La liberación de un joven que estaba acusado de ser el autor del asalto al supermercado oriental de Comandante Acha 222 volvió a poner en el debate público la problemática llamada “puerta giratoria” en la justicia que, en lenguaje coloquial, refiere a la velocidad con que los acusados y condenados recuperan su libertad y la sensación de desprotección que la situación genera.
“Lamentablemente tenemos un desmanejo en algunas situaciones por parte de la justicia juninense que da pena”, se lamenta Luis Chami, asesor en Seguridad del gobierno de Junín y hombre de confianza del intendente, Pablo Petrecca, en esta materia. “Sinceramente, estos errores no los comete ni siquiera alguien que estudia el primer año de abogacía –continúa Chami–, la ciudadanía está cada vez más cansada. Cuando hablan de la puerta giratoria, es verdad, está demostrado”.
El hecho terminó siendo emblemático porque el liberado resultó ser un joven que, a finales de marzo, cuando ya contaba con antecedentes, intentó un robo que se frustró y, producto de ello, fue perseguido junto a su cómplice por las calles de Junín –con todo lo que eso implica–, amenazaron a la policía con un arma y luego, cuando en su detención, agredió con un ladrillo a un efectivo que terminó gravemente herido. Por ese hecho quedó en libertad en menos de una semana, mientras el agente todavía se debatía entre la vida y la muerte. Posteriormente, el mismo sujeto fue detenido acusado de participar en el hecho perpetrado contra el comercio de Comandante Acha 222, que fue caratulado como robo calificado, y volvió a ser liberado a los cinco días.
“Si la justicia no hace que el delincuente respete al policía, estamos al horno, porque la policía es el único brazo que tiene la justicia para ejecutar sus indicaciones, porque son los agentes los que trabajan, los que aprehenden y los que investigan en la calle”, insiste Chami.
El asesor en temas de seguridad del municipio cree que “acá se confunden garantías y derechos humanos con abolicionismo” y, en ese marco, grafica: “Siempre se dice, para todos los casos judiciales, que hay dos bibliotecas. Pero para el delincuente hay una sola. Hay casos que la ley es sentido común. Hay parte de las leyes que pasan por la interpretación de un juez y de su decisión. Por supuesto que hay que respetarlos porque son un poder independiente, pero no pueden dejar la basura en la calle porque el vecino la padece. El muchacho que le rompió la cabeza al policía, que viene con antecedentes, que aparentemente entró armado a un local y disparó al aire, si llega a hacer un daño mayor o –sin querer ser tremendista– si mata a un vecino, ¿de qué se van a disfrazar?, ¿a quién le van a echar la culpa?”
En este punto hay que remarcar que cualquier hecho que, eventualmente, pudiera llegar a cometer esta persona, no debería ser endilgado al magistrado que lo dejó en libertad si su decisión se ajusta a derecho.
“Que se lo expliquen a la gente”, enfatiza Chami, y agrega: “Por ahí ellos se creen que están en un estamento superior, y son independientes, pero son empleados públicos y, como tales, le deben explicaciones a la ciudadanía. Hay un Colegio de Abogados que también tiene que intervenir porque dentro de su reglamentación, tienen que controlar el accionar judicial. Y deben hacerlo”.
Otros casos
El caso descripto anteriormente, que se produjo esta semana, terminó siendo la gota que rebasó el vaso. Anteriormente, fueron otros los hechos que derivaron en desenlaces similares.
Uno fue el del sujeto identificado como “Sapito”, aprehendido a principios de mes acusado de estar al frente de una organización que estafaba a adultos mayores en Junín, que venía prófugo de Azul en donde tenía un pedido de captura, sin domicilio en nuestra ciudad, detenido in fraganti, con escuchas telefónicas que lo comprometían y documentación que acreditaría su peligrosidad, quedó en libertad días después de haber sido apresado. Para Chami, “lo más triste es que le sostienen la asociación ilícita y lo dejan en libertad, eso llama la atención”, en referencia a la carátula del delito por el que se lo investiga.
La semana pasada, en tanto, se detuvieron a cuatro personas, acusadas de haber participado del robo a una quinta en la que “vaciaron” la vivienda. En el allanamiento se encontró gran cantidad de los elementos sustraídos en el hecho y se obtuvieron otras pruebas concretas sobre su eventual participación en el hecho investigado. Sin embargo, tres de los cuatro apresados ya recuperaron su libertad.
Consideraciones del ministro
Sobre este tema, Democracia consultó al ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, que en su visita a Junín señaló que puede haber “algunos casos mediáticos y escandalosos” que generan esa sensación, “pero son algunos hechos”.
El funcionario provincial remarcó que en la jurisdicción bonaerense está aumentando la cantidad de condenados y “por primera vez están a punto de cruzarse las líneas entre procesados y condenados”. Esto significa que casi el 50 por ciento de los detenidos tienen condena y ese parámetro está creciendo.
En ese marco, explicó que mandó una carta al responsable de la comisión encargada de redactar el código en la Nación, Mariano Borinsky, con una propuesta concreta sobre las libertades condicionales y el cumplimiento efectivo de las penas, ya que considera que “las penas de delitos graves deben ser de cumplimiento efectivo, y no deberían tener la posibilidad de libertad condicional”.
Ferrari también se explayó sobre la reincidencia de personas que están comprometidos en causas judiciales y, al estar en libertad mientras dura es eproceso, siguen cometiendo delitos: “La sensación de indefensión que avanza en la sociedad tiene que ser resuelta y lo estoy planteando en el código, veremos si se acepta, con una modificación del sistema de prisión preventiva. Yo creo que la prisión preventiva nuestra se queda corta, hoy se somete a esta modalidad cuando hay peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación, y me parece que eso es escaso y que también hay que considerar –como en otras legislaciones del mundo– el tipo de delito cometido y la posibilidad de que la persona siga con la misma conducta delictiva, porque si no se evalúan estas dos cuestiones, un juez que considere que no hay riesgo de fuga y que no va a entorpecer el procedimiento, está obligado a liberarlo. Entonces, caemos sobre los jueces cuando el problema, muchas veces, es de la legislación”.
“Que la justicia nos ayude”
Para Chami, el compromiso de la justicia debe ser otro: “Si nosotros estamos planteando trabajar en la prevención y de volcar todo nuestro esfuerzo en eso y en la investigación, cuando se documenta, queremos sacar al delincuente de la calle. Entonces, yo le pido a la justicia que nos ayude porque, sinceramente, pareciera que no viven en Junín. A la policía le cuesta juntar documentación, para que después, livianamente, sea un ‘siga, siga’. Si no empezamos a revertir esta situación y la Justicia no nos ayuda dentro del marco de la ley, no sé qué va a pasar. Que inclinen la balanza y las interpretaciones para el lado del sentido común de la gente”.
Más allá de sus críticas, Chami destaca que tiene “buena llegada” con muchos miembros de la justicia. Y enfatiza que la policía es la que aprehende, los fiscales los que detienen y quienes determinan si el acusado queda preso son los jueces. Para el asesor municipal “no puede ser que Junín haya tenido un tipo caminando por la calle que tenía 50 motos robadas, y eso estaba documentado, es muy doloroso eso”.
Y en ese contexto, asevera que la administración actual está promoviendo un cambio y trabaja en ese sentido: “Mientras Petrecca quiera una ciudad distinta, con justicia y en la que se pueda vivir en paz, yo voy a seguir haciendo esto. No me voy a callar ante la desigualdad que nos pone la justicia. Hay un gobierno que quiere cambiar las cosas y vamos a pelear, por eso removimos la cúpula policial, queríamos que el comisario viviera en Junín y que sienta lo mismo que el vecino. Y quisiéramos que la justicia también represente los intereses de los juninenses”.
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