Aún hay en Junín unas 50 mil hectáreas productivas afectadas por la inundación
Si bien el agua sigue bajando, el nivel de las napas y los encharcamientos en la superficie constituyen un riesgo inminente. Los productores temen que la primavera sea lluviosa, situación que podría complicar aún más la situación del campo en la región.
Si bien el agua viene bajando en la región, aún hay unas 50 mil hectáreas productivas en Junín que siguen complicadas por los anegamientos, según lo confirmó en una entrevista con Democracia Rosana Franco, titular de la Filial Junín de la Federación Agraria Argentina (FAA).
A su vez, según coincidieron los ruralistas y productores consultados, con este nivel de agua en los reservorios y con las napas en un nivel elevado, si septiembre resulta un mes lluvioso, la situación de la agricultura en la zona podría sufrir un severo daño, con pérdidas millonarias ante la imposibilidad de sembrar la gruesa (principalmente soja y maíz).
“Los campos inundados siguen con mucha agua, y la última lluvia complicó, por lo que ya trigo no se va a poder sembrar. Las parcelas lindantes con las lagunas Gómez y Mar Chiquita todavía están con medio metro de agua, y en un radio de uno o dos kilómetros, siguen los anegamientos por la presión de las napas freáticas”, afirmó Franco.
“Después de las lluvias intensas y el desborde teníamos en Junín 90 mil hectáreas productivas con agua, de un total de 200 mil, y hoy calculamos que tenemos unas 50 mil hectáreas con complicaciones por el agua”, indicó la dirigente rural. “Se perdieron las pasturas para la ganadería, se perdieron silobolsas por excesos de humedad”, agregó.
Con respecto a la ayuda oficial, afirmó que la Provincia “tardó bastante en firmar la emergencia hasta el 31 de diciembre” y resta saber “qué va a pasar con los productores ribereños, porque si van a quedar llenos de agua, el Gobierno tendrá que indemnizarlos para que puedan producir en otro campo o cambiar de actividad”.
“Esperemos que llueva poco”
“Septiembre suele ser lluvioso, y en este contexto, cualquier tormenta genera muchas complicaciones”, alertó.
En concordancia, el delegado de Carbap por la Sociedad Rural de Junín Rodrigo Esponda afirmó a Democracia: “El agua por suerte ha empezado a bajar un montón, están abiertas las compuertas de la laguna Mar Chiquita para poder bajar el nivel del reservorio, y estamos esperando que salga la obra de ampliación de 16 metros de alcantarillas en la Ruta 188, para que pase más cantidad de agua. Sin embargo, la luz de alerta es ver cómo viene la primavera, porque ahí es donde se va a definir todo, si viene lluviosa, con la cantidad de agua que hay en la superficie, más la altura de las napas, va a ser una campaña muy complicada, con fuertes pérdidas económicas para la región. De todos modos somos optimistas. Esperemos que llueva poco”.