Finalmente se cumplió lo que los productores de La Picasa advertían desde el inicio del intenso período de lluvias, pese al trabajo de Vialidad para evitar que el oleaje inundara la Ruta Nacional 7, el nivel de las aguas superó la altura del pavimento y ayer la traza quedó sumergida unos cinco centímetros y continuaba en aumento.
“Ya hay unos dos centímetros de agua sobre el asfalto y la situación será aún más compleja debido a que desde la semana pasada están ingresando a la laguna 80 metros cúbicos por segundo”, explicó Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de La Picasa.
El flujo hídrico que entra a la laguna en el extremo sur de Santa Fe impacta hora a hora en el crecimiento de la superficie anegada. “La Picasa está creciendo a razón de 1,5 centímetros por día y eso que no está lloviendo. Si hubiera precipitaciones crecería mucho más rápido”, aseguró Duhalde.
“Con semejante proceso de crecimiento del nivel del agua, no hace falta imaginar cuánta agua va a tener arriba la ruta en pocos días“, añadió el productor agropecuario.
Obras y polémica
Sabido es que para descomprimir la emergencia, Santa Fe insiste en la construcción de un canal aliviador que por declive natural logre bajar el nivel de la laguna hacia la provincia de Buenos Aires. Pese a que todavía no está el visto bueno de la administración de María Eugenia Vidal, en la zona ya se iniciaron las obras.
“El gobierno santafesino ya nos instruyó a comenzar con el trazado del canal. Por lo pronto hay una retroexcavadora operando y en las próximas horas arribarán dos más. La idea es que una vez que tengamos la autorización de Buenos Aires, la obra se encuentre avanzada”, indicó Duhalde.
Con la canalización funcionando, el nivel de la laguna descendería 0,5 centímetros diarios, aunque no lograría vencer la masa hídrica que hoy ingresa a La Picasa.
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