Una de las medidas sobre las que se apoyó la última etapa del kirchnerismo fueron los créditos hipotecarios Procrear. Con tasas de interés accesibles, requisitos flexibilizados e intervención del estado para facilitar el acceso dentro del mercado inmobiliario, la iniciativa cosechó elogios desde diferentes sectores políticos.
Sin embargo, para el economista Martín Tetaz, este crédito fue, en definitiva, una medida que no dio resultados auspiciosos, en un marco de economía en crecimiento como lo fue cuando se implementó: “Con el Procrear pasó una paradoja, en el año 2002, con una crisis económica muy avanzada, el sistema de créditos hipotecarios argentino tenía 550 mil carpetas; con todos los años de inflación que vinieron después ese crédito se derrumbó, y mientras la economía entre 2001 y 2015 creció 70%, en lugar de tener el doble de créditos otorgados o en trámite, en el final del mandato de Cristina, incluidos los 180 mil Procrear, el sistema tenía 250 mil carpetas. Es decir que bajó a menos de la mitad. Entonces los créditos hipotecarios fueron minados por la inflación y después salió el Procrear, que es repartir matafuegos en un incendio. Eso fue el Procrear”.
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