Advierten por el ingreso de drogas a la región en transporte de larga distancia

En los últimos diez días se llevaron a cabo dos procedimientos de gran magnitud vinculados al tráfico de drogas. Tuvieron como denominador común que fueron llevados a cabo por fuerzas policiales con asiento en Junín y que, en ambos casos, los cargamentos fueron trasladados en transporte público de pasajeros de larga distancia.
En efecto, el 23 de agosto último se desbarató una banda a partir de la investigación y el trabajo realizado por la división local de Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense, en donde se detuvo –entre otras personas– al hermano del ex futbolista Antonio Barihjo y se secuestraron seis kilos y medio de cocaína más varias dosis de marihuana en un ómnibus de la empresa Crucero del Norte que había partido de Misiones y fue interceptado en Zárate.
Dos días más tarde, en un operativo conjunto del Comando de Patrullas y la Policía Departamental, se incautaron doce kilos y medio de marihuana en una quinta de la zona norte de la ciudad. Fruto de las pesquisas se pudo determinar que los ladrillos habían llegado a nuestra ciudad en un micro, que dejó a quien traía el paquete en la Ruta 188.
“Hace bastante que estábamos viendo lo que sucede en las rutas”, explica a Democracia Walter Feletto, titular de la Departamental, para luego ampliar: “Creemos que esta modalidad de ingresar la droga a través del transporte público de larga distancia se viene haciendo desde hace un tiempo”. De hecho, los investigadores estiman que la marihuana decomisada en una quinta ubicada en la zona de las calles Alberti y Junín, procedía “del lado de Pergamino o Rosario, o al menos vino por la 188, porque la persona que está detenida bajó de un colectivo en esa ruta, sin llegar a la terminal”.
El responsable de Drogas Ilícitas en Junín, comisario inspector Rubén De Chiara, coincide en que en reiteradas oportunidades se transportan sustancias en colectivos de larga distancia, y pone como ejemplo el operativo realizado hace diez días. “Dentro de la Superintendencia de Drogas Ilícitas –añade De Chiara– no es la primera vez que se hace un trabajo como el que hicimos nosotros, el año pasado se hizo con la misma empresa, Crucero del Norte, y los choferes también estuvieron involucrados en el movimiento de esas sustancias desde Misiones a la provincia de Buenos Aires”.
Los agentes del orden saben que el delito va mutando y “los delincuentes siempre piensan cómo eludir el accionar de la Justicia y las fuerzas de seguridad”, por lo que la policía ajusta su tarea de acuerdo al modus operandi de estas personas que, en el último tiempo, tomaron a los ómnibus de larga distancia como un medio de transporte habitual para el tráfico de drogas.
Tanto es así, que Drogas Ilícitas y la policía de seguridad hacen cada vez más operativos en rutas, generalmente acompañados de Gendarmería y otras fuerzas federales, ya que, como dice Feletto, “se está viendo que, a través de los transportes públicos de larga distancia, se estaría moviendo droga en las encomiendas”.

Cruce de rutas
En este contexto, el hecho de que Junín esté rodeada de rutas importantes y muy transitadas hace de esta ciudad un lugar más propicio para llegar por esos lugares en transportes de larga distancia. “Generalmente utilizan las rutas que dan buenos accesos vehiculares, y la 7 y la 188 son fundamentales acá y eso sucede”, afirma De Chiara.
En esos espacios trabaja, principalmente, la Policía Federal y Gendarmería, aunque –como quedó dicho– también se hacen procedimientos conjuntos con otras fuerzas.
“Sin dejar de proteger la ciudad, cada tanto tratamos de hacer operativos en las rutas con otras fuerzas federales, donde tiene que haber un amplio control”, comenta Feletto, y pone el ejemplo de la incautación de drogas en Zárate, hace diez días, donde se descubrió la droga que venía en una unidad procedente de Misiones, lo que quiere decir que el micro “pasó por numerosas localidades y provincias y durante 900 o mil kilómetros nadie lo controló”. Es por ello que se busca hace operativos sorpresivos en las carreteras que cruzan por Junín.

Procedencia
A partir de estos operativos, Misiones empezó a estar en la mira de los especialistas como uno de los lugares de origen de la droga que llega a Junín. De Chiara cuenta que “es una provincia con límites muy vulnerables”, en donde, generalmente, ingresa la droga “desde Paraguay en balsas, y de ahí se ramifica”.
De acuerdo a su experiencia, la procedencia de los estupefacientes que llegan a la ciudad depende de la sustancia: “Generalmente, la marihuana viene del norte. Y la cocaína llega, principalmente, de Buenos Aires, la villa 1-11-14 o del Conurbano. Nosotros no tenemos conocimiento de que haya cocinas acá”.
En cuanto a Rosario, un lugar que en algún momento se nombró como punto de origen de la droga que llega a Junín, De Chiara sostiene que “es una ciudad con muchos antecedentes, pero las causas que se han trabajado en Drogas Ilícitas, generalmente terminan en Capital”.
En tanto, sobre el último gran procedimiento, los investigadores ya creen conocer cuál es la empresa en la que se transportó el cargamento. Uno de los detenidos –y principal sospechoso– tiene domicilio en Capital Federal, por lo que una de las pistas más firmes que se sigue es que esta persona se haya trasladado a otra ciudad, como podría ser Rosario o Pergamino, y desde allí haber venido para acá. Aunque esto, por el momento, está en el terreno de las especulaciones e investigaciones.

Un negocio que crece
Así como, desde hace años, Argentina dejó de ser un país de tránsito para la droga, actualmente el consumo está instalado fuertemente y Junín no es una excepción respecto de otras ciudades y regiones del país.
“En los últimos años, como en toda comunidad, el negocio de la droga fue creciendo en Junín”, resume el comisario Feletto. Y eso se advierte en un incremento en el ingreso de droga, algo que se ve en todas las comunidades, inclusive en las más chicas. “Antes era impensado que hubiese consumo en ciudades como General Pinto, General Arenales o Vedia –agrega Feletto– y sin embargo hubo allanamientos en estos lugares los que se secuestró droga. En estos días tuvimos un caso en la localidad de Ferré, así que este flagelo llegó a las localidades más pequeñas”.
Por su parte, De Chiara sostiene que el tráfico de estupefacientes “se ha incrementado día a día y es una lucha constante”. Y eso amerita que estén “permanentemente en esta temática, sin hacer un impasse, porque es necesario estar con todas las ganas para combatir este flagelo”.

LEE MÁS: La policía incautó más de 13 kilos de marihuana en Junín

Nueva forma de trabajo
Los referentes uniformados que se desempeñan en nuestro medio aseguran que hay otra intensidad en la lucha contra el narcotráfico que permite obtener mejores resultados y, una muestra de ello, son los megaoperativos en los que se incautaron grandes cantidades de drogas y se desbarataron bandas peligrosas.
“Las que se dieron en el último tiempo fueron causas que fueron elaboradas y trabajadas durante un tiempo y ahora dieron sus frutos; evidentemente, cuando se hace una investigación seria y compleja, demanda un tiempo prudencial, pero gracias a Dios se vieron los logros, y que se hayan dado varios hechos juntos indica que se está trabajando bien”, asevera De Chiara, quien también subraya que “droga hubo siempre, pero hoy en día las fuerzas están abocadas más que nunca a combatirla”.
En el mismo sentido, Feletto considera que “hay una fuerte convicción de los gobiernos provincial y municipal en tratar de combatir la droga”.
En su opinión, “hay una forma de trabajar distinta, de encarar este tema en forma más profunda y los funcionarios hemos sido exigidos por parte de las autoridades políticas para trabajar más sobre eso”. Y, en ese contexto, concluye: “Veo que Policía Federal ha hecho muy buenos procedimientos, lo mismo que la delegación de Tráfico de Drogas Ilícitas, con grandes causas, y nosotros, a partir de la prevención, instruimos las actuaciones correspondientes ante todo lo que se encuentra en la calle. Cuando encontramos a alguien con poca cantidad o con un porro, lo que se hace es investigar de dónde la pudo adquirir, porque al que apuntamos es al proveedor. Este es un flagelo que, ojalá, en algún momento lo podamos combatir”.