Ser ferretero no es fácil, puesto que la multiplicidad de artículos que generalmente tiene a la venta es muy grande. Respecto a los precios de los productos que comercializa, la situación actual lo obliga a estar muy atento a los cambios.
Susana Castro, de La Nueva Ferretería Bergonzi, en calle Primera Junta 818, al ser entrevistada por Democracia, explicó que no hay inconvenientes para acceder a los artículos, los proveedores se los venden, aunque las listas de precios debían actualizarse.
“Mis hijos estuvieron el jueves último en Buenos Aires y los proveedores no tuvieron problemas en entregarnos la mercadería que le pedimos. En estos momentos están llegando las listas de precios desde la del proveedor más chiquitito hasta el más grande. Es una situación que no nos pasa solamente a nosotros, sino que es a nivel país”, dijo.
“Hasta ahora no hemos tenido problemas con los proveedores. Recibimos mercadería, pero tenemos que estar muy atentos con los cambios de precios, con las listas nuevas que van llegando. El acceso a Internet nos facilitó este tema porque tenemos la información actualizada”, acotó.
La nueva ferretería
Cabe mencionar que La Nueva Ferretería Bergonzi es una nueva firma que está a cargo hace cuatro años. La dirigen Susana Castro y sus hijos José y Sebastián.
Además de los productos tradicionales que se venden en la ferretería se han incorporado otros como artículos de camping, línea de pinturas San Agustín y muchos otros que se suman, de acuerdo a lo que demanda el mercado en su momento.
“Lo que más se venden son artículos para albañilería (herramientas, baldes, palas, cucharas, etc), carpintería, cerraduras, herrajes. La ferretería es una línea muy amplia. Se venden desde tornillos chicos hasta bombas para sacar agua, para hormigoneras, carretillas, andamios, botas para el agua, etc. etc.”, comentó Susana Castro.
Sabido es que en una ferretería se pueden encontrar un albañil, un constructor, o simplemente a un vecino que busca algo para hacer algún arreglo en su casa, incluso a un adolescente que quiere comprar lo que le pidieron en la escuela para manualidades. El público es muy heterogéneo y va a comprar distintos artículos (que a veces ni el nombre conoce), pero seguramente gracias a la atención del ferretero puede conseguir lo que necesita.
“Si bien son una infinidad los artículos que tenemos hoy en día en la ferretería, no es difícil el trabajo. Si a uno le gusta ser ferretero y es lo que eligió o es algo que tiene en estos momentos para seguir adelante, no cuesta adaptarse y brindar un buen servicio”, dijo.
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