En paralelo al aumento del narcomenudeo en la región, que en los últimos años experimentó un crecimiento exponencial, en lo que va del año -más precisamente del 1 de enero al 30 de agosto último-, la policía de Junín secuestró más de once kilos de cocaína y 518 kilos de marihuana, una cifra muy elevada, según coinciden los expertos.
En efecto, en ese período de tiempo, los agentes realizaron 308 operativos, a razón de 1,26 por día y hubo 184 aprehendidos (0,75 por día).
Durante los procedimientos se incautaron dieciséis vehículos y cuatro aeronaves y todos los operativos se realizaron luego de exhaustivas etapas investigativas.
“Peces gordos”
En marzo pasado los uniformados atraparon a una banda narco que traía marihuana (que tenía como destino Junín, entre otros puntos) en vuelos clandestinos desde Paraguay a campos de la localidad de General Belgrano y guardaba las avionetas en el aeroclub de Navarro.
En el procedimiento fueron detenidas once personas. Los narcos realizaban el tráfico de hasta 500 kilos por viaje en esa avioneta y se estima que la organización efectuó el año pasado unos 30 viajes desde Paraguay.
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Asimismo, el 13 de julio último la Policía Federal Argentina realizó cuatro allanamientos, donde logró detener al más buscado comercializador de estupefacientes a nivel local: Gastón Fabián C. Como resultado de los allanamientos se procedió al secuestro de un kilo de cocaína, dinero en efectivo y elementos utilizados para el corte y fraccionamiento. También se incautaron varios elementos de tecnología electrónica como miras láser, un visor nocturno y dispositivos para seguimiento de vehículos, y se procedió al secuestro de vehículos y otros elementos adquiridos como fruto de la venta de estupefacientes, como así también, documentación de interés en la investigación.
Otro operativo destacado y mediático se efectuó el mes pasado, cuando la DDI Junín de Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense detuvo al hermano del futbolista “Chipi” Barijho en Villa Fiorito, tras un año de investigación con una causa instruida por Norberto Varas, fiscal federal de esta ciudad y bajo la firma del juez Héctor Plou.
La acusación: ser el comprador final de una banda de choferes de micro capaz de traficar más de 150 kilos de cocaína por mes desde Paraguay en móviles de pasajeros de la empresa Crucero del Norte, con dos viajes semanales desde Posadas, provincia de Misiones.
En simultáneo con los arrestos, la Policía Bonaerense, con perros de la división Canes, interceptó un micro de Crucero del Norte en un peaje de la zona de Zárate: encontraron más de seis kilos de polvo.
Todos estos operativos fueron realizados por la Dirección de investigaciones del tráfico de drogas ilícitas y crimen organizado, la Dirección Departamental de investigaciones, la Policía de seguridad de la PBA (Distrital, comisarías, motos y Policía Local) y la delegación de la Policía Federal.
Las rutas de ingreso
“Hace bastante que estábamos viendo lo que sucede en las rutas”, afirmó a Democracia Walter Feletto, titular de la Departamental. “Creemos que esta modalidad de ingresar la droga a través del transporte público de larga distancia se viene haciendo desde hace un tiempo”, agregó.
De hecho, los investigadores estiman que la marihuana decomisada en una quinta ubicada en la zona de las calles Alberti y Junín, procedía “del lado de Pergamino o Rosario, o al menos vino por la 188, porque la persona que está detenida bajó de un colectivo en esa ruta, sin llegar a la terminal”.
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El responsable de Drogas Ilícitas en Junín, comisario inspector Rubén De Chiara, coincidió en que en reiteradas oportunidades se transportan sustancias en colectivos de larga distancia.
Los agentes del orden saben que el delito va mutando y “los delincuentes siempre piensan cómo eludir el accionar de la Justicia y las fuerzas de seguridad”, por lo que la policía ajusta su tarea de acuerdo al modus operandi de estas personas que, en el último tiempo, tomaron a los ómnibus de larga distancia como un medio de transporte habitual para el tráfico de drogas.
Tanto es así, que tanto Drogas Ilícitas como la policía de seguridad hacen cada vez más operativos en rutas, generalmente acompañados de Gendarmería y otras fuerzas federales, ya que, como dice Feletto, “se está viendo que, a través de los transportes públicos de larga distancia, se estaría moviendo droga en las encomiendas”.
En este contexto, el hecho de que Junín esté rodeada de rutas importantes y muy transitadas hace de esta ciudad un lugar más propicio para llegar por esos lugares en transportes de larga distancia. “Generalmente utilizan las rutas que dan buenos accesos vehiculares, y la 7 y la 188 son fundamentales acá y eso sucede”, afirmó De Chiara.
En esos espacios trabaja, principalmente, la Policía Federal y Gendarmería, aunque –como quedó dicho– también se hacen procedimientos conjuntos con otras fuerzas.
“Sin dejar de proteger la ciudad, cada tanto tratamos de hacer operativos en las rutas con otras fuerzas federales, donde tiene que haber un amplio control”, señaló Feletto, y puso el ejemplo de la incautación de drogas en Zárate, donde se descubrió la droga que venía en una unidad procedente de Misiones, lo que quiere decir que el micro “pasó por numerosas localidades y provincias y durante 900 o mil kilómetros nadie lo controló”. Es por ello que se busca hace operativos sorpresivos en las carreteras que cruzan por Junín.
Un flagelo que crece
Así como, desde hace años, la Argentina dejó de ser un país de tránsito para la droga, actualmente el consumo está instalado fuertemente y Junín no es una excepción respecto de otras ciudades y regiones del país.
“En los últimos años, como en toda comunidad, el negocio de la droga fue creciendo en Junín”, resumió el comisario Feletto. Y eso se advierte en un incremento en el ingreso de droga, algo que se ve en todas las comunidades, inclusive en las más chicas. “Antes era impensado que hubiese consumo en ciudades como General Pinto, General Arenales o Vedia –agregó– y sin embargo hubo allanamientos en estos lugares en los que se secuestró droga. En estos días tuvimos un caso en la localidad de Ferré, así que este problema llegó a las localidades más pequeñas”.
Por su parte, De Chiara sostuvo que el tráfico de estupefacientes “se ha incrementado día a día y es una lucha constante”. Y eso amerita que estén “permanentemente en esta temática, sin hacer un impasse, porque es necesario estar con todas las ganas para combatir este flagelo”.
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