Luego de más de 60 años sin registros, un trabajo de investigación documenta reportes sobre la presencia de especies de puma con color en distintos ámbitos rurales de la provincia de Buenos Aires. Las evidencias de estas poblaciones se hallaron en el Sistema de Ventania y en el noroeste y norte del pastizal pampeano.
Además existe una población reproductiva en las provincias de Córdoba y Santa Fe, áreas de las que habría desaparecido a mediados del siglo pasado.
En nuestra Región, recientemente un cazador fue aprehendido en el partido de Ameghino con varias liebres y uno de estos felinos sin vida.
El retorno de la especie a la región, donde había sido extirpada por la caza furtiva, estuvo posiblemente favorecido con las inundaciones de la última década y los incendios forestales ocurridos recientemente en las zonas del sur bonaerense y en La Pampa.
Pero desafortunadamente, la nueva presencia de estos ejemplares ha sumado incidentes de depredación sobre otros animales y es lo que está dando lugar a una importante persecución. Hoy la gran cantidad de pumas muertos por cazadores, evidencia cual sería la principal amenaza para la especie en el norte del pastizal pampeano.
El estudio fue realizado por el paleontólogo dolorense Nicolás Chimento, del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”; y por Eduardo R. De Lucca, miembro del Centro para el Estudio y Manejo de Predadores de Argentina de la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”.
“Es un carnívoro de gran resiliencia”
Según manifestaron los investigadores este felino “es un carnívoro de gran resiliencia, capaz de subsistir en ambientes modificados por el hombre. No obstante, el puma concolor había sufrido retracciones en su rango y extinciones locales en la ecorregión pampeana”.
Para los especialistas, “el registro en distintas áreas de especímenes jóvenes y de hembras con cachorros, sugiere en que la ecorregión pampeana está teniendo lugar un proceso de recolonización por parte del puma”.
Este estudio fue cedido al Grupo Conservacionista de Fósiles, quienes en base a los datos aportados, indicaron que “será recomendable monitorear de cerca este fenómeno, ya que cuando un gran carnívoro vuelve a ocupar un área donde previamente estaba extinto, conocer sus movimientos tanto en áreas rurales como urbanas facilita la identificación de las problemáticas de conservación y de manejo a enfrentar”.
En este marco, advirtieron la necesidad de ser proactivos: “Permanecer indiferentes ante este resurgir del puma en la provincia más poblada del país, seguramente surgirán conflictos con consecuencias negativas tanto para humanos como para este ‘nuevo’ ocupante del ecosistema de las pampas”.
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