A través de una nueva normativa, la AFIP resolvió que todos los comercios del país deben aceptar tarjetas de débito a partir de los diez pesos, medida que comenzará a regir a partir del 30 de este mes, mientras que la tarjeta de crédito será opcional.
Sin embargo, Democracia realizó un relevamiento por distintas zonas comerciales de la ciudad y recabó que persisten las dudas de los propietarios de negocios y consumidores, especialmente por los gastos de mantenimiento y los porcentajes que se les restan a los vendedores por cada operación.
El servicio tiene un costo fijo mensual de mantenimiento de entre $ 250 y $ 400, a lo que se suman las comisiones que las tarjetas cobran por cada venta a través de ese sistema. El arancel máximo para las operaciones con débito es de 1,1% y para las con crédito, 2,35%.
Cabe destacar que existe el mPOS, un lector que se conecta al teléfono celular o tablet. En marzo aumentó en un 40% en comparación con febrero y la primera semana de abril fue récord: comparada con los últimos cinco días hábiles del segundo mes del año, las ventas subieron un 94%.
En tanto la competencia, Point, de Mercado Pago, informó que en marzo y los primeros cinco días de abril se triplicaron las ventas.
“En otros países es gratuito”
Mantener un posnet tiene un costo aproximado de 600 pesos y a esto hay que sumarle el resto de los gastos mencionados. “En otros países funciona porque es gratuito, y acá nos cobran por todos lados. Incluso las tarjetas internacionales, de extranjeros, también tienen un costo adicional”, explicó un comerciante local.
La consulta abarcó diversos rubros: locales gastronómicos, verdulerías, bicicleterías y quioscos. Entre las opiniones de los consultados, el posnet tiene sus ventajas en cuanto a no manejar dinero en efectivo, por los robos, y darle facilidades al cliente. Sin embargo, la negativa está en el costo que tiene para los comercios mantener un aparato de estos, sumado a la facturación y el porcentaje que se les descuenta en cada compra.
Por su parte, para la mayor parte de los consumidores, esta medida es positiva, ya que no necesitan utilizar dinero en efectivo y además solucionaría el problema del vuelto cuando realizan una compra.
Otros compradores, en cambio, no se sintieron atraídos por la medida debido a que prefieren utilizar efectivo y no generar movimientos bancarios permanentes, ya que dependiendo de la entidad pueden sufrir alguna quita en las transacciones, más allá del mantenimiento de la cuenta.
“De los grandes para abajo”
Uno de los vendedores consultados y dueño de una verdulería aseguró que hace seis meses que tiene este sistema en su negocio, pero admitió que para ser obligatorio debería ser para todos igual, ya que algunos de sus proveedores por ejemplo siguen utilizando el efectivo como medio de pago.
“Hay que arrancar de los grandes para abajo. Por ejemplo vienen a venderte huevos y andan sin posnet, por lo que necesitás mil pesos en efectivo para comprar un cajón. Está bien que lo pongan, pero lo tiene que tener todo el mundo y no solamente los que están en el centro”, indicó.
“Por ejemplo, cuando en la plaza hacen la feria no hay posnet y no pagan nada. A vos te exigen ingresos brutos, monotributo y todo lo que se necesita para la habilitación del local. No es mucho lo que se paga por el posnet, creo que está bien, pero lo tienen que tener todos por igual”, subrayó.
“Altos costos para un comercio de barrio”
Pablo, un bicicletero de barrio que emparcha cubiertas por $ 50 o arregla rodados, explicó que “en algunos comercios creo que sí conviene. En mi caso, que trabajo con gente de paso, nadie me ha pedido pagar con tarjeta”.
“A parte la mayoría 50 pesos tiene en el bolsillo y creo que pagaría más de alquiler del posnet que las ganancias que puedo recibir con ese sistema”, remató.
“Estoy viendo la posibilidad de cobrar con el celular a través del servicio de Mercado Libre. Si o si tenés que tener ventas y si tengo una cada tanto tengo que dejar la plata en la caja de ahorros”, concluyó.
Otro vendedor, precisamente de un quiosco, explicó que son mínimos los gastos que la gente realiza en estos lugares (minimarkets) y por este motivo, para él no tiene sentido que se obligue a ocupar esta forma de pago, lo que representa un gasto más para él. “No tiene sentido vender un paquete de cigarrillos con posnet”, apuntó.
Además aseguró que la mantención y otros gastos como facturación, cuenta corriente y descuentos, entre otros, son elevados para un quiosco de barrio.
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