se observa es el inicio de la variante de 6 kilómetros de longitud dentro del partido de Giles, que se desvía del casco urbano y conecta más adelante en el km 106, la cual ya está pavimentada y estaría inaugurada en marzo de 2019, según había indicado el ex ministro de Vialidad Javier Iguacel en una recorrida por la obra.
Estos trabajos los lleva adelante el Ministerio de Transporte de la Nación a través de Vialidad Nacional a partir de una inversión de $ 823 millones que consiste en la construcción de una nueva autopista semi – urbana de 6 kilómetros de longitud.
Con el objetivo de evitar que el tránsito atraviese el ejido urbano de esa localidad bonaerense, la nueva traza contará con tres distribuidores y un cruce de alto nivel sobre la RP 41, zona crítica por el alto índice de accidentes viales que conecta con las rutas nacionales 3, 205, 5, 7, 8 y 9.

Continuando el recorrido desde el kilómetro 106 (luego del otro extremo de la variante), yendo hacia Carmen de Areco, la obra de la autovía está actualmente en construcción, de unos 40 kilómetros, donde, además del continuo movimiento y compactación del suelo, se empezó a colocar brea y los distribuidores que conectarán con caminos rurales.
Las máquinas no paran y eso se puede apreciar con tan solo observar hacia los costados, donde los trabajadores van al día, en un proyecto ambicioso que será de gran importancia para la Región.
Más adelante, el tramo Areco – Chacabuco es el único en el que aún no hay movimiento, pero estaría próximo a comenzar. Consiste en obras de arte menores y ampliaciones de obras de arte existentes; construcción de distribuidores (8), construcción de puente sobre A° Lamela y sobre A° Ranchos; demarcación horizontal, señalización vertical e iluminación de los intercambiadores mencionados.
Cabe destacar que en este trayecto, hace unos años atrás, fue transformado en ruta segura con la ampliación y pavimentación de las banquinas.

Chacabuco
Unos kilómetros antes de arribar al casco urbano de Chacabuco, en la zona El Trébol, sobre el kilómetro 196, se aprecia la variante que ya se conectó con la traza original. Cuando quede inaugurada, desviará el tránsito por campos expropiados pasando por detrás del aeródromo hasta la Curva de Coliqueo.
Esta obra abarca 23 kilómetros entre Coliqueo, la Curva del Sol (rotonda de las rutas 7 y 30) desde donde continúa hacia el kilómetro 196 en sentido Carmen de Areco. En este sentido, desde los Vecinos Autoconvocados, Juan Carlos Minchilli informó que ya comenzaron a colocar el distribuidor ubicado en el trayecto dentro del campo expropiado, más precisamente en la estancia La Esperanza. 
Esta bifurcación permitirá conectarse con un camino interno que llega hacia el trazado de la Ruta 7 antiguo, a la altura de la ex planta Nidera, en la rotonda de ingreso a la localidad sobre Hipólito Yrigoyen, que “se usará con más frecuencia cuando se empiece a extender la zona urbana hacia esa zona detrás del Aeródromo. Vialidad le exige a la empresa constructora que en la zona suburbana haya un distribuidor en no más de 5 kilómetros”, dijo el vecino.
“El tramo entre curvas de Coliqueo y del Sol se van a hacer cuatro vías nuevas, paralela a la traza original con una distancia de 250 metros. O sea, la Ruta 7 vieja va a quedar como un lugar de tránsito para los vecinos de Chacabuco. Además están haciendo puentes, las alcantarillas y volteando plantas”, aclaró.
Cabe destacar que en la curva del Sol va a haber otro distribuidor para conectar las rutas 7 y 30 y “poder dirigirte a Salto o Rojas. Ese tramo entre la del Sol y Espada Roja va a quedar con mucho tránsito porque todo el que vaya a Rosario y Córdoba, o Chivilcoy y Mar del Plata va a tener que pasar por la Ruta 30 que ahí se superpone con la Ruta 7”, destacó.

Hasta Junín
Ya entrando al último tramo con destino a Junín, además de la colocación de brea, ya fueron montados los tres distribuidores: la primera infraestructura se encuentra a la altura de la escuela rural, en la entrada de O’Higgins está colocada la segunda y en La Agraria la tercera.
Sobre el Puente del Salado, unos kilómetros más delante de O’Higgins, el 14 de junio último habían comenzado a ubicar los pilotes de hormigón que sostendrán el futuro viaducto de la doble vía paralela al trazado original, sobre el Río. 
Este trabajo, que tiene un plazo cercano a los seis meses, avanza a buen ritmo y las bases de la estructura ya se observan instaladas sobre la tierra, terreno que se le ganó al agua. “Están trabajando a full”, remarcó Minchilli.
En relación a esos tres distribuidores, cabe destacar el progreso en la colocación de las vigas en la entrada a la localidad de O’Higgins, un sector clave de la autopista donde ya no habrá un cruce riesgoso tanto para salir o entrar al pueblo; a la altura de la escuela rural de Chacabuco y en La Agraria, otra sección conflictiva.
“Ya están colocando los pilotes para poner el puente sobre el río Salado, los tres distribuidores están hechos, y los movimientos de tierra son importantes. Las máquinas están trabajando, han tirado brea sobre el suelo que es como una pre impresión para que no invadan los yuyos, que la tierra se vuele por el viento y que no se hagan grietas por el agua de la lluvia. Este es el último paso antes de colocar el pavimento. Tenemos información de que antes de fin de año lo van a estar poniendo”, subrayó.

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