Si bien el examen genético permite el diagnóstico de la vulnerabilidad hacia determinadas enfermedades hereditarias, las pruebas de de ADN se pueden utilizar para determinar la paternidad comparando la secuencia entre el padre, niño/niña y la madre que debe dar como resultado generalmente de más del 99,99%.
En algunos casos que se busca determinar es la línea genética materna, se recurre al ADN mitocondrial que la madre transmite al hijo/hija y que sólo ésta transmite a sus descendientes.
En Junín son veinte laboratorios los cuales se dividen los estudios y hay algunos que los rechazan porque no quieren comprometerse con los resultados, ya que provienen de instituciones de Capital Federal porque en nuestra ciudad no se resuelven las filiaciones.
Los resultados tardan entre 15 y 20 días y vienen con un grado de certeza de 99,99%. Es decir que no existe prácticamente la posibilidad de error.
En diálogo con Democracia, el Dr. José Pugliese explicó que “están apareciendo más casos de filiación a partir de la abundancia de las relaciones casuales sin cuidado. Aparecen jóvenes preguntando, algunos alcanzan a hacerse el estudio y otros no porque los valores de los resultados son altos entre 7 y 10 mil pesos dependiendo la institución”.
“La cantidad de análisis son bajos pero son más que antes, ya que la gente se informa de que existe la posibilidad de saber de quién es el hijo con un grado de confianza muy alto”, expresó.
Estos son datos concretos de la realidad, que pueden venir vía judicial (casos menores) o extrajudicial. “En realidad la validez del resultado es el mismo, ya que si una mujer demanda la paternidad de un hijo a un padre alegado y da positivo ya no es necesario ir a juicio lo que calma los ánimos de las partes”, sostuvo.
Hay veces que se ha llevado el caso a juicio porque los tribunales poseen una vía por la cual envían muestras a otros laboratorios particulares de referencia. En esos casos, los abogados de las partes están presentes durante las extracciones y manifiestan confianza en el bioquímico.
“En otras ocasiones llegan los abogados o directamente los interesados pidiendo por el estudio y muy pocas veces llega por vías judiciales. En ese contexto vienen los secretarios, las partes y se lacran las muestras”, explicó Pugliese. Y remarcó “que los mayores casos son extrajudiciales y a partir de ahí actúan las partes sin llegar a juicio”.
Sucesión y demanda de alimentos
Entre todas estas situaciones, hay madres embarazadas que se hacen los estudios con el bebé dentro del vientre y están quienes los hacen de recién nacidos, que son la mayoría.
Entre las cuestiones que existen, están los casos de hijos de sucesión que suponen que son descendientes de una persona fallecida y demanda a los herederos.
Cabe destacar que generalmente los estudios se hacen con relación a la demanda de alimentos del niño.
En el contexto de que la persona esté muerta se debe exhumar el cadáver y obtener una parte de muestra que no es un pelo, ya que se requiere un trozo de hueso y no es tan simple.
Para ello tienen que estar las partes de acuerdo, pero siempre se trata de evitar por ejemplo buscando hermanos o sobrinos del hombre muerto armando el cuadro genético sin llegar a la exhumación.
“Siempre lo mejor es la exhumación porque quizás se pueda bajar el porcentaje de seguridad y se complica porque un juez siempre te pide el mayor grado de certeza”, aclaró Pugliese.
En pocas ocasiones, puede pasar que el resultado de paternidad no dé el grado de certeza que se espera y empieza a buscar la posibilidad de que haya alguien más con ese perfil genético parecido.
“Por ejemplo se busca un hermano, gemelo, padre e hijo dependiendo el caso y esas cuestiones hay que dilucidarlas también. Puede haber que exista una mutación en la persona y no da el perfil exacto, por lo que tenés la obligación de averiguar todo el parentesco que anda alrededor”, explicó.
“Uno tiene el perfil genético del padre y la madre que de esa combinación sale el perfil genético del hijo. En el caso de que haya habido alguna mutación en las divisiones celulares, el perfil de los alelos por ahí no coincide con exactitud con algunos de ellos. Por ejemplo, de veinte que estudiás, hay uno que no coincide pero los demás sí”, concluyó.
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