El Instituto Cultural Latinoamericano fue reconocido internacionalmente

Intensa actividad ha realizado este año el Instituto Cultural Latinoamericano, con sede en Junín y presidido por Rosana Silva desde hace 17 años, cuando decidió crearlo.
Según lo manifestado por su presidenta, en todo el año, han visitado Junín por eventos realizados por este Instituto Latinoamericano unas 1.500 personas sea de provincias argentinas o del exterior, en tanto que 80 han participado de los nueve intercambios culturales anuales, con escritores de Argentina y de otros países latinoamericanos y europeos.
“Los intercambios se sostienen en el tiempo, no es que por ejemplo voy una vez a Colombia y no voy más sino que se suceden en el tiempo”, apuntó.
“Para viajar se hace una convocatoria a los autores que participaron de la Antología para representar a nuestro país. Son grupos de veinte personas. Tenemos coordinadores en distintos países que vamos. Cada cual se costea el viaje pero siempre sale más barato en grupo y bajo nuestra supervisión”, explicó.

Reconocimiento
En los últimos días un reconocimiento proveniente del exterior ha alegrado a la gente del Instituto Cultural Latinoamericano.
“Estoy muy feliz, contenta y emocionada por el reconocimiento como escritora y promotora cultural en los Premios Latín Music Awards 2017 y por la distinción a nuestra obra de teatro “Somos un número”, que se presentó en Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina, puesto que el 28 de octubre tenemos función en Mar del Plata. La obra está interpretada por Julia Castellani (Viamonte) , Mirta Taberna y Guillermo Dorbessan, ambos de Junín”, explicó Rosana Silva, al ser entrevistada por Democracia.
La entrega binacional, internacional es en Venezuela - Maracaibo y Ecuador – Guayaquil, simultáneamente el 2 de diciembre, en esta Gala del Milenio.

Actividad
Todos los años esta entidad juninense organiza concursos literarios de Narrativa y de Poesía, en el que participan gente de distintos lugares del mundo.
“Si, del mundo entero, con decirte que de la India, por ejemplo, asimismo de Estados Unidos, España, Canadá y entre otros y de los países latinoamericanos por supuesto. Todos los trabajos deben estar traducidos al español”, dijo.
Sobre las personas que deciden participar mandando trabajos al concurso, Rosana recordó al doctor Ernesto Kahan, de Médicos contra la guerra nuclear, que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1985, quien vino a disertar en el aula magna de la Unnoba por iniciativa del Instituto Cultural Latinoamericano, actualmente el médico reside en Israel.
Según lo explicado por Silva, el tema para participar de los concurso es libre, pero hay varios rubros: Antología cooperativa, que si se sale seleccionado se tiene la opción de participar de una antología, mediante el pago de determinada suma de dinero. El primer premio es la edición del libro del autor. Si la persona no quiere formar parte de la Antología, igual puede participar.
Vale destacar que en cada concurso participan entre 3.500 y 4.000 escritores, de los cuales salen seleccionados 100, y de ahí los premian.
También están los rubros de Audio-libro, El Libro Digital, y Certamen sin edición.
A la pregunta sobre cómo hacían para leer todos los miles de trabajos, dijo que eran leídos en distintas etapas. 
Estas limitaciones también pueden surgir en los eventos, donde en las cenas de entregas de premios, por ejemplo, no pueden venir más de 200 personas porque “no hay capacidad”, dijo Silva.

“Somos un número”
El trabajo premiado, “Somos un número” es una comedia dramática, transcurre en una empresa textil, que es una gran máquina de devorar sueños, ilusiones, pensamientos y porque no, la vida misma, los personajes sacan hilachas a los pantalones, quizá sin pensar que ya son un engranaje más, se observan dos realidades opuestas, en base a ello, se desarrollan una serie de situaciones donde el espectador no podrá evitar sentirse identificado y lo lleva a pensar si él también es un número.