Alicia Pagella afirma que se siente “comunicadora” porque el vínculo con el otro está presente en todas las facetas en las que se desempeñó y las que aún desarrolla.
Ya sea en la docencia, como en la literatura y en sus programas de radio y televisión la palabra constituye una herramienta clave que le da sentido a cada una de las tantas cosas que hace.
“En la escritura lo emocional no puede quedar a un lado”.
Docente
Pagella nació en Junín y se crio en Morse. Allá fue a la Escuela Nº20 hasta que, a sus trece años, la familia se mudó a nuestra ciudad, e hizo el secundario en el Colegio Normal Nacional, donde se recibió de maestra. “Amé y amo la docencia, no sabría hacer otra cosa”, afirma. En su casa, utilizaba como pizarrón las paredes que estaban pintadas con el verde del ferrocarril y ensayaba sus clases.
“Empecé a trabajar al poco tiempo de recibida –relata–, cuando se inauguró el Centro Educativo Complementario, el llamado Hogar Feliz. Los chicos iban a contraturno y complementaba al primario. Ahí tenía música y educación física, y también ayudaba en apoyo escolar”.
Además, fue la promotora del Gimnasio Junín, un espacio que tuvo durante veinte años: “Fue una idea mía, sugerida por algunos profesores que en ese entonces venían de La Plata. Primero me vinculé con los médicos de Junín, para trabajar en la parte emocional y la psicomotricidad de los chicos”. Es decir que no era un lugar para trabajar solamente la estética, sino que contribuía a mejorar la calidad de vida de los asistentes.
También trabajó en una escuela privada, que se llamaba Aleteos.
“El trato con los chicos llegó a ser tan diáfano que a muchos de ellos me los llevaba el fin de semana a mi casa –señala–, en mis clases se abrían y tenían mucho diálogo. Muchos de ellos hoy son artistas, músicos, profesionales”.
“En cada propuesta que hice, tuve una muy buena respuesta”.
Literatura
Pagella empezó a escribir a los diez años, cuando vivía en Morse. Eran cosas que hacía para ella. Cuando vino a Junín, sus profesoras de Literatura le dieron seguridad para mostrar lo que hacía. Loli Merino, Zigrid Recagno y, sobre todo, Chiquita Bruzzone de Rodríguez fueron las que le abrieron el camino.
Pero todo eso quedó pendiente hasta que se jubiló. Fue en ese momento que ingresó al grupo Gente de Poesía y, tras esa invitación, editó su primer libro.
Sobre su literatura, explica: “Siendo chica empecé escribiéndole a la vida, la naturaleza, al amor, pero con el tiempo fue cambiando: hice rimas, versos libres, una especie de juego ajedrezado de expresiones poéticas que se pueden leer de diferentes maneras, es decir que hice distintas cosas. Mi profesor Claudio Portiglia siempre me decía que tenía que lograr un estilo, pero en el momento que uno está escribiendo no piensa en eso. Hay cambios porque una nunca puede sustraerse a lo que pasa en la vida, y así como está el amor también está el desamor, la bronca, y lo emocional no puede quedar a un lado”.
Aún cuando su hijo, el reconocido escritor y periodista Juan José Becerra, siempre le dijo que tiene “capacidad para narrar, para hacer cuentos”, su camino, hasta ahora, fue por la poesía.
“Yo escribo porque a mí me hace bien –agrega–, y cuando me llegan las cosas que tengo para escribir, ahí pienso que tal vez le lleguen a otro también”.
En noviembre del año pasado participó del XI Encuentro Internacional, Cultural y Poético Inter-SIPEA, que se desarrolló en Zihuatanejo, México, donde su obra fue elegida y premiada entre las 150 participantes.
La comunicación
Su vínculo con los medios nació cuando le propusieron hacer un programa de radio y Alicia quiso que sea un espacio cultural. Así arrancó “Continente de luces”, una emisión que lleva 23 años de aire ininterrumpidos, en los que pasó por diferentes radios de la ciudad.
Según dice, el concepto era el de “hacer un programa en el que entraran todas las voces, porque la cultura es la voz del pueblo”.
Su éxito la llevó casi inmediatamente a la televisión, con “De nortes y de sures”, otra propuesta cultural.
“Son dos pasiones –comenta–. La radio tiene una magia muy especial. Y la tele también me gusta mucho, hace casi dos años que no estamos al aire pero, si fuera por mí, empiezo mañana mismo”.
“Nunca pensé que Dios me iba a dar la posibilidad de ser conocida, de llegar adonde llegué, creo que yo soy una elegida aquí en Junín”.
Balance
“¿Poeta yo? escribiente de utopías” dejó plasmado en un libro. En un libro Pagella. Es que no resulta sencilla una definición de sí misma para quien hace tantas cosas. “Yo me siento comunicadora de toda la vida –sostiene–, ya lo hacía de chica, también como docente de música y de educación física, lo mismo con la literatura, y en la radio y la televisión”.
Con todo, al momento de hacer un balance, concluye: “Yo estoy más que conforme porque nunca en la vida pensé que Dios me iba a dar la posibilidad de ser conocida, de llegar adonde llegué, creo que yo soy una elegida aquí en Junín, yo sí me siento ‘profeta en mi tierra’ porque en cada presentación que tuve o propuesta que hice, tuve una muy buena respuesta. Estoy conforme con la vida, con mi familia, mi hija Claudia, mi hijo Juan, mis seis nietos y tres bisnietas, y con todo eso no puedo menos que agradecer”.
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