Una incipiente reactivación del mercado inmobiliario rural comienza a percibirse, con valores bajos y estables. Desde el sector consideran que se mantendrá la constante mientras aguardan más medidas por parte del gobierno luego de las elecciones de octubre.
Mariano Maurette, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), manifestó que "el mercado está muy ofrecido, está levemente reactivado a valores bajos, prudentes, estables y creemos que esto va a seguir así".
Según explicó Maurette la razón de esta incipiente alza se relaciona con “decisiones ya tomadas en la época del cepo y que como no se podían manejar los dólares, se postergaron y hoy todas juntas vinieron a la venta".
El corredor y martillero Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros de Junín, destacó que la incipiente reactivación se retrotrae a las medidas tomadas por el gobierno en 2016.
“Crearon el ambiente necesario. Se necesitaba una quita de retenciones que favorecieran al sector agrario y también al sector del campo en general. Los martilleros y corredores públicos entendíamos que conjuntamente con el blanqueo, para este año iban a terminar de despegar el mercado para hacerlo un poco más viable”, expresó.
Para el referente inmobiliario local Gastón Paz, de la firma Paz Hnos. la reactivación es muy leve y muestra cautela.
“Tal vez todavía no hay una tendencia definida para decir si reactivación objetivamente es lo que está pasando en el mercado inmobiliario de campos, pero es probable que haya una incidencia con el levantamiento del cepo”, expresó.
Según Paz, “había muchas operaciones demoradas por años como consecuencia de la dificultad de realizar operaciones en una moneda dura y la incertidumbre de la inflación al hacerlo en pesos. Al levantarse el cepo, en mi opinión, esa oferta que estaba retenida se pudo concretar, pero eso no quiere decir que de fondo haya un mercado reactivado aunque al destrabarse esos negocios lleve a pensar que se ha reactivado”.
Dificultades del sector
Tanto Paz como Di Palma coinciden en que la carga impositiva del sector es alta y que aún se aguarda la promesa de levantamiento de las retenciones en los productos que aún las poseen.
A ello se suma la situación hídrica que está afectando al sector, factores que demoran la reactivación total.
"Lamentablemente en las zonas inundadas no se puede vender, ni alquilar, ni producir nada", manifestó Maurette. Y si bien según indicó, “la reactivación es en la Pampa húmeda, provincia de Buenos Aires, sur de Entre Ríos y Santa Fe, sudeste de Córdoba, noreste de La Pampa, dentro de ese círculo hay zonas con problemas de agua”.
Según Di Palma, “esto hace que la decisión de comprar una parcela de campo se vea demorada de momento, producto de todos estos factores”.
“Se necesitaba una quita de retenciones que favorecieran al sector agrario”.
Las precipitaciones de los últimos días vuelven a afectar a la provincia en sectores donde aún se estaba terminando de cosechar y en otros en los que se comenzaba a sembrar, lo que sin dudas traerá dificultades para los próximos meses.
Las zonas anegadas son muchas y si bien se ha producido una baja en el nivel de aguas en varios sectores que estuvieron más complicados hasta hace sesenta o noventa días atrás, Di Palma asegura que “esto continúa siendo un problema para un gran porcentaje de tierra anegada y de lugares donde se ha dificultado la cosecha y la siembra”.
Valores estables
Para Gastón Paz, de cara a lo que resta del año “aún falta convencimiento de que el negocio puede ser rentable sumado a una cuestión de ‘tira y afloje’ para generar el nuevo escalón de precios”.
Las áreas más buscadas siguen siendo las mejores zonas agrícolas, donde los valores están firmes entre 15 y 16 mil dólares la hectárea, como ocurre en la Zona Núcleo.
Según Maurette, hoy se "están manejando valores de hasta un 20 a 25 por ciento por debajo de lo que se pide. Se está cerrando en algunos casos más barato".
Di Palma entiende que los valores de los campos “se vienen acomodando de acuerdo al porcentual de demanda que existe y se pueden llegar a negociar en el futuro cuestiones que se están hablando en estos momentos”.
“Había muchas operaciones demoradas por la dificultad de realizar operaciones en una moneda dura”.
Asimismo, el martillero asegura que ven con buenos ojos las medidas que se han tomado desde el gobierno y esperan nuevas después de las elecciones legislativas de este año que puedan favorecer al sector.
Para el presidente del Colegio de Martilleros, más allá de la cuestión hídrica que aún persiste, “se empieza a vislumbrar algún indicador favorable que da cuenta de un cambio y eso podría llegar a marcar una mejora en distintos rubros. Esperemos que el año que viene se puedan ver con buenos ojos las inversiones en el sector rural”.
El presidente de CAIR por su parte aseguró que poco a poco se verán las mejoras. “El mercado inmobiliario rural argentino subsiste porque hay mucha plata nacional y todo lo que fue el blanqueo se va a ir volcando a tierras, todavía no lo vemos, pero va a ir llegando”, indicó.
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