El barrio El Molino está rodeado por un aura romántica y de bohemia por la influencia de grandes artistas locales que supieron transitar sus calles, como Luis B. Negretti y Delio Destéfani.
En este vecindario delimitado por las vías del Ferrocarril General San Martín, y las calles Rivadavia, Lilliedal, Ameghino, Bolívar y Chile.
a pocas cuadras del centro de la ciudad, el progreso también llegó de la mano de vecinos y fomentistas que lograron traer todos los servicios básicos a los lugareños. De esta manera, el agua corriente, las cloacas y gas natural se encuentran en todas las casas, así como el asfalto y el alumbrado público está presente en todas sus calles.
No obstante, hay algunas cuestiones pendientes de ser solucionadas. Y la principal está relacionada con el tránsito.
Tránsito
Durante mucho tiempo, la sobrecarga de tránsito pesado fue uno de los inconvenientes centrales en El Molino. Sin embargo, la circulación de camiones “se ha ido normalizando de a poco, aunque a veces alguno pasa por la calle Uruguay”, según lo que explica el presidente de la sociedad de fomento, José Corres. No obstante, el dirigente barrial destaca que actualmente, “en general, se respeta el acceso al barrio que, según lo establece una ordenanza, debe hacerse a través de Alberdi”.
Pedimos semáforos, sobre todo en Javier Muñiz y Ameghino, por ahí pasan chicos a las escuelas y la gente que viene hacia el centro de otros barrios. José Correa. Pte. de la Sociedad de Fomento.
Los problemas con la circulación vehicular no se agotan ahí. Hay calles como Javier Muñiz, o la misma Alberdi, que son muy transitadas y ocasionan dificultades: “Hay algunos reductores de velocidad, pero estamos pidiendo semáforos, sobre todo en la esquina de Javier Muñiz y Ameghino. Ahí tenemos el paso de los chicos que van a la Escuela 19, los que van al Normal, y la gente que viene hacia el centro de los barrios San Martín, Almirante Brown y otros. En las horas pico es complicado el tránsito allí”.
El pedido se hizo hace bastante tiempo, durante la gestión municipal, y, de acuerdo al relato de los fomentistas “en algún momento dijeron que se iba a colocar, así como también se dijo que se iba a semaforizar la esquina del Molino Tassara”.
Alumbrado público
Si bien el barrio El Molino cuenta con el servicio de alumbrado público, hay algún sector que muestra ciertas deficiencias.
Se trata de las calles Paraguay y Chile, entre Negretti y las vías del ferrocarril.
Es que en esa zona “todavía hay farolas colgantes”, por lo que se está solicitando un recambio de luminarias, algo que también está pendiente desde la administración anterior: “Nos dijeron que no está esa obra en carpeta este año, pero esperamos tener novedades pronto. El alumbrado no es suficiente en esa zona donde, además, está la alcantarilla, que es una vía de escape para el que hace algún hurto, por eso necesitamos que esas calles estén bien iluminadas, sobre todo Chile”.
Asimismo, también solicitan que, en una etapa posterior, se realice una renovación lumínica en todo el barrio incorporando luces blancas, aunque aclaran que son conscientes de que eso sería a mediano plazo porque “hay otros sectores de la ciudad que son más prioritarios”.
Otros temas
En cuanto a la inseguridad, los fomentistas aseveran que hay mejoras respecto de épocas anteriores.
“En su momento tuvimos reuniones con la cúpula policial y nos trataron muy bien –recuerda Correa–, y a partir de esos encuentros hay más controles y se ven los patrullajes. En el último tiempo no hemos tenido hechos, aunque sabemos que esto va mutando”.
Finalmente, desde la entidad barrial destacan las mejoras que se ven en el edificio de la Escuela N°19, en donde los alumnos del secundario pintaron un mural en una de las paredes laterales que mejoraron la estética y la vista de la institución. “Ahora están pensado en un nombre para colocarle, hay que felicitar a los chicos que tanto han trabajado y a las autoridades por la iniciativa”, concluye Correa.
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