Después de cinco años y dos meses del tremendo crimen que sacudió a la ciudad, cuando Olga Acedo (71) fue encontrada degollada en su vivienda ubicada en República 170, el asesinato tiene un condenado: un joven, identificado como K.F., que actualmente tiene 22 años y en el momento del hecho tenía 17.
La pena de sólo cinco años de prisión de cumplimiento efectivo fue impuesta en el marco de un juicio abreviado y dictada por la jueza de Responsabilidad Penal Juvenil, doctora Claudia Dana.
En diálogo con Democracia, Alicia Acedo, hermana de la víctima, manifestó: “sabíamos que era quien la había matado a mi hermana pero por dichos, no por hechos, porque él se lo contó a los amigos y los amigos fueron los que declararon y dijeron que él había dicho que la había matado. No había pruebas, sólo lo que comentaron sus amigos, por eso el fiscal me dijo lo del juicio abreviado”.
“Al parecer si se dilataba el juicio – continuó diciendo Alicia - se corría el riesgo de que no le dieran ninguna pena, porque no habría casi pruebas. Por eso, la semana pasada, tuve que firmar como que estaba de acuerdo y el imputado también admitía haber cometido el hecho”.
“El tema es que se lo enjuicia como si fuera menor de edad, ya que él tenía 17 años cuando sucedió el hecho. Por otra parte, él tiene otra causa. No sé por qué pero lo dejaban salir de la cárcel y el año pasado, cerca de mi casa, en Rivadavia al 1100, en la puerta de una panadería le quiso robar el celular a un señor, a quien amenazó con un cuchillo. Ahí fue encarcelado y le dieron cinco años de prisión por ese hecho”, manifestó.
“Fíjese qué paradoja: por robar un celular, cinco años de prisión, y por matar a mi hermana, cinco años también…”, destacó la entrevistada.
“Yo me quejé ante la jueza porque lo había dejado salir muchas veces. Ella me decía que él cumplía con la pena. La cosa es que este chico salió y mató a mi hermana, al poquito tiempo lo dejaron otra vez libre porque no tenían pruebas, fue a Rojas y dejó casi inválido a un policía. Siempre lo dejaban libre y la firma era de la doctora Claudia Dana. Por eso tuve un altercado bastante fuerte con ella, quien me explicó cosas de las leyes que obviamente no sé y que se las tuve que aceptar”, comentó.
“Fíjese qué paradoja: por robar un celular, cinco años de prisión, y por matar a mi hermana, cinco años también…”
Falta un eslabón
A pesar de la sentencia contra el menor, todavía falta la revisión de la sentencia absolutoria contra Gastón Díaz y Andrea Soledad Álvarez. “El primero de los juzgamientos fue el de Jonatan Castro, quien supuestamente los ayudó a entrar y su ADN fue detectado en el cúter con el cual se quitó el vidrio de la claraboya por donde entraron a la casa. Él fue condenado pero por el robo, no por el crimen; después se hizo el juicio a Gastón Díaz y Andrea Soledad Álvarez y quedaron absueltos”.
“Díaz quedó preso pero por otro delito que cometió en Rojas y ella está libre. Ese dictamen fue un desastre. El doctor Alvite Galante apeló y está en Casación todavía, por eso digo que falta un eslabón”, apuntó.
“Casación se está tomando todo el tiempo posible y nosotros esperamos a ver qué pasa. Según el fiscal, como ahora el menor se declara culpable del homicidio es posible que haya otro proceso judicial. Ellos participaron, estuvieron con mi hermana, el joven que era mayor fue partícipe directo, estaba adentro cuando el menor la mató, mientras la chica estaba afuera haciendo de campana”, aseguró Alicia.
Jonatan Castro
Sobre el mayor que fue condenado a 9 años de prisión pero por el robo ocurrido en el departamento de su hija el día del hecho, construido a los fondos del predio donde estaba la casa de Olga Acedo, la entrevistada manifestó: “A la tarde del día en que murió mi hermana (el hecho ocurrió a la mañana), la policía apresó a Jonatan Castro acusándolo de un robo, otro robo. Cuando lo detuvieron le encontraron la camisa manchada de sangre y el accedió a hacerse un ADN, pensando que no iban a encontrar nada, pero sí, se encontró en el cúter que usó para abrir la claraboya y entrar a la casa”. Es decir, estaba preso por otro robo y lo acusaron de estar implicado en el caso Acedo.
“Yo me quejé ante la jueza porque lo había dejado salir muchas veces. Ella me decía que él cumplía con la pena”.
“Cosas muy raras”
Para Alicia, hubo cosas raras al principio de la causa y esto lo habló con Alvite Galante, quien se hizo cargo de la causa pocos días después del crimen. “Para mí hubo cosas raras. Los primeros días después del hecho (cuando todavía no estaba Alvite Galante a cargo) fue muy desprolijo todo. Yo no entiendo nada de la parte judicial pero pienso: ¿si el menor y el otro mayor bajaron por una soga desde la claraboya del departamento de mi hija, por qué no se encontró ningún ADN, solo ADN compatible con el de mi hermana, cuando ella no había tocado esa soga? No encontraron ADN en la cuchilla, ni en las latas que rompieron para sacar la plata, ni en la alcancía de la nena que rompieron. A mí me da a pensar que fueron muy desprolijos al tomar la huellas o que algo pasó”, afirmó.
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