En marzo del año pasado salieron de Río Negro con el proyecto de una biblioteca ambulante, con la que fueron realizando distintas paradas. Ayer se instalaron en la plaza Sesquicentenario y planean pasar algunos meses en Junín de donde Delfina es oriunda y tiene familiares.
Consultada sobre cómo nació la idea de recorrer el país con una biblioteca ambulante, a bordo de una Volkswagen combi, Delfina lo resumió en pocas palabras: “Nos gusta viajar y leer. La idea es ir viajando y dejando algo en el paso”.
La biblioteca sobre ruedas busca ser un punto accesible para todos aquellos que se acerquen por mera curiosidad o por amor a ellos.
“La idea es que todo lo que tiene que ver con los libros pueda ser accesible. Si querés llevar algo para leer y te enganchás, es posible; si querés, podés traer y llevarte algo a través de un intercambio para que la plata no sea un límite. Si no, los vendemos, aunque con un límite de precios, de menos de $300 y que siempre es charlable porque la idea es que si querés algo te lo puedas llevar”, explicó Delfina.
El límite es más que nada para que cualquiera que pase y esté interesado lo pueda llevar y no solo el que tiene la plata. “A veces uno no anda con 400 o 500 pesos y hoy los libros están carísimos así que la idea es que sea accesible”.
La biblioteca fue creciendo gracias a la gente que se interesó en la propuesta, según contó Delfina.
“Está formada por gente que se copa con el proyecto o tiene libros dando vueltas y no sabe qué hacer, no los quiere tirar porque son libros. Ellos nos avisan, los pasamos a buscar. Es también de gente que se copa y nos trae libros y a su vez de gente que se copa y se lleva libros. Y así andamos, de ahí sale la nafta, todo”.
Invierno en Junín
Delfina aseguró que muchos municipios reciben la propuesta con interés y hasta les agradecen su paso.
“Creo que vamos a hacer base este invierno y estaremos acá unos meses pero también por los pueblos. Los municipios nos reciben muy bien y nos agradecen que pasemos. Es una linda oportunidad de intercambio, más cultural. Donde sea que vayamos la gente se copa por la idea, por la combi. Vamos haciendo ruido con libros”.
En cuanto a los libros para chicos, “la propuesta es siempre a lo que los padres quieran y puedan como para que la plata no sea un límite y si un nene se quiere llevar un libro lo pueda hacer. Si quiere leer, que tenga el acceso”, explicó Delfina y contó los motivos.
“Creemos que los grandes ya se decidieron, si les gusta o no leer, pero los chicos si no lo tienen cerca, dando vuelta, siembre van a elegir lo más accesible que es un celular, la tele, la computadora”.
El domingo a la tarde, la biblioteca volverá a estar en la plaza y según sus creadores, habrá más fines de semanas para acercarse a la plaza.
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