La actividad física, fundamental para romper con el sedentarismo.
ALIMENTACIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA

Cuáles son los hábitos saludables que recomiendan para encarar el verano

Nutricionistas recomiendan cambiar las rutinas laborales por rutinas alimenticias que puedan sostenerse en el tiempo. “El tipo de vida que nosotros hacemos es mucho más sedentario que lo que nuestro cuerpo precisa y es lo que realmente nos perjudica”, aseguraron.

Con la llegada de la primavera se empieza a destapar más el cuerpo y a todos nos agarra el apuro por bajar esos kilos de más.
 Lo cierto es que según los expertos, para llegar al peso deseado y verse bien hay que transitar un camino de aprendizaje y saludable siempre a la par de la actividad física.
La alimentación que se recomienda en verano, como en el resto del año, se trata de mantener hábitos que cuiden la salud de las personas. Cada situación es particular y deberá ser acompañada con ciertas recomendaciones.
En diálogo con Democracia, la nutricionista juninense Andrea Bergamini sostuvo que hay situaciones diferentes: “Si lo que uno tiene son pocos kilos estéticos demás probablemente lo mejor sería tomar bebidas sencillas, reducir las grasas o no comer más de una porción de harina e hidratos y hacer actividad física en el día”.
En el caso de personas con más de 50 años que tienen más dificultades para bajar de peso o no pueden hacer actividades físicas por alguna razón, “a veces las medidas son un poco más extremas pero siembre buscando los beneficios de la dieta comiendo más sano, para tener un cuerpo de acuerdo a lo que uno quiere sin perder el placer de comer rico”, explicó la nutricionista.

“El calor nos da más hambre” 
Consultada sobre la incidencia del calor de verano, Bergamini aseguró que “la temperatura exterior no tiene demasiada relación con la mayor o menor digestibilidad de los alimentos, pero de por sí el calor nos da más hambre y el cuidado pasa por la hidratación. La Organización Mundial de la Salud  recomienda 8 vasos de agua por día para población general y es un buen parámetro para tener en cuenta”.
“Hay que tener mayor atención con los más chicos y con los adultos mayores porque son quienes tienen el mecanismo de la sed desajustado que sirve para regular la cantidad de líquido en el cuerpo”, afirmó. Y aclaró: “En estos casos la ingesta de líquido tiene que estar pautada y hay que ofrecerles líquidos todo el tiempo”.
“Hablamos del agua en el más amplio sentido de la palabra. También sirve la soda, alimentos ricos en agua como la gelatina, los yogures, licuados y postres de leche;  frutas y verduras”, explicó.
En relación al deporte de alta intensidad “hay recomendaciones precisas de cuánto líquido tomar en el entrenamiento o la competencia y qué tipo de líquidos. Esto tiene que ver en cómo responde el músculo, cómo rinde en el deporte y cómo funciona el corazón y demás”, concluyó. 

Vida sedentaria y actividad física
“No solo el deporte es ejercicio”, sostiene un estudio de la Universidad Simon Fraser de Vancouver (Canadá), que demuestra que cualquier tipo de actividad física es efectiva para prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir riesgos de muerte. Se aconseja mantenerse en movimiento durante 30 ó 40 minutos por día, todos los días. 
Sin embargo, por cuestiones de rutina laboral, hay personas que no pueden cumplir con esta expectativa. En ese caso, lo que se aconseja es que lo realicen 3 ó 4 veces por semana.
La tendencia nutritiva hoy en día ha cambiado un poco porque “el paradigma antes era bajar las grasas de la dieta, ya que cada gramo de grasa aporta mucho más calorías que los otros principios nutritivos”, comentó Bergamini. Y aseguró: “Estos últimos 50 años se ha desgrasado mucho la dieta donde el tema de la obesidad creció más que nunca y el fracaso es estrepitoso”. 
“Ahora se ha modificado esta conducta, ya que el tipo de vida que nosotros hacemos es mucho más sedentario que lo que nuestro cuerpo precisa y es lo que realmente nos perjudica”, aseguró. Y remarcó “Esto ha hecho que poco a poco nuestro cuerpo empiece a dar señales de problemas que uno de esos es el aumento de peso más que nada en la zona abdominal”.
Además, continuó, “algunas hormonas como la insulina se empiezan a alterar que es propio de que estamos haciendo una vida para la que el cuerpo no está preparado, aunque hagamos actividad física, ya que no alcanza a compensar la quietud de la vida de ahora”. 
“Lo que se está buscando ahora en la dieta es reducir los hidratos de carbono que, si bien no son los que más calorías tienen, son el combustible corporal por excelencia y tienen que ver con los cambios hormonales. Están compuestos por los cereales y derivados y los azúcares simples”, aclaró.
“La gente trata de comer sano, pero se vive a full y se va mucho a la comida rápida. En los adolescentes se está dando, que están como demasiados obsesivos con el tema de la actividad física, la dieta y tomar suplementos deportivos”, expresó.
“Un día por semana se debe realizar una ensalada diferente para presentarles algo distinto que por ahí no les gusta a los jóvenes o que nunca probaron”, aseguró.