Mientras la oferta tecnológica se multiplica y los incentivos para la actividad física parecen cada vez más escasos, el sedentarismo infantil crece y, consecuencia casi lógica, se incrementa el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes. Ahora, un nuevo estudio realizado en Estados Unidos vino a echar más preocupación sobre el tema: según una de sus principales conclusiones, hoy en día un chico de 19 años es tan sedentario como una persona de 60, algo impensado décadas atrás.
El dato surge de un trabajo encarado por la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos y en el que participaron 12.529 estadounidenses de 6 a 85 años. En el estudio los investigadores determinaron cómo la actividad física cambiaba a lo largo de toda la vida: los participantes utilizaron unos dispositivos para medir el movimiento durante siete días consecutivos. Para un análisis más completo, los investigadores tuvieron en cuenta todos los tipos de movimiento, no sólo el ejercicio, y realizaron un análisis comparativo entre todas las edades que participaron. El primer resultado fue que la actividad física tiene su nivel más alto a los seis años.
Vijay Varma, investigador del Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos y autor principal del informe, aseguró que existe una creencia de que la actividad física disminuye gradualmente a lo largo de toda la vida. Sin embargo, de acuerdo a los nuevos datos, parece que ha habido un descenso más pronunciado de lo esperado durante la infancia, comenzando en la escuela primaria y terminando en el nivel secundario. De este modo, según los niveles de movimiento que se midieron en el trabajo, el adolescente de diecinueve años es tan sedentario como un hombre de sesenta años, algo que, al decir de los hacedores del trabajo, se puede replicar a otros países donde, como en el nuestro, los chicos pasan varias horas frente a las pantallas y pocas realizando actividad física.
Poco movimiento
“A los sesenta años muchas personas suelen tener problemas de salud que limitan el movimiento, pero ¿por qué pasa eso a los 19 años?”, se preguntó Varma al analizar los resultados del informe. Según su teoría, las escuelas de hoy en día requieren que los alumnos estén sentados durante mucho tiempo y el receso se reduce a veinte o treinta minutos al día. Ahí puede estar parte de la culpa. Pero no la única: otra razón por la que se incrementan los niveles de sedentarismo, de acuerdo a su visión, es como se dijo el tiempo que se dedica hoy día a las pantallas.
Las investigaciones sobre cuánto tiempo pasamos frente a nuestros televisores, computadoras, tablets o smartphones van a quedar obsoletas debido al rápido avance de las nuevas tecnologías. Sin embargo, los estudios dan resultados muy altos: entre siete y nueve horas por día.
El estudio, además, confirma que la mayoría de los niños no están realizando los mínimos de actividad física, al menos sesenta minutos de un entrenamiento moderado y fuerte, según la Organización Mundial de la Salud. Entre los pequeños de seis a once años de edad, el 25% de los niños y el 50% de las niñas no cumplían con ese objetivo. Para los adolescentes de doce a diecinueve años, la situación se agravaba con el 50% de los hombres y el 65% por ciento de las mujeres.
Si bien los resultados corresponden a Estados Unidos, nuestro país no está muy lejos de esa realidad. La dieta de los argentinos adultos, según los expertos, está muy lejos de encuadrarse dentro de los parámetros de una alimentación saludable. Pero más preocupante aún es el crecimiento de la obesidad en la niñez y la adolescencia. De acuerdo a uno de los últimos estudios del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), el 24% de los preescolares, el 37% de los escolares y el 27% de los adolescentes argentinos están excedidos de peso. Y quienes trabajan en la problemática no dudan: la tendencia sigue en alza.
Según el estudio estadounidense, “el hecho de entrar en la edad adulta incluye varias cosas, como el inicio del trabajo a tiempo completo, el incremento de responsabilidades en el hogar o cambios en la estructura familiar. Como es de esperar, la actividad física disminuye a los 35 años y esa tendencia continúa hasta más allá de la mediana edad”.
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