El jueves 13 de julio graduados de todas las Escuelas que pertenecen a la Unnoba recibieron sus diplomas en un acto de colación de grado que se realizó en el Auditorio Bicentenario del Edificio Presidente Raúl R. Alfonsín.
El acto fue presidido por el rector de la UNNOBA, Guillermo Tamarit. También participó el intendente de Junín, Pablo Petrecca, la directora de la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales, Adriana Andrés, la directora de la Escuela de Tecnología, Claudia Russo, el director de la Escuela de Ciencias Económicas, Jurídicas, Marcelo Sena, el director del Instituto Académico de Desarrollo Humano, Leandro Torsiglieri, la secretaria Académica de la Universidad, Florencia Castro, el secretario Legal y Técnico, Pablo Petraglia, y demás autoridades universitarias, docentes y público.
Palabras del rector
En su discurso, el doctor Tamarit recordó que este año la Universidad argentina comenzó el camino para conmemorar el centenario de la Reforma Universitaria: “Nuestro propio escudo refiere la fecha del 15 de junio de 1918 como una fecha fundacional para la universidad, fundamentalmente porque la Reforma tiene un testimonio durante todo el siglo XX de haber sido una formidable herramienta de movilidad social ascendente”. En tal sentido, el rector de la UNNOBA sostuvo que, más allá de recordar el trascendental hecho, lo que se busca desde la institución es “ponerlo en valor discutiendo qué ha sido y qué es hoy esa reforma, y muy particularmente, cómo vamos a hacer las universidades argentinas para seguir siendo una herramienta de la transformación social, en un país que tiene un sinnúmero de dificultades”.
Tamarit subrayó que Argentina vive “una situación prácticamente única en el mundo”, que se traduce en el hecho de “tener un sistema educativo que, en general, es peor del que teníamos antes”. En ese marco, sostuvo que en actos como la colación de grado, “en los que se cruzan todos los recuerdos de cuando se comienza una carrera, los temores iniciales, las frustraciones de los primeros exámenes, con las alegrías y las amistades”, su intención es la de “reivindicar ese perfil solidario que tiene la Reforma, que tiene como potencia y como mensaje el carácter colectivo de la acción de la universidad pública”.
Y ejemplificó: “Este recorrido se hace en términos solidarios, el resultado que hoy vemos tiene detrás un no docente que abre un aula a las 6 de la mañana y la limpia, un docente que da clases, un investigador que posiciona a la universidad y la prestigia, todo esto es, en definitiva, una tarea que se conduce en forma colectiva y lo menos que podemos hacer es pedirle a cada uno de nuestros graduados cuál va a ser su compromiso con la sociedad, no sólo lo que va a dar en su profesión, sino cuánto va a aportar, además, para que este legado sea mejorado y potenciado para las generaciones que vienen”.
El rector consideró, además, que el principal desafío es “mantener vivo ese espíritu: el del cambio social a partir de la apuesta de trabajar juntos, porque no hay una universidad posible ni una Argentina posible, si no resolvemos los problemas estructurales”.
El rector consideró, además, que el principal desafío es “mantener vivo ese espíritu: el del cambio social a partir de la apuesta de trabajar juntos, porque no hay una universidad posible ni una Argentina posible, si no resolvemos los problemas estructurales”. Y sobre ello, hizo referencia al caso de la pobreza, en el que “se discuten los números y los índices”, pero “si no resolvemos este tema por una cuestión ética, por lo menos tendríamos que hacerlo por una cuestión práctica, y es que no hay ningún país desarrollado que tenga estos alarmantes niveles de pobreza; tenemos que exigir, y sobre todo a los que vienen, ponerse manos a la obra”.
Finalmente, Tamarit enfatizó que “hay una obligación como graduados universitarios y es que reflexionen en la responsabilidad que tienen” frente al conjunto de la sociedad: “Particularmente, sobre aquellos para quienes la universidad hoy es una quimera inalcanzable. Esta responsabilidad social es inexcusable, y los convocamos a seguir construyendo una universidad pública al servicio de las mayorías populares. Ese es el sesgo, el tono, es el carácter que tiene nuestra universidad, pero hay que seguir haciéndolo todos los días. Yo soy hijo de un trabajador, nieto de un verdulero y hoy me toca ser rector por esta maravilla que ha construido la sociedad argentina, que es la universidad pública a partir de los postulados de la Reforma Universitaria. Lo sentimos como una enorme responsabilidad para seguir pasando esta oportunidad a las generaciones que vienen”.
Los graduados
Luego de los discursos de Petrecca y Tamarit los graduados realizaron la jura y recibieron sus diplomas de parte de docentes y autoridades presentes.
Por la Escuela de Ciencias Económicas y Jurídicas, se graduaron veinte Contadores Públicos, dieciséis Abogados, siete Licenciados en Administración, cuatro Técnicos Universitarios en Gestión Pública, y dos Técnicos Universitarios en Gestión Pyme.
De la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales recibieron su diploma seis Ingenieros Agrónomos y un Licenciado en Genética.
Desde la Escuela de Tecnología, dos se graduaron con el título de Analistas de Sistemas, y uno con el de Ingeniero en Informática.
Además, hubo siete egresados como Enfermeros Universitarios del Instituto Académico de Desarrollo Humano
Entre los agasajados había graduados de Junín, Pergamino, Lincoln, Chacabuco, Bragado, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, General Pinto, General Arenales, 9 de Julio, Los Toldos, María Teresa, Mendoza, Paraná, Pehuajó, Vedia, Venado Tuerto y Villa Elisa.
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