El barrio Gregorio González es uno de los sectores donde más se nota el desarrollo inmobiliario que adquirió la ciudad en los últimos años, ya que esta zona delimitada por la Ruta 7 y las avenidas Circunvalación, Padre Respuela y Benito de Miguel, se convirtió en una de las más codiciadas, por lo que recibió una gran cantidad de nuevos residentes.
“Este no es un barrio con demasiadas necesidades, salvo pequeñas cuestiones a las que les vamos buscando soluciones y el municipio nos está dando respuestas”, señala el presidente de la sociedad de fomento, Walker Quintanal.
Dentro de estas necesidades, las más demandadas pasan por acciones para mejorar la seguridad y el tránsito.
Pedidos
Desde que asumió la nueva comisión directiva –hace unos seis meses– los dirigentes fomentistas mantuvieron encuentros con funcionarios del área de Seguridad del municipio y la cúpula policial para plantearles una de sus preocupaciones, que pasa por la inseguridad en el sector.
En ese marco, los referentes barriales afirman que obtuvieron “algunas respuestas”, puesto que se incrementaron los patrullajes y se pusieron “algunos puntos fijos”.
No obstante, el tema no está solucionado, tal como explica Quintanal: “Nos enteramos que este fin de semana hubo gente en moto que rompió vidrios de algunas casas como para ver si había gente adentro y poder, eventualmente, ingresar”. Si bien esto, en definitiva, no llegó a concretarse, hay vecinos preocupados por este tema por lo que los fomentistas recabarán más información para trasladar este tema a las autoridades policiales.
Además, este sector perdió la tranquilidad que supo tener desde que se convirtió en un corredor nocturno, dado que está delimitado en dos de sus márgenes por las avenidas Benito de Miguel y Circunvalación, donde se encuentran varios de los lugares de esparcimiento nocturno de la ciudad. Esto también fue planteado a las autoridades para que se tenga en cuenta, sobre todo con la llegada del verano donde abren más de estos locales.
El tránsito es otro punto que los lugareños consideran que debe ser tenido en cuenta. “Se vuelve bastante caótico por la velocidad a la que circulan por algunas calles, y más ahora que hay asfalto hasta circunvalación”, comenta Quintanal.
En ese marco, solicitan que se coloquen reductores de velocidad: uno en Firpo y Avellaneda, en la esquina del Jardín, y otro el ingreso al bulevar, sobre Avellaneda y Rojo Vesgas. El presidente de la sociedad de fomento aclara que también consultarán a los vecinos sobre otros lugares que consideren críticos para poder solicitarlos.
“En la avenida Padre Respuela también es caótico –agrega Quintanal–, la escuela hace que haya mucho tránsito, por ahí podría haber algún inspector que ordene un poco. Aunque también es responsabilidad del vecino que se ande con más respeto a las normas”.
Otros temas
Gregorio González está totalmente cubierto con los servicios de agua corriente y cloacas, mientras que solo resta conectarse a la red de gas natural un pequeño porcentaje: varias calles, entre Eusebio Marcilla y la colectora, quedaron sin ese servicio. Es que cuando llegó el gas a este sector, allí había solamente lotes baldíos, pero ahora está totalmente habitado. “Presentamos una nota en Grupo Junín, además yo hablé con gente de la empresa y por el momento nos dicen que no hay nada proyectado ahí, pero lo vamos a seguir gestionando”, cuenta Quintanal.
Por otra parte, el alumbrado público es un servicio que está mejorando: “Teníamos algunas cuadras con colgantes, y es una zona que se ha expandido mucho por comercios y viviendas, quienes nos pasaron sus inquietudes porque quedaban muy oscuras las calles. Ahora se está haciendo un recambio de luminaria, con tecnología led y esperamos que se sigan sumando más columnas”.
COMENTARIOS