Desde marzo de 2017 continúa cerrado al tránsito el tramo de la Ruta 7 que fue sumergido por la laguna La Picasa luego de las devastadoras inundaciones que aquejaron a la provincia el año pasado.
Hasta la actualidad, si bien el agua bajó y se retiró ya de la ruta en gran parte, esta no puede habilitarse debido a los daños que provocó el agua en la traza y se aguardan inspecciones y definiciones para poder resolver la situación que afecta no solo a la zona y quienes viven en cercanías sino al tráfico de la ruta nacional que hoy debe desviarse 200 kilómetros.
Democracia dialogó con Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de la Laguna de La Picasa quien brindó precisiones sobre la situación.
“La laguna hoy está en la cota 104,73 con lo cual la ruta está fuera del agua”, adelantó Duhalde, lo que indica que bajó 13 cm el último mes y medio.
Además destacó que, “se está trabajando en la alternativa norte, limpiando canales y acondicionando para una nueva obra que es la estación de bombeo en una cota más baja que la actual que ya no funciona”.
Poco avance
“No hay avance. La ruta sigue cortada, los campos siguen inundados. El avance es mínimo. Se están sacando tres o cuatro metros cúbicos por segundo y para que el sistema funcione, tienen que estar saliendo arriba de 10”, explicó Duhalde.
La situación se ve además complicada porque según destacó: “En la alternativa sur se rompieron las bombas e insistimos, golpeamos todas las puertas y nos informaron que se reparará. Hubo conflictos entre nación y la empresa. Y la provincia de Buenos Aires no mostró interés en la estación de bombeo. Creo que Nación debería ser un poco más dura en ese sentido, ya que le corresponde a Buenos Aires y debe hacerse cargo”.
En la alternativa norte, según indicó, “tienen que salir 6 metros cúbicos por segundo y están saliendo tres. Se está trabajando pero no es fácil”.
El desvío
Recientemente se realizó la aprobación y adjudicación del proyecto de desvío de La Picasa, “son 33 kilómetros, viniendo de Junín, sobre la margen izquierda de la laguna”, explicó Duhalde. “Es una obra donde hay que levantar un par de metros la altura normal del terreno porque la quieren hacer por la cota 106,80 para evitar riesgos en el futuro ante un posible nuevo crecimiento de la laguna.”
En ese sentido, el presidente del Comité destacó: “Como productores nosotros hace un mes o mes y medio enviamos notas a la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación, a la Dirección Nacional de Vialidad, al Ministerio del Interior, solicitando que se haga un estudio sobre la traza actual de la ruta, que con 12 km con algunas reparaciones suponemos que se puede habilitar”.
Según Duhalde, “esto demandaría muchísima menos inversión que la que demanda el desvío y por el otro lado acortaría los tiempos para poder circular. En principio sería para regularizar la transitabilidad rápidamente. Pedimos que los ingenieros de vialidad vengan y estudien si es posible. Los arreglos pueden empezar: por lo menos pueden empezar a revisar si se puede reparar o no”.
El tránsito de Buenos Aires a Mendoza continúa alargándose en 200 kilómetros y esto ha generado que colapse la Ruta 8 “porque no resiste todo el tránsito de la 7 más el normal que ya tiene. Son problemas serios y no vemos que haya una decisión política de encontrarle solución rápida al problema”.
El 8 de agosto se reunirán en Melincué con funcionarios y autoridades de la Nación y de Santa Fe para buscar una solución a la cuestión.
Bajo agua
Aún hay entre 15 y 20 centímetros de agua sobre las vías y el terraplén de la vía a la altura de la traza fue levantado hasta la cota 104,65.
Según Duhalde, “no hay que levantar el ferrocarril y la ruta, hay que sacar el agua. Es mucho menos costosa y es una solución definitiva”, enfatizó.
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