Bianca Zanchetta, dueña de la marca de ropa "Pachakama", comentó: "Yo decidí emprender porque estaba en un trabajo donde no era feliz y solamente lo hacía para hacerme mi casa. Recuerdo que no tenía tiempo, llegaba llorando a mi casa, por lo que decidí dejar todo y pasé, de tener un sueldo de dependencia, a no tener nada y a vivir el día, pero decidí ser emprendedora para ser feliz. Con lo que hago ahora, por más que no vea resultados a corto plazo, tengo mis tiempos, me puedo organizar y hacer millones de cosas que antes no hacía, además de trabajar de lo que me gusta. Se siente orgullo y te das cuenta de las cosas que podés hacer y, que por miedo, no las hacía, pero una vez que estás en la cancha la cabeza se olvida de eso, porque tenés que trabajar para lograr los objetivos".
Alejandra Kuzic, quien hace mermeladas, conservas y licores artesanales, dijo: "La idea surge a partir de una enfermedad que, para poder superarla, tuve que cambiar mi alimentación y aprender a hacer mi propia comida, todo sin aditivos ni conservantes. Pensar '¿Por qué no puedo darme un gusto o comer lo que me gusta, ya que si lo hago consciente no tiene porque hacerme daño?'. Si a mí no me enferma a los demás tampoco. La idea surge un poco también de pensar en el otro ya que cuando uno hace lo que le gusta, se siente bien. A mí me hace plena y feliz".
Olga Herrera, de la pollería "La Esquina", comentó: "Elaboro todo lo que sea de pollo y ahora agregué algo de almacén. Me acerqué a la Red Emprender Junín, para ver la oportunidad de crecer, ya que económicamente las cosas no están bien y Ricardo, para mí, es un referente en lo que es emprendimientos. Me gustan los desafíos, tengo todas las pilas en ampliar mis expectativas hacia mi negocio y un próximo proyecto".
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