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Los constructores son pilotos y aficionados a la aeronáutica.
SON FABRICADOS POR AFICIONADOS

Crece en Junín la construcción de aviones caseros de distintos modelos

Se encuentran alojados en los hangares del Club de Planeadores de Junín desde donde despegan cada fin de semana. Actualmente hay 10 aeronaves experimentales terminadas y otras en proceso de producción en hogares juninenses.

Al igual que con el aeromodelismo, hoy en día las personas ligadas a la aeronáutica tienen un nuevo desafío que se trata de la construcción de aviones a gran escala, con sus propias manos, en los garajes de sus casas, en talleres y galpones. 
En el año 2001 se terminaba de fabricar el primer avión experimental de Junín y despegaba desde el Club de Planeadores. Dieciséis años más tarde y tras una gran expansión en esta forma de vida, hoy se encuentran diez aeronaves construidas por sus propios dueños en los hangares de la entidad deportiva aeronáutica.
Tras un recorrido por el Club de Planeadores de Junín, Democracia dialogó con los emprendedores y pilotos que explicaron las características técnicas de sus aviones que construyeron ellos mismos en esta ciudad.
“Aquí se han construidos muchos aviones experimentales. Nosotros empezamos con el Boyero en 1996 y lo pusimos en vuelo en 2001. Luego fueron apareciendo los demás y hoy por hoy tenemos 10 de ellos”, explicó el piloto juninense Javier Gaude, actual campeón nacional de vuelo a vela.
Por otro lado se encuentra Carlos García que construyó uno de estos modelos con sus propias manos y está realizando los primeros vuelos de prueba; Fabián Bertulo está terminando un avión Auster, ya que se encuentra en la fase de pintura, mientras que Diego Regazzi está fabricando en su casa un el modelo Stinson.
“Es muy lindo construir tu propio avión y después volarlo y por suerte los tenemos en el Club de Planeadores”, agregó.

Avión con motor de Ford A
Este modelo lo fabricó Alfonso Bertaco en Junín y es un avión hecho en madera en base a planos que fueron comprados en Estados Unidos.
Se usó mucho entre la década de 1930 y 1940, incluso como avión de correo. “Volaba originalmente con un motor de Ford A, tenía ruedas de moto con rayos y en la actualidad lleva motor de avión y ruedas especiales”, expresó. 
En esencia sigue siendo un avión muy primitivo y tiene unas características de vuelo muy lindas y todos los fines de semana se lo puede observar en el cielo de la zona de Junín.
“Este modelo está activo en nuestro club desde hace seis años y en la actualidad uno de los pilotos del club, Horacio Ballester está terminando una réplica de este modelo en su casa de nuestra ciudad”, señaló.

El Boyero
Fue fabricado inicialmente en 1948, a Junín llegó en 1996 y se puso en vuelo en 2001 luego de varias restauraciones siendo el primer avión experimental en el Club de Planeadores de Junín.
“Ese avión estaba en un gallinero con cajones de abejas, no tenía las alas y una de ellas estaba quebrada”, sostuvo el piloto y constructor Diego Regazzi.
“Con Javier (Gaude) siempre quisimos hacer un avión desde cero y nuestras madres no nos dejaban. Entonces la única manera que teníamos era tomar la base de algo construido y restaurarlo. Necesitábamos reformar el 51% sino no te lo habilitaban como experimental”, explicó. Y agregó: “Cuando es restaurado por un aficionado te lo habilitan como avión experimental y no como Lima Víctor (LV)”.
“Arrancamos con Javier, después se unió Silvio y entre los tres lo terminamos”, continuó Regazzi. 
Cabe destacar que se arenaron todos los caños, las alas se desarmaron por completo, se compraron los largueros de madera, las costillas rotas fueron reemplazadas, los tanques de combustibles se hicieron más grandes, se reformó la cola y las puntas de ala. “Además colocamos frenos a disco, ya que esta aeronave venía con freno a piolín y como tenía volante, le pusimos bastón”, remarcó. 
El motor original se reparó con repuestos de autos como pistones de Chevrolet, aros y cojinetes de viela de Peugeot 504 diesel y válvulas de Ford Taunus. “Igualmente ahora se le puso un motor más grande” aclaró.
“En 2002, la Convención Anual de Aviones Experimentales hizo una mención especial para este modelo”, exclamó el piloto.

KRS 2 
En paralelo se encontraba Sebastián Kenig con su avión experimental que fue traído de Corrientes.  
“Es un modelo americano de la marca Rand Robinson, tiene una configuración biplaza y un motor Volkswagen 2300 aeronautizado con un rendimiento de 72 caballos de fuerza y una velocidad crucero de 105 millas por hora”, aseguró el piloto.
Es un avión rápido, sensible y es por eso que requiere mayor adaptación, ya que no es para principiantes. “Es muy construido en el mundo y en Argentina hay 10”, comentó. Y continuó: “Yo estoy construyendo uno igual en el taller de un carpintero amigo con el plano: hay que hacer herrajes con tornero y es bien artesanal y nada viene de kit”. 
“Su estructura es de madera de pino estacionado en 30 años por lo que es un material muy liviano y duradero. El rellenado del resto de la estructura se hace con poliuretano y fibra de vidrio con refuerzos de carbono”, explicó.
Tiene una autonomía de cuatro horas y media con 95 litros de combustible. Puede gastar 15 litros por hora y estoy muy feliz”, expresó Kenig quien hace un tiempo que llegó de Buenos Aires para instalarse en Junín.
“Son actividades muy lindas y sociables. Acá en Junín nos recibieron bárbaro y la gente del Club de Planeadores es impecable”, finalizó.

De pos guerra
Recorriendo los hangares del club, se puede observar un avión posterior a la Segunda Guerra Mundial que fue diseñado para los ex combatientes que regresaron a sus hogares sin alguna de las extremidades inferiores, por lo que no contaban con pedales del timón de dirección. 
Se trata del Ercoupe que fue fabricado en 1947 en Estados Unidos “con la cola en H que al doblar compensa la falta de los pedales”, explicaron los expertos.

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