En diciembre de 2013 una ola de calor dejó sin energía eléctrica a casi doce millones de personas en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Las calles se llenaron de vecinos furiosos que quemaban neumáticos en lo que fue la primera postal de muchas que se repetirían, casi idénticas, verano tras verano. Un usuario de Edenor tiene un promedio de veintisiete horas sin luz al año y uno de Edesur, cuarenta. El único país de la región con esa duración de cortes es Jamaica. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), desde 2012 más de diez millones de usuarios sufrieron cortes reiterados cada año. ¿Por qué se corta la luz?
En una entrevista con Democracia, uno de los periodistas que participó de libro, el juninense Pablo Tomino, afirmó: “Surgió a raíz de una idea de ella (Leila Guerriero), y se conformó un equipo de 16 periodistas que íbamos a la casa de Leila a hacer un taller, para contar un poco qué ocurre en la Argentina con la crisis energética. Desde 2013 el país sufre una terrible crisis por falta de energía, desde entonces, ocurrieron -con la ola de calor de 2013- innumerables cortes. Cerca de 12 millones de personas quedaron sin luz en el país en 2013, es el colapso total de la energía. El libro ahonda en esta crisis, cómo llegamos a lo que llegamos y hacia dónde vamos. La idea de Leila fue contar, a través de historias, de personajes y protagonistas, cómo fue la crisis energética y cómo vamos a salir de ella”.
“La desinversión en la última década, y sacando todo del contexto político, fue increíble, las empresas no invertían lo que tenían que invertir y quedamos con una red muy chica. Este libro ahonda en eso y tiene entrevistas como por ejemplo la última que se le hizo a Julio De Vido, hoy preso; entrevistamos a Roberto Barata, hoy preso también; al ministro Aranguren, el presidente de Edesur, el presidente de Edenor, y a la vez grandes historias que escribieron mis compañeros sobre cómo vive en Buenos Aires la gente sin luz, sin energía”, señaló.
“Tiene que ver con la corrupción empresaria de no invertir, la falta de control del Estado, esa desinversión que genera un colapso. Es como si en una zapatilla común enchufás miles de cosas, en un momento colapsa; la red energética de la Argentina es ni más ni menos que eso, un colapso total”, afirmó.
En la actualidad
“También buscamos indagar en qué piensa hacer este gobierno para salir de esta situación, de alguna manera uno ve que algún cambio hay, pero todavía seguimos con los cortes de luz. Lo que dice el Gobierno es que va a obligar a las empresas a invertir, esa es la única esperanza que tenemos los usuarios, que las empresas inviertan y que el Gobierno controle, si eso no ocurre, es imposible que podamos superar esa crisis”, consideró.
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