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Con la ampliación del proyecto original, entre el kilómetro 255 y el cruce de la Ruta 65, se deberá expropiar otros sectores que no estaban contemplados hace 50 años.
OBRA ENTRE JUNÍN Y CHACABUCO

Por la obra de la autopista, estudian expropiar con la mínima afectación

Así lo afirmó a Democracia Mario Mobilio, abogado de Vialidad. Se trata de la zona urbana entre el kilómetro 255 de la Ruta 7 y Ruta 65. El proyecto inicial de hace 50 años finalizaba en calle Querandíes desde curva Coliqueo, tierras que ya estaban negociadas por el Estado.

Alrededor del año 1968, el proyecto de la autopista Chacabuco – Junín comenzaba a gestarse, con el sueño y la ilusión de viajar más seguros.
Con el paso del tiempo, esa iniciativa quedó archivada, pero las expropiaciones del Estado a los bienes privados (campos, quintas y casas) se habían concretado entre los kilómetros 219 (Curva de Coliqueo) y 255 (calle Querandíes) de la Ruta Nacional 7 de nuestra ciudad.
Con la modernización y los cambios en el objetivo final de la obra, ahora este nuevo proyecto contempla el trayecto hasta el cruce con la Ruta Provincial 65, tramo en el cual se está estudiando y analizando la posibilidad de expropiar con una afectación mínima, ya que a diferencia de hace 50 años, ahora hay edificaciones.
En ese sector, además de la obra de dos carriles, se realizará una colectora de la mano del Junín Golf Club y la Clínica de Rehabilitación que necesita 25 metros de terreno que será expropiado.

“Se tomó contacto con propietarios”
En diálogo con Democracia, el representante legal de la obra, Mario Mobilio dijo: “En toda esa zona se está trabajando desde la documentación y el contacto de los propietarios. En cuanto a expropiaciones se ha priorizado la liberación y recuperar la posesión de lo que Vialidad en su momento adquirió en la trama rural desde el kilómetro 219 a 255”.
“Ahora, con el nuevo proyecto, desde el kilómetro 255 hasta la Ruta 65 en algún porcentaje menor, ya se ha tomado contacto con muchísimos propietarios y se ha tomado la posesión documental de esa superficie por lo que prontamente se va a empezar a trabajar”, informó.
“Hemos recibido una buena recepción de los vecinos y mucha necesidad de esta obra. Por otro lado, en el caso de la trama rural ya tenían conocimiento de que los 25 metros en su frente no eran propios, sino del Estado argentino. En la mayoría de esos casos no han hecho construcciones, lo cual da la pauta de que en algún momento esta obra era esperada”, aseguró.

Los proyectos sufren alteraciones”
“Dentro del proyecto inicial de la década de 1970 existen las expropiaciones en ese sector. En esos años el Estado nacional adquirió 25 metros de todo lo que es el frente de los campos y parcelas que eran rurales en esa época porque luego fueron creciendo”, continuó diciendo Mobillo.
“De hecho, en su mayoría, son procesos que se concluyeron y en otros casos pudo haber quedado inconcluso, al igual que las obras, ya que hace 50 años se había dejado para otro momento de la historia”, informó.
“De todos modos este proceso de construcción, si bien desde un principio no consideraba los distribuidores, en esta oportunidad se han proyectado tres entre Membrillar, O’Higgins y La Agraria. Con el correr de los años, los proyectos pueden sufrir alteraciones en mejorar la calidad de la obra”, indicó.
“La realidad es que dentro de los registros que tenemos nosotros, existen los antecedentes tanto Vialidad y en el Registro de la Propiedad Inmueble de la provincia de Buenos Aires”, subrayó.

Las expropiaciones 
La toma de las tierras son por compra, vía judicial o donaciones. “Hay casos en que puede que se haya iniciado el proceso judicial y no esté concluido, con lo cual es todo un estudio y de antropología de historia de cada una de las parcelas donde no hay titulares registrales porque no están entre nosotros”, agregó el entrevistado.
“Lo más complejo es hablar con los nuevos dueños quienes quizás no tengan conocimiento de que hace 50 años, parte de su bien no es propio. Es toda una labor que depende de nosotros para explicar la historia y la realidad jurídica”, confirmó.
“Estamos en una etapa de estudio en ese sector y en algunos casos puntuales quizás es prematuro dar una respuesta firme porque estamos realizando una investigación dominial de todos los bienes que no es solamente mirar un plano”, exclamó.
“En el caso que nosotros determinemos que hubo una ausencia de pago y que resulta necesaria la adquisición de ese bien, por supuesto que el mismo se cancela. El Estado no está interesado en perjudicar a la gente, sino en hacer rutas.

“Evitar tocar el Golf”
Con relación al Club Golf “estuve hablando en su oportunidad con José Borruto y como en otros sectores, todavía está en estudio los antecedentes del bien. Pero de todos modos tengo presente que desde el área de Proyectos están haciendo unos ajustes para que en el eventual caso de necesitar expropiar, la afectación sea mínima. En ese sector hay un ancho suficiente como para evitar tocarlo”, afirmó el abogado.
Por su parte el presidente del Golf Club Junín, José Borruto dijo: “No hay nada de nada. Hace un año tuvimos reuniones con la gente de Vialidad y nos habían comentado que el proyecto original que tienen en carpeta nos sacaría 25 metros del club, pero que con las modificaciones la autopista llegaría sólo hasta la Clínica de Rehabilitación”.
“Como la obra inicial es de 1970, esta zona no estaba urbanizada y no había nada por lo que no contemplaba los cambios en esta zona. Ellos me dijeron que trabajan con consultoras quienes habían propuesto un cambio de proyecto desde la clínica hacia la Ruta 65”, explicó.
“Lo que nos afectaría sería una colectora de nuestro lado, ya que del otro sector del camino ya está todo expropiado. Lo que te mata es la incertidumbre de no tener un mensaje oficial sobre qué va a pasar realmente. Nos sacarían el hoyo 11 y tendríamos que rediseñar la cancha lo que implica un gasto económico”, finalizó.

La Clínica de Rehabilitación
“Con todos los actores sociales del último tramo de la obra, yo vengo llevando diálogos permanentes, en particular con la Clínica a la vera del camino, dada la inquietud puntual, ya que es de rehabilitación en donde en su gran mayoría es gente de Junín que utiliza los servicios de dicha institución”, aclaró Mobilio.
“Una de las principales inquietudes era el ingreso y egreso de vehículos y la realidad es que la autopista a esa altura va a tener calle colectora asfaltada según fue informado en su oportunidad por Vialidad que garantiza la conexión con ese lugar”, aseguró.
“Desde un momento se planteaba el tema de la comunicación entre un ala y otra porque el desarrollo de Junín fue creciendo con el paso de los años desde kilómetro 255 (calle Querandíes) hacia la Ruta 65. Hay un barrio inclusive que se llama San Francisco que está en desarrollo y creció 1,5 kilómetros a cada lado de la Ruta 7”, subrayó.
“En ese sector, según se informó va haber una suerte de puentes peatonales para comunicar ambos puntos sobre la calzada nacional, sobre todo para los chicos que van hacia la Escuela 35 o a los clubes, etc.”, concluyó.

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