En fecha reciente se conmemoró el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez.
Desde distintos sectores de la comunidad en general se alzaron voces y reconocimientos en favor de este acontecimiento a nivel global.
En diario Democracia, la licenciada Herón, especialista en vejez, manifestaba con acierto que "para el Estado y la sociedad civil el gran desafío es de que manera articular trabajos para hacer posible una vejez positiva, por la que el adulto mayor reciba una merecida asistencia y la oportunidad de seguir inserto en la sociedad". En nuestro país estamos lejos de conseguirlo.
Además siguiendo la noticia sobre el particular en la mismo edición se reflejaba por información del periódico el resultado de la siguiente encuesta sobre maltrato a personas mayores: el 16% de personas mayores experimenta algún tipo de abuso; 11,6% abuso psicológico; 6% abuso financiero; 4,2% abandono; 2,6% abuso físico; 0,9% abuso sexual.
El abandono, en el caso de la vejez, es la ausencia de ayuda para que la persona cumpla sus necesidades básicas como alimentación, vivienda, ropa y el cuidado médico.
Sobre el cuidado médico: el estudio de referencia efectuado en más de medio centenar de países, no especifica puntualmente en qué latitudes se desarrolló. Sería interesante tener conocimiento de ese dato para saber si nuestro país estaba incluido, porque si así fuera obviamente la información no cerraría en lo más mínimo, específicamente en el ítem “Abandono”.
Es de público conocimiento los lineamientos emanados desde el gobierno nacional (léase presidente Macri): ajuste pre y pos acto eleccionario en materia de Seguridad Social y en el PAMI.
“Los queridos abuelos”, como él mismo se preocupa en mencionarnos estamos pasando uno de los peores momentos de la historia solamente comparable con la época Menem y/o de la Rúa: cuasi congelamiento de salarios, intento de modificación forma de cálculo de aumento ($ 20 más o menos), claras intenciones de privatizar Anses. Y en lo que a PAMI respecta, sufrimos, quita de medicamentos bonificados, sin cobertura de médicos especialistas, ausencia de ambulancia por emergencias domiciliarias, desde CABA te interrogan ante la eventualidad del llamado: si estás próximo a desfallecer o no, en caso de suceder te derivan al hospital público más cercano (Ah, y por las dudas en tus propios medios, como puedas). Eso es código amarillo y para el código rojo debes estar ya fallecido. ¡Vergüenza ajena da! Seguramente quien reglamentó estas disposiciones no tiene madre/padre y tampoco "abuelitos".
No sucede lo mismo con funcionarios municipales, concejales oficialistas e intendente municipal. En ocasión de participar activamente con los movimientos de jubilados de Junín, tuve la oportunidad de cruzar opinión con los mencionados anteriormente y con el intendente Petrecca, por lo cual esperamos sus respuestas de las gestiones por ellos prometidas.
Los jubilados no defendemos gestiones y/o eventuales funcionarios, si algunos de ellos cometió irregularidades es obvio que la Justicia deberá dar cuenta de ello, solo defendemos nuestros derechos... El derecho a la vida.
Ramón A Esquivel. Centro Gremial J y P-CGT Reg Junín. Colón 110
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