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Héctor Polino, director de Consumidores Libres.
CONSUMIDORES LIBRES

El impacto de los tarifazos en el aumento general de precios

En diálogo con Democracia, el director de la asociación Consumidores Libres, Héctor Polino, explicó que el Gobierno nacional fijó una política de reducción total de subsidios mediante la cual, dos veces por año –hasta 2019– se va a ir quitando una parte de esas asistencias hasta llegar a octubre del año próximo, cuando no habrá más subsidios y los usuarios pagarán el valor de la tarifa plena en todo el país, a excepción de las provincias patagónicas, en donde se llegará a la quita total en octubre de 2022.
“Me parece que la política de quita de subsidios debió haberse ejecutado con mayor gradualismo”, afirma Polino, para luego ampliar: “Si uno lo toma aisladamente puede parecerle razonable, pero en realidad tiene que enmarcarse en los aumentos de todos los demás rubros. Y debe tenerse en cuenta que los salarios no suben en la misma proporción, y que los haberes de la clase pasiva tampoco se recomponen de la misma manera; es más, con la nueva reforma las actualizaciones van a hacerse en menor proporción que las que se estaban haciendo, y a eso se le debe agregar los incrementos en los medicamentos, que es lo que más consume la clase pasiva, algunos que han llegado al 132 por ciento. Entonces está claro que todo esto disminuye el poder de compra de los trabajadores en relación de dependencia y de los jubilados”.
Asimismo, el ex diputado nacional remarca que “aquellos sectores sociales de las clases media y media baja, que no califican para acceder a los beneficios de la tarifa social y tienen que pagar el valor de la tarifa plena, indudablemente van a ver reducido su nivel de compras”. Lo que genera un evidente deterioro en el proceso productivo del país.
Para Polino, otra cuestión trascendental es la incidencia de estos ajustes en la inflación: “Este tema de los aumentos de las tarifas de los servicios de energía eléctrica y gas, más el del agua, más haber dejado liberado el precio de los combustibles a partir de octubre del año pasado –lo que generó fuertes incrementos– más las subas en los peajes, en la telefonía celular, la medicina prepaga y demás, se trasladan, sin dudas, a los precios, porque modifican las estructuras de costos de las empresas que fabrican diferentes productos y las que los comercializan. Y además, como no hay controles, hay un rubro nuevo en esa estructura de costos que es ‘por las dudas’: se remarca por las dudas, con total impunidad”.

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