Ubicado en el extremo noroeste de la ciudad, el barrio Ramón Carrillo se encuentra una vez que se cruza la Ruta 188, entre las calles Italia y Alberdi.
Se trata de un vecindario que, como la mayoría de los sectores periféricos, ha adquirido un importante crecimiento poblacional. Por ello, este sector que históricamente fue de quintas, hoy se convirtió en un espacio ya muy urbanizado y con numerosas viviendas permanentes.
Si bien los lugareños hoy se muestran conformes con el desarrollo de la zona, se sigue pidiendo la extensión de algunas prestaciones.
Infraestructura
Toda la zona poblada de este barrio cuenta agua corriente. Algo similar ocurre con las cloacas aunque, en este caso, la obra que se hizo dejó pendientes algunas cuadras de la calle Sáenz Peña, y otras de Camino del Resero.
“Ya pusimos en conocimiento de esta inquietud a las autoridades de Obras Sanitarias y ahora estamos esperando qué pasa con eso”, explica el presidente de la sociedad de fomento, Guillermo Villarroel, para luego ampliar: “Seguramente podremos avanzar, no sabemos en qué período se harán las obras. Por ahora está en carpeta y ya se inició un expediente como para poder empezar a trabajar en eso”.
Para los residentes de Ramón Carrillo esta es una de las prioridades.
En cuanto al alumbrado público, los fomentistas destacan que “cubre un sector bastante importante del barrio”. Tiempo atrás reclamaban que faltaba un área de Roque Sáenz Peña, pero ya se extendieron las luminarias a ese lugar también. “Les pedimos a los vecinos que lo cuiden –alerta Villarroel– sobre todo a los chicos que juegan con las gomeras y esas cosas, porque es de todos”.
Los lugareños también subrayan que “mejoró” el mantenimiento de calles, que aquí son todas de tierra. El presidente de la sociedad de fomento comenta que “hace pocos días empezaron a trabajar en eso, se hicieron las cunetas y hoy se mantienen limpias, algo muy importante porque a veces los propios vecinos cometían el error de sacar los residuos de jardín o de la poda y los dejaban en las cunetas, lo que obstruía el paso del agua y los días de lluvia se inundaban las calles; hoy, después de varios trámites que estuvimos haciendo, vemos que se mantienen estables”.
Lo que faltaría es el paso del regador, que en el último tiempo se vio muy poco por este barrio y los residentes manifiestan su descontento por esta ausencia.
Tránsito y seguridad
En referencia al tránsito, la mayor complicación en esta zona tiene que ver con el cruce de la Ruta Nacional 188. “Es algo muy peligroso, hay personas que tardan hasta 20 minutos para poder pasar a hacer un trámite o llevar los chicos a la escuela”, afirman.
Días pasados, los fomentistas se reunieron con representantes de las áreas de Obras Públicas y de Movilidad Urbana del Gobierno de Junín, quienes prometieron que “en los próximos días se van a poner carteles de señalización” para advertir sobre esa intersección. “Es una solución momentánea –agrega Villarroel– pero queremos plantear al vecino que nos estamos ocupando de ese tema. Algunos proponen una rotonda, o un semáforo, pero son acciones que dependen del ámbito nacional. Es algo importante porque la intersección de la ruta y Rivadavia es el acceso principal a nuestro barrio”.
Por otra parte, el de la seguridad es otro tema que abordaron los referentes fomentistas: “Hace pocos días tuvimos un llamado del coordinador de Seguridad Ciudadana del Gobierno de Junín, Mario Olmedo, a quien le informamos la situación del barrio y la idea es tener una reunión en el futuro con los miembros de la comisión y los vecinos del barrio para que todos puedan plantearle su punto de vista sobre el tema”.
Según cuentan, un par de meses atrás plantearon algunas inquietudes a los referentes de la Secretaría de Seguridad, lo que luego se vio reflejado en una mejora en el cuidado del lugar. “Hoy vemos que la patrulla está pasando más periódicamente”, concluyen.
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