La cotización del dólar superó los $40 el jueves, para luego estabilizarse apenas por debajo de los $39, en una semana muy movida en términos económicos.
EL IMPACTO DE LAS TURBULENCIAS CAMBIARIAS EN JUNÍN

Economía: prevén meses críticos en un escenario signado por la contracción

Referentes de distintos sectores advierten por subas de precios, más caída del consumo y dificultades para pymes. En el municipio afirman que no hubo recortes ni ajustes, mientras que la Unnoba podría hacer en forma más lenta algunas de sus obras. El tipo de cambio favorece la actividad agropecuaria, pero se vuelve a hablar de retenciones. Empleo: no se advierten niveles de despido significativos en la ciudad.

Las turbulencias cambiarias de la última semana generaron un gran nivel de incertidumbre en la economía nacional que, por supuesto, tuvo su correlato en nuestra ciudad.
Consultados por este medio, referentes locales de distintos sectores productivos y de gestión analizaron la situación en donde prevén, en general, meses críticos y un escenario distinguido por la contracción económica. Es así como advierten que se podrían dar subas de precios, una mayor caída del consumo y dificultades para la producción en industrias y pymes.
Mientras en el municipio afirman que no hubo recortes ni ajustes, en la Unnoba admiten que podría haber retrasos en algunas de sus obras en marcha. En tanto, los niveles del tipo de cambio ahora favorecen la actividad agropecuaria, aunque hay quejas porque se vuelve a hablar de retenciones.

“No hubo recortes”
En el municipio de Junín remarcan que, en estos momentos de turbulencia, el cobro de tasas no sufrió variaciones significativas. “Los niveles de recaudación se vienen manteniendo, salvo algún punto que se resintió la Red Vial”, explica el secretario de Hacienda, Ariel Díaz.
Según dice, están monitoreando permanentemente el comportamiento de los contribuyentes y, al mismo tiempo, van adaptando el presupuesto y los recursos a las necesidades que surgen. “No tuvimos que hacer recortes, sino ir estableciendo prioridades y algunos gastos menores que estaban previstos por ahí los posponemos un poco para ver cómo se va desarrollando todo”, agrega el funcionario.
Díaz afirma que los insumos que adquiere el municipio no están en dólares, por lo que el salto de la divisa norteamericana de estos últimos días no debería afectar las compras. Las licitaciones también están hechas en pesos, y si se diera un desfasaje muy importante al momento de finalizar una obra, puede estar contemplado en el pliego que la empresa solicite una actualización de precios, que es evaluada por el Ejecutivo.
Finalmente, el secretario de Hacienda remarca que la cláusula de revisión permanente firmada en la paritaria con los municipales permite actualizar los salarios de manera que no pierdan poder adquisitivo. Y en referencia al momento actual del país, concluye: “Esta fue una semana caliente que derivó en este dólar que se ha ido un poco más arriba de lo que se tenía previsto y podría terminar en algún punto más de inflación de lo esperado de acá a fin de año. Pero por otro lado, el equipo económico está tomando las medidas que permitan estabilizar la economía y, por supuesto, como hombre de Cambiemos y del Pro, creo profundamente en que el equipo va a encontrar la solución y de va a dar el rumbo a la economía en los próximos días. El viernes el dólar terminó estabilizado, hubo buenos indicadores, tanto en las acciones de Wall Street como la baja del dólar y el repunte de las acciones locales, y esto indica que el mercado captó el mensaje de lo que viene. Estoy convencido de que vamos a recordar este momento como un despegue de la economía”.

“Esto hace todo más lento”
Respecto de la situación actual, el rector de la Unnoba, Guillermo Tamarit, asegura se toman mayores previsiones: “La ejecución del salario y de los gastos corrientes no cambia, pero sí se analiza qué comportamiento se tiene con los insumos y equipos que estén dolarizados”. En general, los elementos que se utilizan en investigación suelen tener precios en dólares. “No es un número determinante, pero es algo que debemos atender”, dice Tamarit.
Por otro lado, en la universidad están evaluando cómo se comportan algunos precios relativos, por ejemplo, en el tema de la construcción. “Eso se va a ir acomodando y seguramente habrá redeterminaciones en las obras que estén en marcha”, añade el rector.
La Unnoba recibió del Ministerio el 90% del presupuesto que tenía asignado para esta altura del año, por lo que la recepción de recursos está prácticamente al día.
Y es la universidad, la que decide cómo ejecutarlo: “Por poner un ejemplo, si aumenta mucho un servicio, debemos decidir si reducimos el gasto en ese servicio o si se consume lo que se tenía previsto y el recorte se hace en otro ítem. Lo que no podemos es cambiar los fondos destinados a salario para utilizarlos en otros asuntos. Entonces se establecen prioridades, y en general, lo que le pasa a la Unnoba en estos escenarios, es que hace todo más lento: no cambiamos la perspectiva pero sí vamos acomodando a la realidad las distintas iniciativas que tomamos”.

“Se viene más ajuste”
El senador provincial por Unidad Ciudadana Gustavo Traverso asegura que lo que sucedió esta semana “es parte del proyecto de Cambiemos: una brutal devaluación que licúa el salario y las jubilaciones a los niveles del año 2001, y esto es una enorme transferencia de ingresos a los sectores exportadores –léase, el complejo agropecuario sojero– en detrimento del conjunto de los argentinos. Obviamente que también salen beneficiado las mineras y los exportadores”.
Totalmente crítico de las políticas económicas de Cambiemos, Traverso vaticina que “lo que viene es más ajuste y miseria para el pueblo argentino, problemas enormes para el comercio y para las pymes, y una situación de muchísima precarización para la vida de cada uno de nosotros”.
El legislador por la Cuarta Sección Electoral ve que este panorama se replica en la región: “La gran mayoría de los juninenses no tienen 200 hectáreas de soja para verse beneficiados. Y el que las tiene se va a ir a Miami o a Europa, no va a volcar su rentabilidad al almacén de la esquina, en el supermercado o en la tienda. Entonces se va a seguir viendo lo que se ve todos los días: algún comercio menos, una pyme menos, más desempleo. Junín no va a escapar a esto que sucede. Es una situación muy delicada”.

“Crisis de confianza”
El economista Santiago Aguiar también tiene una mirada crítica de la gestión de Cambiemos en materia económica. “Lo que hay es una gran crisis de confianza –afirma– y un gobierno que no sabe para dónde ir y ha decidido relegarle la política económica al Fondo Monetario Internacional. El organismo hoy controla las cuentas fiscales y financieras de nuestro país. En lo que va del año se fueron más de 25 mil millones de dólares, que es mucho más de lo que mandó el Fondo, y lo que se va a necesitar es un programa monetario muy claro y que los inversores le crean”.
Con todo, la preocupación más grande de Aguiar pasa porque el Gobierno “está más preocupado en mostrarle al Fondo y a los inversores externos que va a ajustar el déficit fiscal, que en hacer algo por los indicadores económicos y productivos de su país”. Y, sobre todo, porque “al Gobierno le está yendo muy mal en lo social que, en definitiva, es lo que le debe preocupar a los gobernantes”. Y concluye: “Se va a agravar el deterioro de la actividad económica, del empleo, de los indicadores sociales, del poder adquisitivo de los salarios, de la calidad de vida de las personas. Y lo que se pierde es difícil de recuperar: cuando se cierra una fábrica, en los números es una fábrica menos, pero en la realidad es muy difícil de recuperar. Ese es el gran déficit social que tiene este gobierno”.

“Se va a trasladar a precios”
El titular de la Sociedad Comercio e Industria de Junín, Diego Ruiz, observa que “inevitablemente, la subida del dólar se va a trasladar a precios”, y eso se puede palpar porque, ya en días pasados, se vieron casos en que los proveedores no entregan mercaderías “hasta que haya un panorama más estabilizado”.
En relación a los sectores que representa, Ruiz cree que “el comercio está muy debilitado en lo urgente, porque no se vende, mientras que en la industria va a estar siendo afectada en algunos sectores, sobre todo por la suba de los insumos, que se va a traspasar a costos”.
Por eso cree que lo que se necesita es “que se traccione la producción y, por otro lado, el consumo”.

¿Retenciones al agro?
Uno de los sectores que se puede ver beneficiado por la suba del dólar es el agrario, ya que el tipo de cambio favorece la exportación. “Por otro lado, esto viene apareado con un aumento en los costos que están, en su mayoría en dólares, ya sea en combustibles, maquinarias, insumos”, aclara el prosecretario de la Sociedad Rural de Junín, Andrés Moutous.
El dirigente ruralista agrega que el sector ganadero sigue con precios atrasados y la lechería “que ya venía trabajando casi a pérdida, ahora mucho más”.
Sin embargo, la corrida de los últimos días generó nuevos rumores sobre un eventual freno a la baja de las retenciones a la soja o la imposición de las mismas al trigo o al maíz: “Estoy totalmente en desacuerdo, creo que no es la forma, pero también hay que tener en cuenta que el panorama socioeconómico del país es complejo, entonces probablemente el campo tenga que ser una vez más el sector que tenga que salir a levantar la situación. El tema es que las retenciones siempre se ponen de manera temporaria y después no se sacan nunca más”.

“Se genera incertidumbre”
Hace rato que las pymes vienen padeciendo los avatares económicos y cuando suceden turbulencias como la de esta semana “se genera una incertidumbre que no se sabe dónde va a terminar”, señala el titular de Capynoba, Guillermo Vega, quien cuenta que esto “ya se empieza a ver reflejado en la inflación, porque en la Cámara ya se habla que, a partir del lunes, habrá aumentos de entre el 7 y el 10 por ciento”.
Otro factor de preocupación para las pequeñas y medianas empresas es la nueva alza de las tasas de referencia, lo que hace que el costo financiero “que ya era alto, hoy es altísimo”. En definitiva, “lo que era un problema se agravó aún más”. Por lo tanto, Vega cree que “de acá a diciembre habrá una disminución del poder adquisitivo, se va a reducir el consumo y en el corto plazo va a perjudicar a la economía local”.
En referencia al plano local, podría haber incidencia en el plano laboral, con “algún despido, aunque no de manera masiva ni mucho menos”.
Con todo, las medidas que piden para el sector pasan por subsidiar las tasas para préstamos a la producción: “Hace mucho que venimos pidiendo eso y también bajar la presión fiscal, aunque de lo que se habla es todo lo contrario”.

“Sangría a cuentagotas”
El titular de ATSA y uno de los referentes de la CGT en Junín, Héctor Azil, coincide en calificar este momento como de “gran incertidumbre”.
Según su análisis, “se ve que hay menos consumo, menos ventas, mayor recesión, más retracción en el comercio, la industria y los servicios”. Y profundiza: “Los ajustes llevan a esto, con el agregado de que ahora se precipitó muy rápidamente porque la devaluación hace mucho más rápido este camino. Hay productos para los que no hay precios, o se remarcan continuamente, son crisis que ya hemos pasado antes y pareciera que nos olvidamos de eso”.
Al no ser la nuestra una ciudad industrial “la sangría se da a cuentagotas”, pero la retracción de ventas y del consumo “lleva a que el que tenga cinco empleados pase a cuatro, y el primer afectado suele ser el que está en negro, lo que no impacta directamente en las estadísticas porque ya estaba informalizado, pero que se queda sin su trabajo”.
El histórico dirigente sindical y justicialista considera que esta situación “va a impactar más sobre los que menos tienen, los pobres, los asalariados, los jubilados, los que viven de un sueldo y van a perder más de 10 o 15 puntos porque ninguna paritaria va a acercarse ni remotamente a la inflación, las pymes, es grave porque es muy difícil encontrar beneficiarios de esto”.

“Dos países”
Para el contador Marcelo Storani, secretario académico de la Escuela de Ciencias Económicas y Jurídicas de la Unnoba, el actual es un escenario totalmente distinto y nuevo respecto del de hace un mes: “En esta Argentina uno se enfrenta a noticias que uno no desea, muchas veces está la sensación de que hay dos países: el de la gente común que trabaja e intenta llegar a fin de mes, y por otro lado la clase política, con la que muchas veces nos sentimos desengañados porque, lejos de pensar en un mejor país, se quedan en la contienda política. Lo digo desde el lugar de alguien que no tiene pertenencia partidaria y que no milita”.
Storani cree que, en el actual escenario, hay quienes pueden verse beneficiados. “Los sectores que tienen calzada su economía con dólares están en una mejor posición que los que la tenemos en pesos, con un salario o con ventas internas –explica–, entonces hay actividades mejores posicionadas, por eso hoy vemos que se habla de pedirles a estos sectores que sean los que tienen que aportar una cuota de sacrificio para intentar salir. Al asalariado no se le puede pedir más esfuerzos”.
En relación a lo que se ve en la calle, comenta que conoce casos de gente buscaban irse al dólar, en la medida que se podía. “Un cliente hizo una operación con un dólar a 32,70 y a los quince minutos estaba en 36,50. Hay otros a los que el viernes empezaron a llegarles mails de proveedores que mandaban listas de precios con incrementos de un 20% en productos nacionales y un 30% en importados”, ejemplifica.
Según dice, también hay proveedores que no venden porque no saben a qué precio hacerlo: “No es que ese señor no vende porque sea una mala personas o que esté atentando contra los intereses del país, sino que está intentando ver cómo sigue adelante”.